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2024 Words
Nueva Crisis Andreas bajó del ascensor el que se detuvo en su piso, agradecido que a esa hora no hubiese mucha gente regresando a sus casas después del trabajo. Se acomodó la gorra para ocultar más su rostro, pero sentía el cuerpo caliente y eso le indicaba que sus estelas no habían bajado aún. Tenía miedo de tener una crisis...Tuvo un par de ellas cuando era una luz en entrenamiento, pero como adulto... nunca, hasta la que le ocurrió en el bungalow de Starlight. Ahhh, gimió cuando recordó al esper. Si que lo había estropeado hace un rato. Decir todas esas cosas no sólo ante él y Rin si no frente a la G3 lo hacían ver cómo un guía rebelde y no quería ser arrestado por su propia unidad. Vio la expresión de la G3 y se hundió, ella era su líder y había confiado en él para la misión. Quién hubiese pensado que iba a trabajar directamente con Seth Starlight y la G2 y que se vincularía al esper que estaban buscando. Ya se sentía abrumado con la misión y tener a tantos metahumanos a su alrededor como para tener que lidiar con cargos de traición y ser considerado rebelde por los suyos. Si, eran los suyos, él seguía siendo un metahumano y un guía. Lo que no quería era la estructura rígida de la Cúpula y a esos esper tocándolo como ese bastardo de Hill, el encargado del Centro de Entrenamiento de las luces. Aún tenía pesadillas del hombre manoseándolo. A ese enfermo no le importaba si eras guía o esper si tenía ganas. Siempre creyó que debía ser más difícil controlar a un guía ya que no podía usar sus estelas para controlarlo, pero las amenazas con exponerlo como rebelde eran igualmente efectivas. Ningún guía quería ser catalogado como uno considerando la mano dura para disciplinar que tenía Cassis Storm, el anterior director. Por la difusión mediática de la G3 en Delta y la confesión del Starlight de ser un esper se había enterado de los cambios en la dirección de la Cúpula y deseó que hubiesen cambios en el Centro de Entrenamiento y las luces no tuvieran que pasar por la experiencia que él tuvo que enfrentar. Todos decían que la G3 Allen era diferente a Cassis y esperaba que así fuera o sería juzgado por el consejo antes de siquiera poder explicar. Entró al apartamento y arrojó la gorra sobre la superficie del recibidor y caminó hacia su habitación. Necesitaba una ducha fría, sentía que tenía fiebre y sudaba mucho. Se desnudó frente al espejo y resopló al ver el brillo en su rostro, torso, brazos y muslos. No se veía bien. Necesitaba calmarse o iba a tener otra crisis. Andreas se giró para ir al baño y se tambaleó. Mierda, no te desmayes ahora, pensó, angustiado. - Selene. - pidió - Indicadores biométricos, ahora... - Crisis en curso. Sistema descompensado. Se requiere esper vinculado. - Jajajaja. - se largó a reír - Tengo una crisis porque no lo tengo cerca, no sé quien es... Llama a la G3 para que te diga quien es... computadora tonta... - Estableciendo conexión... - ¡Espera! - exclamó y antes de que pudiese hacer algo, alguien salió del baño. Era Sei. - Hay, maldición... lo que faltaba. - ¿Andreas? - preguntó la joven mirando al actor desnudo frente a ella y sobre todo, el brillo que tenía sobre su cuerpo. Escarcha tornasol que brillaba hermosamente con los rayos de sol que se filtraban por las cortinas entreabiertas. - Tienes que irte ahora. - exclamó - es peligroso que estés aquí... - ¡¿Qué pasa?! - le dijo soltando lo que llevaba en las manos para correr hacia él cuando lo vio balancearse a punto de desmayarse - Andreas, ¿Estás bien? Estás ardiendo. No te desmayes... Dime que hacer - Lo siento... - le dijo perdiendo el conocimiento y desplomándose sobre ella