LA SOLTERA Y EL SEDUCTOR

Capitulo 1 **** Narra Catalina Ferbuson Estoy a tan solo un par de meses de cumplir la temida cifra de 30 años, se que esto no es sinónimo de vejez como pasaba hace años, pero en mi caso no es una buena noticia. En la alta sociedad, aún arcaica, esperan que a esta edad estés casada, tengas hijos, hables con otras madres del jardín de niños, o las clases de ballet, si no eres una fracasada. Me gustaba recordar mi punto de mayor éxito, la preparatoria. Estar soltera no era el futuro que esperaba para este punto, En la escuela era la popular, reina del baile, quien tenía un futuro rosa, por el poder de su familia. El típico estereotipo, la chica popular debe estar con el chico deportista, en mi caso era Jack Monroe, describirlo era deletrear el sueño de cualquier mujer, De buena familia, guapo, popular, mi novio. Su personalidad contrastaba con la de Dalton Samuels, este era el protegido de mi papá. Un típico nerd de grandes lentes, su rostro estaba lleno de granos y su cabello era grasoso como si nunca se lo hubiese bañado, estudiaba en mi escuela, pero era rechazado por todos, era el becado. Mi padre, tenía una de las empresas de modas más importantes de la ciudad y yo soy la heredera natural de su imperio, había decidido estudiar en la escuela de modas más lujosa de París y regresar para heredar lo que para mí era mi sueño. La noche del baile de graduación fui mala y me arrepiento, me deje llevar de Jack y mis amigas, además el alcohol era mal consejero. Seduje a Dalton, baile con él y le di un beso a su boca seca, le susurré que quería " Hacer cosas con el en el automóvil". Al llegar le pedí que se quitará la ropa y lo hizo con rapidez, después salí dejándolo en ese lugar desnudo y sin ropa. Jack llamo a todos en la escuela y lo vieron desnudo en el auto, algunos tomaron fotos con sus cámaras digitales. Dalton no regreso a la graduación, supe que se fue del país porque mi padre le ayudo además de ser muy inteligente. Con el pasar de los años me di cuenta que esa vida de preparatoria no me iba a definir para siempre. Tenía que esforzarme para ser una digna heredera de mi padre, el merecía que su hija querida llevará con honor su apellido. Al regresar de París, Asumí el cargo de la empresa como directora creativa y con el pasar de los meses me convertí en una de las empresarias más importantes de la ciudad. Mi padre estaba orgulloso de mí Seguía con mi relación con Jack, que se había convertido en un abogado importante, defendía a grandes empresarios. —¿ Cuando vamos a formalizar la relación? Llevamos más de 12 años de noviazgo y creo que es momento del anillo. Me sentía humillada al tener que pedirle que pensara en matrimonio, algo que debía nacer de el, pero todas mis amigas ya estaban casadas, y algunas ya rumoreaban que me quedaría "Solterona". No quería ese título opacando lo que tenía que ser una vida perfecta. — Te amo es lo que importa, el compromiso puede dañar lo que tenemos¿Porque arriesgarnos?. Era una de las excusas de la lista que usaba para decirme en pocas palabras que no se quería casar. Mis padres me presionaban, querian formalizar la relación. Decidí ser yo quien diera el paso, pero creo que la ley de Murphy se aplicó en mi esa noche como la señal divina de que no tenía que casarme. Había pedido un vestido sensual, que llegaría a la oficina, para no levantar sospechas me fui en deportivo para arreglarme allí. Pero al abrir la caja, se habían equivocado de pedido, tenía un vestido tres tallas más grande, y una lencería igual de grande. No tenía tiempo de ponerme algo, había dejado todo para última hora y tuve que irme en deportivo, pues los músicos llegarían a la puerta del edificio en 15 minutos. Compre una botella de un vino caro el que más le gustaba a Jack, caminé y llegué de sorpresa a su departamento. Los músicos tocarían después de hacerle la pregunta. —¿Que haces aquí?— estaba algo nervioso y sudado. —¡Sorpresa!