POR TU AMOR

CAPITULO 3

Iván suspiro cuando Miguel lo dejo de nuevo, llevaba una semana trabajando con Peter, el fin de semana había vuelto a la ciudad con Miguel, para asistir a sus clases y poder tramitar sus clases en línea para los dos últimos fines de semana, adelanto un poco en el proyecto con sus compañeros de clases y tuvo poco tiempo para Miguel, lo cual lamentaba profundamente, pero tenía en cuenta que contaba con su apoyo incondicional lo que le daba ánimos para continuar y superar la distancia que los separaba ahora, solo serían dos semanas más y todo volvería a la normalidad…

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—No, quiero presionarte, pero realmente necesito que me ayudes por Ray, te lo pido – Anna suplicaba por teléfono

—Tengo los datos que me enviaste deja que me ocupe del resto Anna, cielos Miguel sabe lo que hace, no puedes comportarte insegura nunca lo has hecho antes, trata de hacer que vuelva a verte, no solo como la madre de Ray – Anna sabía que tenía razones para desconfiar, Iván no estaba en la oficina y aun así su marido simplemente no le prestaba atención, quizá no era Iván si no alguien más…

—Tal vez sea alguien más – se escuchó decir

—Hablamos luego tengo noticias —Anna observó el móvil, incapaz de creer que le había colgado, intento marcar varias veces más pero este estaba apagado, que demonios sucedía ahora se preguntó.

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—Te amo lo sabes ¿verdad? —Iván soltó una risa contagiosa

—Claro que lo sé, también te amo Miguel, te extraño tanto, deseo que sea ya el fin de semana, ¿esto es normal?, apenas te vi hace un par de días y siento que ha sido una eternidad —ahora fue el turno de Miguel de sonreír.

—Me siento igual Iván, te extraño, tanto, la oficina sin ti no es la misma, aunque también estoy complacido Aum no puede poner los ojos sobre ti —Iván sintió que se sonrojaba ante la mención de Aum, su compañero de trabajo quien Miguel juraba y perjuraba que tenía dobles intenciones con él.

—Te he dicho que solo tengo ojos para ti cariño, solo te amo a ti y siempre lo haré sin importar que —Miguel sintió su corazón inflarse de dicha y felicidad ante las palabras del menor.

—Te amo, espero con ansía el próximo fin de semana —Miguel confesó

—Bueno, no demores en llegar amor, tengo una sorpresa para ti —Miguel sonrió y se despidió debía volver a casa deseaba pasar tiempo con Ray.

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Los días para Iván pasaron rápidamente sumergido en el trabajo y con la satisfacción de saber que cada avance en el proyecto contaba con la aprobación de Peter, eso solo podía significar que pronto volvería a la ciudad, a la oficina y sobre todo a los brazos de Miguel

—Estoy encantado con tu trabajo Iván, realmente me parece que tienes un gran talento, debes explotarlo, no dejes que nadie te diga lo contrario ten fe en ti siempre Iván, Miguel sin duda tiene un magnifico hombre a su lado —Iván se sonrojo no sabía que Peter conocía su relación con Miguel, aunque le incomodo un poco debido a la situación de ser el amante, en el fondo se alegró que alguien a quien Miguel apreciaba le daba el visto bueno a su relación.

—Gracias Peter, realmente aprecio mucho el hecho de darme esta oportunidad —Iván dijo sincero

—Has hecho que no me arrepienta en ningún momento de mi elección Iván —Peter le alcanzo una copa de Whisky para brindar, Iván casi nunca bebía pero esta era una ocasión especial, estaba casi por culminar su proyecto y Miguel llegaría por la noche para estar con él.

—Iván admiro su trabajo, había pasado casi toda la tarde ocupado decorando el bungalow que ocupaba desde que acepto trabajar con Peter. Pero estaba totalmente satisfecho, la botella de Champagne que Peter le había obsequiado, los chocolates favoritos de Miguel, fresas  y hielo, la comida debía llegar alrededor de unos minutos, también había mandado a pedir la comida favorita de Miguel, quería celebrar su primer triunfo y que mejor que hacerlo con el hombre que amaba.

En cuanto recibió la comida y la coloco en la mesa decorada al igual que el resto de lugar, el rojo y las velas predominaban el lugar, había tratado que el ambiente fuese romántico, pero temía que fuera demasiado y Miguel se asustara, se ducho rápidamente Miguel había dicho que llegaría sobre las ocho y faltaba una hora tenía tiempo de sobra para elegir su mejor prenda, pero el sonido del timbre lo interrumpió, trato de apretar la bata a su esbelto cuerpo y salió de la habitación para abrir la puerta.

—Iván — el mencionado se asombró de ver a su amor antes de la hora, sin pensarlo dos veces se lanzó a sus brazos cerrando el espacio entre ellos, besando la boca que tanto había extrañado.

—Te he extrañado mucho cariño, llegaste incluso antes —Iván dijo emocionado, parecía un niño.

—Iván espera, tenemos que hablar —Iván no quería hablar, Iván deseaba fundirse con él, hacerse uno como tantas otras veces

—Hablamos siempre cariño, hoy solo quiero que me recuerdes a quien pertenezco — Iván no presto atención a las protestas del mayor y se separó lo suficiente para dejar caer su bata ante los ojos de su amante.