haciendo que la joven se inclinara hacia el lado para caer sobre la cama donde el actor cayó cruzado con los pies apoyados en el suelo. Sei lo miró angustiada al ver que el brillo se hacía más fuerte y no respiraba bien. Independiente de que estuviera desnudo frente a ella, en ese momento necesitaba su ayuda. Necesitaba llevarlo a un hospital. Un teléfono, necesitaba un teléfono, el suyo estaba en la sala... Buscó con la mirada y encontró las ropas de Andreas las que revisó, encontrando el teléfono y se dispuso a marcar a emergencias cuando una voz la detuvo. - ¿Hola? - dijo Anthea - ¿Estás ahí? Me enviaron tus indicadores...¿Dónde estás? La joven miró el teléfono y este no estaba conectado, de dónde provenía la voz... Se acercó con cuidado al joven y vio su anillo con un tenue brillo. - Hola. - le dijo en voz alta - Soy Sei, la asistente de Andreas. Algo le pasa, necesito llamar al hospital, yo... - Sei... Soy Anthea, la esposa de Seth.... Starlight, ese Seth... - Claro, claro, encantada. - Necesito que te sientes. - le dijo - Está brillando ¿Cierto? Tienes que ayudarlo ¿Puedes hacerlo? - Hay que llevarlo al hospital... - Sabes que si lo ven así, se meterá en problemas... Afectará su carrera y su privacidad. Puedo ayudarlo si me obedeces. - ¿Qué es lo que le pasa? - Dame un momento... - le dijo - Selene, despliega pantalla del G2 Carmichael. - Desplegando... Casi al instante, la pantalla holográfica del anillo de Andreas se amplió y Seirén pudo ver a la mujer sentada en una cama apoyada con varios cojines en su espalda y la joven se arrodilló para quedar a su altura. - Hola de nuevo, Sei. - le dijo la guía con una sonrisa - Sé que estás asustada, pero un hospital Norm no ayudará a Andreas. - ¿Qué es lo que dices? - Andreas es un guía como Rin y como yo. Está teniendo una crisis que puede hacer que deje de respirar... - Sei abrió mucho los ojos y lo miró - Tenemos que ayudarlo. No llegará a un hospital ¿Puedes tomar su muñeca para levantar el anillo y poder verlo? La joven dudó, pero obedeció y una corriente la recorrió por el brazo. - Está en crisis y su respiración irregular, sus estelas activadas, buscando... - dijo Anthea mirándolo con atención para luego pasar de la joven a él. La ansiedad y preocupación de la joven ante la salud del actor había provocado un cambio en ella. Sus ojos y su rostro brillaban como Andreas. "Eras tú", pensó Anthea con una sonrisa, pero no quiso asustarla ya que no parecía consciente de sus habilidades tal y como había dicho Ezra. - Sei...- llamó - Necesito que me escuches. Necesito que lo acuestes en la cama. La joven la miró y asintió moviéndolo con algo de esfuerzo hasta que todo su cuerpo quedó sobre el colchón, aunque cruzado en la cama. - Eso es... Tápalo con la manta... Sé que parecerá una locura, pero necesito que te saques la blusa y la falda... - ¿Disculpa? - le preguntó Sei mirando la pantalla incrédula, pero Anthea sabía que debía tocarlo, que debían estar piel con piel para que las estelas de Andreas la tocaran y pudiese volver. No podía decirle que era su esper con lo asustada que estaba ahora. - Está ardiendo y si la fiebre sigue subiendo, va a dejar de respirar pronto. Por tu tamaño, no podrás llevarlo al baño tu sola y está empeorando. Mira. - le dijo mostrando los indicadores biométricos en una imagen paralela. La frecuencia cardiaca y la respiración estaban llegando a puntos peligrosos - No te lo pediría si no fuese importante para él. Seirén se movió inquieta y dudó antes de levantarse y sacarse la blusa y la falda quedándose con el sujetador y las bragas. - Gracias... ahora acuéstate a su lado y rodealo con el brazo y tu pierna, que te sienta a su lado, como cuando duermes