[Cap. 9]

2303 Words
Peter miraba atento a toda la clase, el profesor explicaba parte de la historia de Estados Unidos y era algo que él ya sabía perfectamente del tema aparte de la química y física. Algunos alumnos miraban la clase con algo de aburrimiento, otros solo apuntaban lo importante. —Entonces ¿Alguien me puede decir que tipos de experimentos se intentaron desarrollar en la Segunda Guerra Mundial? Parker levantó la mano para responder aquella pregunta que al parecer nadie del salón sabia. —Dígame señorita —Peter confundido se dio la vuelta viendo a la señorita que vio ayer. —Se dice que los nazis en ese tiempo hacían una serie de experimentos médicos con humanos, llevado a cabo con una gran cantidad de prisioneros, pero el único que pudo tener un éxito en estos tipos de experimentos fue el gobierno de Estados Unidos. —¿Cómo se llama aquel experimento? —preguntó nuevamente el profesor —Lo catalogaron como "El proyecto Renacimiento" fue un proyecto altamente secreto del Gobierno de Estados Unidos, cuyo objetivo era la creación de 'Súper Soldados' para ser desplegados en la guerra contra las Potencias del Eje. —explicó llevando algunas miradas de los estudiantes. —Exacto —asintió el profesor— La mayoría conoce al gran súper soldado como Capitán América, los que pudieron lograr aquello posible fue Abraham Erskine con ese tiempo el ingeniero más brillante del país Howard Stark —De hecho, no solo ellos pudieron lograr aquel proyecto —habló nuevamente la chica de capucha— El científico Mike Beckett junto a su hija Adelaida Beckett pudieron ayudar al científico Erskine a completar el suero del súper soldado. —Eso es imposible porque Mike Beckett murió y su hija Ámbar desapareció, todo eso en el mismo año. —replicó el director. —Claro que es posible, justo en el mismo día de la prueba del suero, el ingeniero Howard Stark explicó a la prensa que gracias a la ayuda de los científicos Beckett no hubieran podido completar el proyecto. Días después de lo ocurrido la agente Carter explicó que la señorita Beckett era quien pasaba más tiempo ayudando al doctor y al ingeniero, siendo sus palabras "una de las promesas más jóvenes en el ámbito científico". —explicó con total calma, mientras que Peter observaba con incredulidad a la rubia. —  No obstante, por ser una época machista, nadie ha querido aclarar que una adolescente ayudó a uno de los científicos en ese entonces más conocido por el mundo o que la palabra de ellos es cierta; pero si no me cree ¿Por qué no va la exposición del Capitán América en la Institución Smithsonian? Para que compruebe que yo digo la verdad. Los alumnos que estaban un poco aburridos, despertaron por la discusión de aquel profesor con la alumna misteriosa que se escondía tras una capucha. Peter la miraba extrañado, ya que no la había visto cuando ingresó al salón, más bien no había notado su llegada. —Señorita ¿Puede quitarse la capucha? —Puedo... pero no quiero —sonrió arrogante. —Es una falta de respeto. —Solo lo dice para que yo me quite la capucha, y si lo hago es admitir que yo he perdido. —Señorita Ámbar, si no se quita la capucha en este momento... —¿Qué? ¿Llamará al director? Linda advertencia más lamento decirle que su tiempo a terminado. Antes de que el profesor siguiera la discusión, la campana que alertaba el término de la clase sonó por todo el instituto. Peter miraba asombrado a Ámbar desde su sitio, todos se retiraron murmurando lo sucedido hace un momento. El adolescente se levantó de su lugar y se dirigió hacia la rubia quien cargaba un pequeño bolso de color n***o con algunos toques dorados. —¿Te puedo decir nerd? —Sí, cabe admitir que yo soy más nerd que tú —rio levemente— ¿Cómo estás? —Bien, gracias —sonrió de lado— ¿Por qué no te quitas la capucha? —No me gusta que las personas vean la parte superficial, además que mi identidad debe ser por mientras secreta —hizo una mueca que apenas fue percibida por el castaño— Perdóname. —N-No te disculpes —dijo un poco sonrojado— discúlpame a mi por preguntar. —Eres muy simpático —rio levemente— Acompáñame. Él un poco dudoso asintió, ya cada uno con su mochila en mano salieron del salón, caminaron juntos por los pasillos llevando algunas miradas de asombro por ver que aquella chica que había desafiado al profesor más recto del instituto. Peter vio como ella le dirigía hasta la cancha de basquetbol. —Eh... no creo que sea buena idea venir aquí. —Si crees que es por Flash no te preocupes él no está aquí, el director lo ha llamado. —Pero entonces ¿Qué hacemos aquí? —Ten paciencia. Cuando llegaron solo vieron