GIA ROMA (CAPITAL DEL IMPERIO) —¿Así está mejor, Domine? —preguntó Seia mientras terminaba de acomodar el imponente vestido plateado. La modista la acompañaba y revisaba cada detalle de la magnífica obra de arte que había diseñado. Era un lindo vestido sin mangas, de corte V, que iba con una línea de corte desde el hombro, en diagonal hasta la cintura, allí tenía un bordado en forma de cinturón hecho en hilos de oro con toda clase de pedrería, tenía jades, diamantes y zafiros. —Me siento muy contenta, hacía mucho tiempo que no vestía a una emperatriz tan joven, espero que mi diseño le haya gustado, Domine. El diseño era magnífico, no tenía quejas al respecto. La mujer había hecho un grandioso trabajo y con una sonrisa acompañe mi agradecimiento. No podría encontrar un vestido mas lin

