BRITANIA DEL NORTE MAXIMILIAN —¿No vas a hablarme? No respondí. Era lo mejor para ambos porque conocía mi explosividad y sabía hasta dónde era capaz de llegar estando enojado. Mi cabeza no dejaba de formular palabras hirientes y duras y mi temperamento subió a límites extremos que me eran casi imposibles de controlar. Estaba enfadado por todo y si ella quería seguir como estaba, debía limitarse a bajar del jodido caballo y seguir a pie. La escuché chasquear la lengua y después inclinarse para acariciar a Marte y que este se detuviera. Enfadado de que intentara seguir con la conversación, bajé y decidí continuar a pie. —¡Espera! ¡Déjame bajar! —¡Por una mierda! ¿No puedes quedarte quieta? —¿Ahora harás esto? Huir de esta puta conversación. —¿Qué conversación? Ya terminé lo q