con la persona que te gusta. La joven se sonrojó violentamente, pero obedeció. - Pon tu cabeza en su pecho ¿Puedes escuchar sus latidos? - le preguntó. - Sí, suenan muy rápidos... - le dijo Sei abrumada por el calor que desprendía el hombre junto a ella - ¿Puedes tocar su piel sobre su corazón con la punta de tu dedo índice marcando el pulso que escuchas en el tuyo? - ¿Un tamborileo? - preguntó Sei - Si, hazlo. Necesito que sus latidos se sincronicen a los tuyos... Si estuviera despierto, él lo haría por ti. Ahora debemos hacerlo al revés. Necesitamos que vaya a tu velocidad, ralentiza tu respiración, cierra los ojos, cada vez más lento y tranquilo. Anthea pudo ver como el brillo de Andreas se combinaba con el de Sei buscándola mientras la joven golpeaba el dedo en su pecho siguiendo el ritmo de su corazón. - Eso es, sigue así, Sei. Lo estás haciendo bien. - Me siento rara. - le dijo. - ¿Qué sientes? - le preguntó. - Quiero protegerlo, no quiero que sufra ni que tenga dolor... La guía sonrió. La verbalización del esper vinculado había salido de boca de la joven sin siquiera saber lo que en verdad pasaba y meditó que hacer... Ya tenía a la esper renegada, aunque no tenía registros y ella tampoco era consciente de su poder. Llevarla a la Cúpula y alejarla de Andreas sólo aumentaría su resentimiento hacia su gente y tampoco le daría la opción a Seirén de saber quién era ella y merecía una oportunidad como todos. Anthea tomó la decisión que permitiría avanzar con la estabilización de ambos y que el vínculo los ayudara a decidir que hacer. Tangencialmente, Andreas vigilaría al esper renegado, a su compañero sin saberlo, claro. De todos los escenarios que podía ver era el menos riesgoso, pero de todas maneras estaba el riesgo real de que la joven escapara de nuevo. Tendría que hablar con Ezra y John sin que Seth y Rin se enteraran. Era una jugada arriesgada, pero era lo mejor para esos dos. Debía velar por la comunidad, pero también por el guía. Iba a pedirle a Zack que investigara sus miedos. Ella estaba muy lejos para usar sus habilidades. - Eso es bueno, Sei. - le dijo con calma - ¿Puedo pedirte un favor?¿Puedes mantener la crisis en secreto? No creo que le ayude en su trabajo si alguien sabe que es un meta humano. - Lo entiendo... Lo haré. - Otra cosa... Puede tener otra crisis en cualquier momento ¿Puedes quedarte con él? ¿Vigilarlo y avisarme si algo le pasa? - Mi casa queda muy lejos, no podría... - Hablaré con él... ¿Estás bien con eso? De verdad me preocupa si tiene un crisis y está sólo. Si no hubieses estado ahí, podría haber muerto. Sabes que le gusta su privacidad por lo que no se irá al hotel donde se queda mi esposo. Por favor... El médico me tiene en reposo por la bebé y no me haría nada bien preocuparme por uno de mis guías, pero si no puedes, me levantaré y viajaré hoy mismo... - No, no es necesario. - le dijo al verla empujar las cobijas para salir de la cama - El señor Starlight está muy preocupado por usted. La ayudaré, pero hable con el señor Carmichael, no quiero tener dificultades. Sei bostezó y Anthea regresó a la cama. Las estelas de Andreas estaban tranquilizándola para poder calmarse a sí mismo al tener a su esper junto a él. Los signos vitales estaban volviendo a la normalidad y eso alivió a la guía. - Lo haré... Lo prometo. Muchas gracias por ayudarle. Si necesitas hablarme, acerca el anillo y pide a Selene que llame a la G3 ¿Lo recordarás? - Si..... - Bien hecho, Sei... duerme ahora... Anthea cerró la conexión y suspiró para luego dejarle un mensaje al guía. Iba a apostar por él y también a averiguar por qué tenía tanto recelo con la Cúpula.
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