Un adolescente castaño corría por los pasillos de aquella escuela, buscando con a su amiga con aquella sudadera que cubría su identidad. Pasó por varias aulas hasta que decidió buscarla en la cafetería, en la última mesa se podía ver a su amiga usando un laptop de manera veloz. El castaño con un poco de prisa se sentó delante de ella, intentando regular su respiración por haber corrido desde su casa hasta el lugar de estudios.
—Hola Peter ¿Qué pasó? La tía May me había dicho que no podías venir
—Tenía algunos problemas —se rascó la nervioso, Ámbar arqueó una ceja preguntándose qué había pasado— No es nada importante, más bien, apenas acabé salí corriendo de mi casa.
—No hay problema, como sabrás saqué apuntes de las clases —sacó un cuaderno de color azul y se lo entregó— Si no llegas a
