BRITANIA Los pasos de una mujer resonaban entre la maleza, a una distancia prudente dos hombres le seguían mientras daba su paseo matutino por la enorme construcción que era el praetorium. Cornelia observó subiendo aquella colina las dimensiones del campamento, era numeroso, el más grande en el que había estado nunca. Todas las mañanas lo recorría antes de ir directo al altar de los dioses a hacer sus plegarias matutinas que tenía que duplicar, pues encendía dos antorchas, como si fueran dos domines quienes hicieran aquel rito para honrar a los dioses. Si los romanos tenían una palabra para ser descritos podría ser sin duda: Supersticiosos. Ellos, pensaban en cada detalle sus acciones con el afán de no enfadar a los dioses, especialmente a Marte y Cornelia, quien era una mujer inteligent

