CAPÍTULO 5

1053 Words
BELLA Mi papá toma un trago de su bebida y me regala una pequeña sonrisa, con eso me confirma que su amistad con el agente especial Leonardo Torres, es muy sincera y especial. —Leo, a Leo le debo mucho, comenzando por qué fue él el que te trajo a mi vida —comenta mi papá y lo miró sin entender que tiene que ver el agente Torres con que yo llegara a la vida de Israel y Sophie. —¿Qué tuvo que ver el agente Torres con eso? —pregunte con curiosidad. —Antes de ser el agente especial, Torres, fue el oficial de la policía Torres, mi amigo, mi cómplice quien me ayudaba a encontrar a las escorias más grandes de este mundo, él fue quien te sacó de aquella casa y quien te dejo donde yo te encontrará, él te salvó antes que yo mi pequeña —mi padre acaricia mi mejilla y yo me quedo pensativa. —¿Qué recuerdas, antes de estar con Sophie y conmigo? —indaga mi padre. —Nada, solamente una vos, que me dijo que un ángel iría por mí y luego llegaste tú —respondí con sinceridad. —Pues, esa vos es la de Leo, quizás tu mente bloqueo su rostro porque estabas muy asustada, pero él te trajo a mi vida y le estaré agradecido toda mi vida, así que dile que está invitado este domingo a comer con nosotros, estoy seguro de que a tu mamá le encantará verlo —mi papá, no me había contado de Leonardo Torres jamás. Si sé lo que él era antes del FBI y que alguien lo ayudaba, pero no sé los nombres de las personas que lo ayudaban o quienes son sus enemigos ni nada, solamente sé lo que hacía, como conoció a Sophie y como ambos se convirtieron en mis padres y comenzaron su familia. Todos seguimos conmigo, mientras yo estoy pensativa, pues entonces yo tengo que agradecerle al agente especial Torres, él salvo mi vida y me dio una familia, algo que debí de agradecer. Después de comer volví a mi departamento con Apolo, mi buen amigo fue a descansar mientras yo tomo una larga ducha y después de colocarme ropa muy cómoda tomo mi laptop y entro al servidor del FBI, para leer lo que hay del agente Torres. El agente Torres posee muy buenas recomendaciones, entre ellas destaca la de mi padre y la de su hermano Fernando Torres, su carrera desde que entró en el FBI ha sido impecable y todos lo admiran, sus misiones han sido todo un éxito, resultó herido una vez hace dos años y en abdomen y tiene una gran cicatriz ahí, la cual cubrió con un tatuaje. Tiene 37 años, es quince años mayor que yo, así que cuando me llevo con mi papá él tenía 20 años, no pensé que fuera mayor de 30, pues se conserva muy bien y tiene un buen físico, en fin, debo buscar un regalo de agradecimiento para mi superior. Pero que podría regalarle a un hombre al cual no conoces, como saber que regalarle a alguien a quien recién acabas de conocer oficialmente, porque extraoficialmente el agente Torres y yo nos conocemos desde hace más de quince años. Decidí no pensar demasiado en eso y dormir un raro estoy agotada, mi papá me tuvo peleando en ese bosque, perseguimos a alguien que al final escapo y ahora estoy muerta del cansancio y mañana debo de presentarme a primera hora en las oficinas del FBI, según el mensaje que recibí vamos a rastrear a una banda criminal, así que lo mejor es que descanse lo más posible. Mañana será un día largo, antes de acostarme a dormir fui a rellenar los tazones de Apolo, uno con agua y el otro con comida. —Descansa amigo — acaricié la cabeza de Apolo y liego si me fui a descansar, estoy algo cansada. Entre a mi cama y no paso mucho tiempo para que me quedara completamente dormida, estaba durmiendo plácidamente cuando escuche la vos en mi cabeza, diciendo Un ángel vendrá a ayudarte, si es la vos de Torres, esa vos no ha cambiado mucho. Tras ese sueño, recordé haberlo visto a él antes de que mi papá dejara el FBI, él y algunos hombres más tuvieron ayudando a mi papá a protegernos, recordé a su hermano mayor Fernando Torres, pero mis sueños se tornaron en pesadillas. No recuerdo mucho, pero comencé a sentir dolor y a suplicar que me dejaran ir, que no me lastimara, comencé a gritar con fuerza y despierto cubierta en sudor y llorando, Apolo se acerca a mi preocupado. —Tranquilo, es solo una pesadilla estoy bien —Apolo sube a mi cama y se tumba a mi lado. Si Apolo, pudiera hablar seguramente me regañaría por no contarle a mis padres de estas pesadillas, pero es que no tiene ningún caso, ellos no pueden hacer nada. Ni mi psicóloga ha podido hacer nada para que esas pesadillas acaben, ella me recomendó la hipnosis, para que yo pueda desbloquear mi pasado y así poder recordar mis pesadillas, pero ese pasado no lo quiero recordar, prefiero dejarlo atrás y concentrarme en mi presente en nada más. Mire el reloj, las tres y media de la madrugada y ya no puedo seguir durmiendo así que salí de la cama una vez me calme y me coloque ropa para salir a correr, Apolo me acompaña, siempre que tengo estas pesadillas salgo a correr con él, eso me tranquiliza y me hace concentrarme en lo importante que es ser la mejor agente que FBI pueda tener. Corrí durante dos horas, volví al departamento a las cinco y treinta minutos, le di de comer y agua a apolo, y luego tomo una larga ducha para relajarme a eso de las seis, desayunos algo rápido y salgo con Apolo del departamento. Antes de presentarme frente a mi superior dejo a Apolo en su entrenamiento, le comento a su entrenado la pequeña cortada en su pata, pero que está muy bien y que hoy corrió dos horas conmigo sin quejarse y él me responde que estará atento, una vez dejo a Apolo, entró al edificio para buscar a mi superior y comenzar mi primer día de trabajo con el FBI.
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