Lo asechó como una fiera a su presa, aunque sabía muy bien que siempre terminaba siendo la presa de Miguel, camino lentamente moviendo sus esbeltas piernas y caderas, para apoderarse de los labios de su amante, amaba cada centímetro del cuerpo de Miguel y lo necesitaba tanto como respirar, lo había extrañado demasiado . El mayor correspondió el beso provocador de Iván separándose únicamente por la falta de aire.

—Iván necesito que hablemos —Iván negó.— Te amo, te necesito, por favor —el menor suplicó con ojos de cachorrito, mientras tomaba una de las manos del mayor y lo llevaba a su mojada y apretada entrada y la otra acariciaba el m*****o del mayor por encima de la ropa.

—Cariño —suspiró, cuando el mayor acaricio desde su entrada hasta sus bolas, que se tensaron producto de la suave caricia, la manera que Iván respondía a las caricias calentaron su cuerpo mientras sin poder contenerse, tomo la boca del menor y se apodero de ella en un apasionado beso, Iván se olvidó de la cena, el Champagne, las fresas y el chocolate. Correspondió como un sediento en el desierto saciándose, llenándose de su maravilloso amante.

 Iván gimió fuertemente, cuando sintió la erección del mayor adentrarse en su apretado agujero, mordió su labio inferior con fuerza mientras empujaba sus caderas para salir al encuentro de su amante, el mayor dejo correr la yema de sus dedos a lo largo de la esbelta espalda de Iván, hasta llegar a sus redondas nalgas, las cuales apretó y separo para ver como la entrada tragaba su dura erección totalmente, el placer era maravilloso, podía sentir las paredes anales aferrarse a su erección como un guante, Iván era suave como la seda, podía entender porque un hombre era capaz de volverse loco por alguien como Iván, estar enterrado en su cuerpo era más de lo que podía imaginar, era la sensación de plenitud absoluta con la que un hombre podría soñar.

—Cariño, por favor —Iván suplico, mientras movía sus caderas mucho más rápido que antes, pero las manos fuertes del mayor lo detuvieron, girándolo para quedar frente a frente, el mayor pudo ver la pasión de la juventud arder en los ojos frente a él, Iván era un pecado andante y él estaba perdido porque había caído absolutamente en él, pudo evitarlo, pudo pero no quiso ni lo intento, tomando las piernas de Iván las separo para meterse entre ellas, se deslizo una vez más con facilidad, el menor estaba sumamente lubricado tanto que la sensación de entrar en la húmeda y caliente cavidad casi lo hizo correrse, pero se controló lo suficiente, como embestir con fuerza y recostarse prácticamente sobre él para apoderarse de sus labios, esa boca, ese rostro, los gemidos provenientes de ambos llenaron la pequeña habitación, los cuerpos sudorosos se movían al compás, sus bocas luchaban en un beso feroz, el olor a sexo en el ambiente embotaba el sentido de los amantes, mientras un poderoso y tomentoso orgasmo los atravesaba.

Iván gimió mientras se corría entre los cuerpos pegados y sentía el líquido caliente llenar su canal, totalmente satisfecho el mayor se desplomo a su lado…

—¡Oh te amo! cariño, te amo, esto ha sido maravilloso sentir tu esencia en mí por primera vez has sido como un sueño hecho realidad —Iván comento quedándose dormido.

Iván sonrió,  aun con los ojos cerrados, la noche anterior era la noche más maravillosa que hubiera pasado con Miguel, se movió aun, podía sentir sus muslos doloridos por la reciente actividad pero gustoso se abriría de piernas de nuevo, el único detalle es que Miguel ya no estaba a su lado, su lugar estaba vació y frío.

Tomo su móvil, para marcarle, quizá fue a visitar a Peter y no quiso despertarlo pero no llego a llamar, porque justo un mensaje de Miguel había entrado.

—Lo siento cariño, Ray sufrió una caída, estoy en el hospital, no te alarmes, él se encuentra bien ahora —Iván suspiró aliviado después de leer el mensaje sintiéndose  un poco molesto consigo mismo, aunque no tenía culpa de lo sucedido con Ray, quizá si el no estuviera con Miguel, él estuviera más pendiente de su hijo, el pensamiento de repente le hizo darse cuenta que la noche pasada Miguel por primera vez no había utilizado preservativos lo que bien podía ahora terminar con él embarazado de Miguel, la idea le hizo sonreír quizá era de eso de lo que Miguel quería hablarle, quizá deseaba que tuvieran un hijo.

Cogiendo el móvil de vuelta le escribió un mensaje corto.

 —Te amo, esperare por ti… — con esas simples palabras, Iván dejo el móvil y fue a ducharse ya que Miguel no estaría con él el fin de semana como lo habían planeado se preparó para sus clases en línea, pero antes limpio el lugar, calentó la comida y comió un poco ya no sabía tan bien como cuando está recién preparada pero tampoco era millonario para votarlo todo a la basura, volvió a guardar la botella intacta de champagne, boto la cubeta donde el hielo se había vuelto líquido, y guardo las fresas quizá el chocolate podría servir para una dulce merienda luego.

Una semana, sólo una semana lo separaba de Miguel, sería la última que estarían alejados Iván había decidido concentrarse en sus estudios y en Miguel mientras se graduara de momento tenía dinero suficiente para pagar sus estudios y su piso sin preocupaciones…