algunas porristas y deportistas, algunos de ellos conversaban entre ellos o con otros alumnos. Ámbar ignoró varias miradas y se sentó en las bancas, Peter imitó su acción sentándose al lado de ella. La rubia de su bolso sacó un laptop, al igual que un pendrive. Una vez encendida, coloco el pendrive. Peter miraba extrañado toda la situación. —¿Qué se supone que estamos haciendo aquí? —Primero, estoy haciendo un trabajo en donde tú, Parker, me vas a ayudar. —Hasta ahora no entiendo cómo te voy a ayudar. —Debes de calmarte un poco. Peter miraba asombrado como los dedos de Ámbar tocaban el teclado, sin duda era muy veloz con la tecnología. —Estoy instalando un programa en este pendrive, el cual tú como Spiderman lo vas a instalar en el saco de uno de los agentes más importantes de SHIELD. —¡¿Qué?! —Baja la voz —le regañó al ver que algunos habían volteado al escuchar su grito.— ¿Recuerdas de la primera batalla de los Vengadores? —él asintió— Quiero averiguar más de aquel villano Loki, los únicos que tienen información es aquella organización. —¿No es un poco peligroso? —Te aseguro que he enfrentado cosas peores. —Oh, pero mira a quienes tenemos aquí, los dos nerds. El castaño alzó la mirada encontrándose con tres chicas, una de cabello n***o que al parecer era la líder de aquel grupo y dos castañas a su lado. Cada una masticaba un chicle con exageración, viendo de forma superior a los dos jóvenes. Ámbar ignoró sus palabras y continuó con su trabajo. —¿Acaso estás sorda? —Prefiero el término "ignorar tus comentarios" —El joven se contuvo de reírse delante de ellas evitando faltarle el respeto. —Oh miren, la nerd puede hablar —sus amigas se rieron— Y porque no nos dicen que hacen que hacen los nerds en este lugar. —Nosotros nos preguntamos cómo las chicas más huecas están aquí, y hasta ahora no hallamos la respuesta —se encogió de hombros, algunos alumnos que se encontraban por ahí empezaron a reír causando la rabia de la pelinegra —¿Cómo te atreves a hablarme así? —chilló ante las palabras de la chica. —Ay dios... pobre de tu voz ¿Qué pasó? ¿Te tragaste un gato o qué? —Parker no lo aguantó y se rio al igual que algunos alumnos. La chica no aguantó y con furia agarró la laptop tirándolo al suelo provocando que se rompa en varios pedazos. La chica se cruzó de brazos sonriendo con autosuficiencia. Ámbar rodó los ojos por la tontería que acaba de hacer la adolescente, la rubia recogió el pendrive que estaba en el piso cerca de su pie, por arte de magia sacó otra laptop de su bolso, idéntica a la que había tirado hace un momento, dejando estupefacta a la chica que estaba al frente. —Escucha atentamente, no tengo tiempo para tus jueguitos de niña presumida si me hicieras el gran favor de retirarte te lo agradecería, no te humilles más —siguió tecleando ignorando las miradas fulminantes de aquellas chicas. —A mí me hablas bonito ¿Entendido? Soy mejor que tú en todo sentido o ¿Acaso no sabes quién soy yo? —se burló de ella. —Hasta ahora lo que me has demostrado es que eres una niña de 'p**i' que lo único que desea es llamar la atención de los demás, ya que en tu casa no te prestan ninguna atención y la única compensación que te dan tus padres por la falta de tiempo es dándote todo su dinero para que te compres las cosas más caras de la tienda —sonrió macabramente hacia la chica quien estaba pálida por todo lo que decía—Eso no es todo ¿No? Apuesto a que tienes una hermana... y ella está aquí —La pelinegra empezó a hiperventilar, la rubia dirigió su mirada a una chica que estaba a varios metros— Que curioso... es menor que tú por un año, tiene buenas notas, una de las mejores de su clase y por sus padres; oh perdón corrección, tus padres están muy orgullosos de ella, en cambio tú... —¡Cállate! —gritó enfurecida— ¡Eso es mentira! ¡Todo lo que dices es mentira! —¿Segura? —Le dio la laptop a Peter quien miraba asombrado la escena— Pero, ¿Cómo puedes negar a tu propia hermana? —sonrió cínicamente— Oh cierto... tú quieres que toda la atención esté en ti y lo has logrado pero la popularidad siempre trae consecuencias— los celulares de todos comenzaron a sonar avisando que tenían un mensaje— Pues... ahí tienes toda la atención que deseas. La chica pálida y con lágrimas, salió del gimnasio acompañado de sus amigas. Ámbar ignoró toda la situación y siguió tecleando en su laptop el programa para el pendrive cuando sintió una presencia al frente de ella, alzó la mirada encontrándose con una chica muy simpática, al verle bien la cara se dio cuenta que era la hermana de la presumida de hace un rato. —Hola, perdona ¿Se te ofrece algo? —No, lo siento, solo quería decirte que muchas gracias por lo de hace un rato ya era hora de que alguien cuadrada a mi hermana en su lugar, yo lo iba hacer hoy, pero te me adelantaste —se rio, Ámbar alzó la ceja curiosa ante tal información, era demasiado irreal y estúpido desde su punto de vista. —Oh, no es nada —se encogió de hombros y quedó callada un momento— Tu mochila está abierta —señaló su bolso. —Gracias —dijo alegre revisó su mochila y se dio cuenta que tenía una carta— Oh... —Creo que alguien tiene un admirador. La adolescente avergonzada se retiró musitando un pequeño 'adiós', Peter quien estaba al lado de la rubia miró todo esto sorprendido y asombrado por aquel espectáculo. —¿Cómo...? —Cosas de la vida, ya terminé. —sonrió orgullosa ante su trabajo, obviamente no iba hablar del tema. — ¿Me prestas tu celular? —Claro— Sacó su celular de su bolsillo y se lo entregó— ¿Qué vas hacer? —Lo voy a sincronizar con mi computadora —Ámbar de su mochila sacó una cosa pequeña en forma de Catarina— ¿Qué opinas de la nanotecnología? —Solo una palabra, asombrosa. —Me gusta tu opinión —admitió la chica— Ahora todo tipo de tecnología lo quieren en miniatura... te explico, con tu celular podré saber dónde estás y decirte exactamente lo que tienes que hacer, este bichito conocido como Catarina es un pequeño robot el cual yo diseñe especialmente para rescatar datos de cualquier lugar que cuente con tecnología, tiene una memoria más amplia que cualquier laptop —Perdona que te diga esto, pero... ¿Me estás tomando el pelo? —ella negó— Genial... ahora tengo una gran competencia para la feria de ciencias. —Ni que quisiera iba a participar en eso —se rio por tal idea. — Como sea, hoy te va a seguir una camioneta de color negra, un señor muy frentón y tú vas a pasar justo a su lado, tropezarás con él, harás que todas sus cosas caigan al suelo y mi pequeño robot hará todo el trabajo. —A todo esto ¿Por qué no lo haces tú? Al parecer no es necesario mi ayuda. —Necesito que lo hagas tú, a mí no me están investigando a ti sí, además, que ellos tienen un pequeño radar para extraterrestres y esas cosas —hizo un gesto con la mano— Yo no soy por decirlo una persona tan "normal", el caso es que a ti no te va a afectar. —Ahora entiendo todo —asintió— ¿Puedes hacer algo por mí? —Claro lo que sea. —¿Crees que podrías borrar información mía del sistema de S.H.I.E.L.D sin que sospechen? —Ah... ¡Eso es sencillo! Si es posible haré que tomen otro caso para que deje de fastidiarte. —Gracias, ¿Cuándo sucederá todo esto? —Hoy en la tarde—quitó el pendrive— Ya instalé el programa en la Catarina, el resto lo haces tú —le entregó el celular y dejó la Catarina en el bolsillo de su casaca— Ni te atrevas a tocarla, yo haré que el robot esté dentro de la chaqueta del agente. —¡Entendido! —alzó las manos de forma inocente— Sabes, nunca pregunté ¿Por qué en el gimnasio? —Porque no hay tanta gente chismosa y porque la mayoría se fue a comer en la cafetería. —Oh... tiene sentido —Ámbar asintió— ¿No quieres ir a comer mejor? —Sí, ¿Por qué no? Los jóvenes se levantaron de la banca y caminaron juntos a la cafetería, al llegar la mayoría de los estudiantes no les prestó atención a pesar de la escena de hace media hora. Mientras tanto en la casa de la rubia se encontraba el dios del engaño revisando la casa en donde se hospeda, al llegar a la cocina se encontró una nota en el refrigerador "Loki, si te preguntas en donde me encuentro, (Cosa que dudo vallas a preguntar) Estoy en el instituto, es como una escuela, así que no volveré hasta en la tarde, por favor evita hacer cualquier tipo de travesura, oh intenta que no sean exageradas. Si llego a ver algún desastre en mi casa, juro que a pesar de que seas el dios del Engaño te voy tratar como empleado. ¿Entendido? Ámbar" Loki quería reírse en ese momento, esa jovencita le estaba amenazando a él, aunque dado estos días debería hacerle caso ya que al parecer ella le está dando alojamiento y también lo ayudaba para que pase desapercibido. Siguió caminando y a medida que avanzaba se daba cuenta que en cualquier habitación podía encontrar un libro, pareciera que su casa era una biblioteca. Llegó hasta la sala, se paró delante de una repisa y sacó un libro, empezó a ojearlo viendo el tipo de escritura. Después de un rato de estar leyendo de pie, se irguió sintiendo una presencia detrás de él; cerró el libro y se dio la vuelta, al ver quien era aquella persona mostró una gran sonrisa de felicidad. —Hola madre.
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