— sonríe mientras le daba un beso sensual en la boca pero en medio del beso le di un cabezazo. Entre al lugar con el vino en la mano, estaba nerviosa y supuse que así se deberían sentir los hombres al hacer estas propuestas. — Estoy algo cansado, lo mejor es que vengas mañana como ya lo habíamos planeado — empezó a bostezar. — Solo quiero que nos tomemos está copa — me agache y abrí uno de los gabinetes de la cocina pero no ví el saca corchos, así que abrí otra de las compuertas y la vi. Era una mujer en ropa interior con la camisa que hasta ese momento me di cuenta Jack no tenía puesta, la mujer me soltó una risa nerviosa — Buenas noches señorita Catalina. Era la secretaria de Jack, la misma que nunca me agradó y que le pedí en reiteradas ocasiones que la cambiara. Pero nunca la quiso despedir, me acusaba de ser una celosa compulsiva. — No es lo que parece — fue lo único que dijo el estúpido de mi ex con su cara desencajada — Claro, ella está allí ayudándote a limpiar la tubería del agua ¿Verdad?— agarre uno de los huevos de la canasta de la cocina y se lo puse en la cabeza — Para que tengas por lo menos un huevo en tu vida —. Abrí la puerta mientras él me hablaba explicando con excusas estúpidas su infidelidad. Olvide que los músicos estaban esperando y empezaron a tocar mientras uno abría el letrero "¿Te quieres casar conmigo?", con una gran sonrisa que se fue desvaneciendo mientras la escena se disipaba a mi alrededor. Se detuvieron al ver que la escena era todo menos romántica, chasquee los dedos y regrese al departamento para agarrar la botella de vino no les dejaría una mini fortuna para que se la tomarán, si alguien se la tomaría era yo. — El les paga — les dije a los músicos mientras me iba de ese lugar sin mirar atrás , sentía que mi cuerpo temblaba por la adrenalina de la rabia de mi cuerpo , no podía creer lo que me había hecho, era la peor humillación que había tenido en mi vida. ¿Cómo puedo describir lo que sentí? La sensación de traición, da asco, sentir que la venda de mis ojos se había caido, ese momento exacto dónde te chocas con la realidad y te das cuenta que todo lo que planteaste se fue a la basura. Llore obvio que llore, cuando te hacen sentir como una estúpida enamorada, que más se puede hacer si no llorar. Pero me había quitado un peso de encima ya no me iba a casar con un idiota y la soltería desde ese punto de vista no se veía tan mala. Empecé a tomarme la botella de vino, pero mi mala suerte me acompaño, los cordones de mis tenis se quedaron atrapados en una alcantarilla, no tenía ni fuerzas para agacharme y jalar, seguí mi camino descalza de un pie. Ya borracha y después de caminar no se cuanto, me topé con un evento en un hotel de la revista "Actualidad" a la que estaba suscrita. Estaban regalando ejemplares y me acerque, las mujeres tomaban aquella revista y murmuraban lo guapo del protagonista de la portada. Supuse que era algún actor o modelo de esos que salen en este tipo de editoriales, pero mis ojos se abrieron al ver al protagonista. ¿Era una broma? En la portada estaba un hombre muy guapo, de ojos azules, cejas pobladas, la cara cuadrada, un poco rudo, llegue a creer que era una estrella de Hollywood hasta que leí en encabezado " Dalton Samuels, El soltero del año". Tenía que ser una broma, era quizás un homónimo del nerd de la escuela, era imposible que el fuera considerado el soltero del año mientras que yo solo era una solterona engañada. El karma me supo cobrar lo de aquella broma. Explote, yo era la del futuro brillante, la popular, el solo era un perdedor ¿Porque le decían soltero del año?. — ¡Me cago en le soltero del año!— grite en medio del evento, las miradas recriminatorias no se hicieron esperar. Caminé hacia atrás para alejarme de las miradas que me juzgaban, para ellos era una borracha de la calle. Retrocedí unos pasos, estaba borracha, sin un zapato, sin equilibrio, me resbale hacía atrás y alguien logro sostenerme. Estaba abochornada, había perdido la etiqueta y glamour que me había enseñado mi mamá, gire para pedirle disculpas a la persona con la que había tropezado y darle las gracias por sostenerme pero para mí sorpresa era el, Dalton Samuels. —¿Que dijiste de mi niña caprichosa ?— sonrió irónico.