~Capítulo 4~ Un nuevo mundo.

2406 Words
°Narra Lorens Dannys° Aprieto mi mano sobre mi rostro, al momento de sentarme en el asiento de la van. —Maldita sea Candas… me la vas a pagar —hago una rabieta por la ira que me invade. Acabamos de salir de la agencia en donde Libeth me dio la gritada de mi vida, y aunque sabía que no era mi culpa aun así necesitaba desfogarse de alguna forma y es claro que fui la escogida. Aunque debo admitir que también fui descuidada por confiarme tanto en ella, no sabía que caminaba al lado de un audaz zorro. —Entonces imagino que no la llevaré a su casa —me dice Yoselin y no le tiro mi celular en la cabeza, porque me siento pésima de todo este drama. —Ja-ja —enfatizo —que graciosa… —me cruzo de brazos cerrando mis ojos para descansar un rato de todo el día caótico que afronté. *** —Señorita Dannys, llegamos —abro mis ojos, miro alrededor y acabamos de llegar a mi edificio, tiro un suspiro de desgano porque ni siquiera quiero levantarme para caminar hasta mi departamento. —Gracias, Yoselyn… —le digo —y déjame de llamar Señorita Dannys, solo dime Dannys, llevamos dos semanas juntas y tendremos mucho más así que entra en confianza conmigo. Ella se ruboriza y asiente. —Gracias Dannys. —sus ojos le brillan y sonrío amablemente. —Descansa, que tengas buenas noches. —salgo del miniván n***o que es mi acompañante de todos los días y con mi maletín visualizo el enorme edificio viejo en la cual vivo. Miro la hora de mi reloj de la muñeca y son casi las 11 pm. Suspiro y regreso a mi vida otra vez, ingreso al edificio y subo por las escaleras hasta el cuarto piso, llego casi agitada y ni bien abro la puerta, me desprendo de estos benditos tacos que me han fastidiado por todo el día y lanzo mis cosas por doquier. Corro hacia la sala y me tiro en la alfombra a brazos y piernas extendidas. —Día de mierda —exclamo viendo hacia el techo. Siempre que regreso a casa es cuando me siento respirar, porque puedo ser yo, Lorens y no la “Señorita Dannys”. Me quedo pensando en el rostro de él… —Harry… —inclino mi mentón y apego su saco que aún lo llevo puesto, hacia mi nariz y siento su aroma, el olor de su perfume… —es una fragancia exquisita —digo. Reacciono y me doy cuenta de lo que estoy haciendo y diciendo. «Diablos, parezco una pervertida» Me levanto y me lo quito de inmediato dejándolo en el sofá con mi rostro lleno de susto. —Tú, no te metas en mi mente —le señalo con mi dedo como si fuera una loca. Y creo que casi ya lo estoy, por tantas cosas que debo afrontar. Con enorme pesar me voy hacia el baño y decido darme una ducha para descansar, porque sé que mi día de mañana será quizás peor. *************************** °Narra Elizza Norly° —¿Vas a seguir metida en ese celular cariño? —me dice, Patrick mientras se encuentra lavando los platos, y si bien no le gusta, debido a mi castigo lo tiene que hacer por su comportamiento de hace unos días en el Club, que no me dejo divertir ni un momento. —deberías ayudarme. Lo fijo de reojo desde el mueble que me encuentro a piernas cruzadas y bufándome le digo. —Cumple tu trabajo si no, dormirás en el mueble otra vez —él parece vencido y ya no dice nada más. Entonces sigo mi conversación de mensajes con Harry, que me viene contando sobre que se volvió a encontrar a la chica de hace años. Él me había comentado sobre esto ya un tiempo atrás y me quedé muy sorprendida, ahora anda nervioso porque está seguro de que es aquella mujer pese a que ella actuó como si no lo fuera. Esto es algo confuso para mí, pero le ando dando ánimos para que no se sienta desanimado. Mi Harry ha vuelto a ser el mismo de antes, aunque siempre ha tenido popularidad con las chicas desde la adolescencia, ya se había calmado un tiempo. Yo solo espero que no sea a causa mía que él haya regresado a este camino de playboy. Niego con la cabeza, no me debería preocupar mucho, él ya es lo suficientemente grande para saber qué hacer. —¿Por qué tan preocupada? No paras de sacudir tu cabeza —Patrick se viene posicionando encima de mí levemente, mientras yo tratando de evadirlo en un hipnotismo con sus ojos, termino de echarme por completo. —¿Quién es la persona que está robando los pensamientos de mi esposa? —se expresa seductor y me ruborizo. —Na-nadie —digo casi tartamudeando y es que a pesar de que llevamos tiempo juntos y ahora ya meses casados, este hombre siempre me pone nerviosa por su voz firme, grabe, seductora y con ese perfecto acento ingles que lo hace tan culto y sexy… —Ha pasado un tiempo… —alza sus cejas sabiendo muy bien lo que hace y se acerca ligeramente a mis labios —que te he hecho gritar mi nombre. Mi rostro lo siento quemar con locura, y este es mi esposo, él que siempre le gusta hacerme sentir como si fuera una chiquilla nueva en una relación. Junta sus carnosos labios con los míos y ambos nos fundimos en un tierno beso que va en intensidad. Soy consciente que toda mi vida ha sido un caos, y pese a que no he podido gozar de mis padres y solo de mi abuelita, me hacía sentir un pequeño vacío que fue complementado gracias a él. Patrick hasta ahora me demuestra siempre cuanto me ama, es como el hombre perfecto y río por eso, porque es literal, sabe hacer de todo y cocina completamente excelente; tuvo una vida solitaria y por eso aprendió a sobresalir por sí solo, aunque en otra parte eso lo volvió un perfecto antisocial y un tipo demasiado soberbio e imperioso, aún recuerdo como una vez lo escuché decir *“Los normales” no son gratos de ser mis amigos siquiera*. ¡Dios! Era realmente todo un personaje y aún lo sigue siendo, aunque con menos intensidad, claro. Su manera correcta y alzada de ser, ya es casi imposible cambiar, porque él se crió de esa forma y no sabría si podría vivir a las cosas que yo estoy acostumbrada. Tengo que confesar que, aunque nos amemos y por supuesto eso es lo fundamental, y no contradigo, pero aun así no ha sido tan fácil para mí que digamos. Me explico, si bien estudié hotelería y Turismo, y trabajé en hoteles de 5 estrellas, sé exactamente los lujos que aquellas personas requieren, pero ahora que me he casado con un Magnate dueño de cadenas de Hoteles exclusivamente de alto rango, mi corazón quiere salir por la borda porque no me imaginé que este mundo sería tan difícil. Desde que nos casamos, suelo acompañarlo a sus eventos de negocios o sociales, para él es todo fácil y habitual, pues él nació con cuchara de oro en cambio yo, para mí es difícil e incómodo ahora ser parte de los de arriba y no ser la que los atiende literalmente. La diferencia entre Harry y él, es que mi hermano creció conmigo y supo lo que es una vida normal, al menos disfrutó todo lo que su humilde madre le inculcó hasta que su abuelo apareciera y se lo llevara para que se haga cargo de la herencia. Ahora comprendo que es lo que habrá sentido en un inicio al estar en esa posición, porque lo mismo me está pasando a mí, no sé si contarle como me siento para desahogarme, pero no quiero malinterpretaciones, realmente amo a mi esposo y estoy contenta de estar con él, pero no todo lo que brilla es oro, este mundo en la cual se encuentra puede ser más complicado de lo que uno se pudiera imaginar. *** —Amor, el fin de semana tendremos una gala de beneficencia —me comenta mientras estoy enrollada en sus brazos después de haber pasado un grandioso momento juntos, alzo mi vista en tanto él la inclina y le digo. —¿Quieres que te acompañe? —él afirma con su lindo gesto y ¿cómo poder negarme? —está bien, pero ya sabes, si no te portas bien con tus empleados esta semana, me enojaré y no iré, te estaré vigilando —lo molesto un poco y él tira una carcajada. —Usted señorita, ¿ya se habituó a tenerme controlado verdad? —me abraza con más fuerzas a su pecho desnudo y acomodo mi rostro de forma agradable sonriendo —pero no me importa —me muestra esos hoyuelos - estoy, complemente doblegado a tus pies, mi dulce esposa. Me le quedo viendo antes de darle otro efusivo beso… «¿Cómo no poder afrontar este mundo con un hombre como él?» ************************** Días después… •Narra Harry Will• —Señor Will, esta es la agenda para la semana, tiene claro que el día de hoy debe ir a la gala de…—la interrumpo. —Lo sé, suelo ir todos los años —tiro un resoplido desganado, pura gente desagradable y aunque es un evento para algo bueno, realmente solo sirve para realizar nuevos negocios y tratos. —¿me imagino que tengo una acompañante? —le pregunto desde mi sitio detrás de mi escritorio y ella asiente. —Si, Señor Will, vi su agenda y la más adecuada para el evento fue Sonia, es alta, juvenil y caerá muy bien con la nueva colección de “pedrería Star” —de acuerdo con la elección entrelazo mis manos en mi mentón y asiento. —Me sorprendes Eva, eres demasiado eficaz e incluso te me adelantas al asunto. —tiro una pequeña risita. —Es un placer señor, sabe que siempre pondré de mi esfuerzo. —Bien… —me pongo de pie alisando mi chaqueta —debemos irnos —exclamo sabiendo que estamos con la hora. Salgo de mi oficina y por los pasillos todos me saludan y me brindan su respeto. Esta es una de las sucursales de la empresa de mi abuelo, decidí quedarme aquí porque me siento más cómodo que en otros países, además tengo a mi madre más de cerca. La “Will Corporation” es una empresa internacional, se dedica exactamente en todo lo que es Joyería altamente fina y perfumes. Tenemos varias marcas a nuestra posesión como “Beautiful” “pedrería star” y muchas más; al principio asumir el cargo fue un poco difícil, pero con el tiempo me acostumbré demasiado rápido, incluso me di cuenta de que podía ser demasiado habilidoso cuando la salvé una vez de casi caer en quiebra. Gracias a ese acontecimiento, creé la marca que ahora nos está beneficiando en cantidad “Loveword” y por la cual nos estamos preparando para el lanzamiento de un próximo comercial de nuestra nueva colección, definitivamente será un éxito como el resto. No somos cualquier empresa, somos la mejor y llevamos un alto reconocimiento en la industria. Veo mi claro triunfo y me burlo de mi mismo de lo tonto que era antes ¿como iba a pensar que llegaría a tanto cuando estaba en la Universidad?, mi abuelo tuvo razón cuando a mis 18 años me dijo “Aún no sabes nada de la vida” y era verdad, ¿que hubiera sido si realmente me hubiera negado a mi destino contundentemente? no hubiera podido disfrutar lo grandioso de esta industria. Acomodo mi chaqueta de nuevo mientras estamos por llegar a las afueras de la empresa y recordándome del asunto, le pregunto a mi secretaria. —¿El equipo de Marketing ya se encargó de escoger una modelo? —ella asiente, pero su gesto no me convence. —Si, todo lo están solucionando como usted dijo, estamos dando oportunidad a nuevos rostros, pero… —¿Pero? —la miro curioso. —Ellos están algo confundidos, tenemos tres opciones, son nuevas actrices y modelos, que debido a sus rostros inocentes y angelicales serian perfectas para este comercial. —Bien, entonces creo que deberé visitarlos el lunes para dar mi opinión. —¿Entonces les aviso que habrá una junta? —afirmo. *** "HOTEL HILL" (5 AM) El Valet parking me abre la puerta de la limusina blanca de la que comienzo a salir, estiro mi brazo y le brindo mi mano a Sonia, que sale con un hermoso vestido plateado reluciendo el collar y los aretes de una de mis colecciones que están en tendencia, como dije todo tipo de demostración, en todo lugar en cualquier evento, vale. Las cámaras se vienen sobre nosotros, ella entrelaza mi brazo y avanzamos a paso lento sobre la larga alfombra roja, saludamos con nuestras manos y asintiendo a todos lo que se nos crucen, veo hacia mí enfrente y veo otra pareja que está a punto de entrar al hotel, por la figura de la mujer y la caminata muy estirada del tipo, intuyo que son… «Elizza y Patrick» Justamente Elizza gira su rostro y le saludo con la mano, me sonríe en tanto él también nos saluda con su gesto y prosiguen, aún no nos podemos acercar porque a penas vamos en el inicio del camino por ello seguimos con lentitud. Ambos ingresan e imagino que ya conversaremos dentro, cuando de repente a medio camino presentan a otra persona, giramos a ver junto con Sonia y de la limusina negra sale un actor conocido que acaba de debutar “Axel Murphy” de pronto le extiende su mano a alguien por lo que deduzco que es su acompañante y me quedo boquiabierto viendo a la mujer que acaba de salir. —O-otra vez ella… —susurro y Sonia me mira intrigada. Ellos siguen sus pasos mientras nosotros estamos detenidos y ella también frena su caminar, cuando incrustamos nuestras miradas de forma fugaz. «¿Lo-Lorens de verdad eres tú?» ________&&&_______ Espero sus lindos comentarios, haciéndome saber que me acompañan ❤️ Gracias por leerme ❤️
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