Entré con paso firme en el Slave's Soul. Me sentía pletórica y llena de energía a pesar de que el cuerpo lo sentía cansado y dolorido. Después del almuerzo, me había ido a mi casa y me había echado una buena siesta. Me había despertado hacía apenas una hora y había decidido ir a tomar algo al club. Lo habitual habría sido que me quedara en mi casa y me atrincherara en el sofá a comer palomitas y ver Netflix como le había comentado a Álvaro que seguramente haría, pero quería disfrutar de lo sexy que me sentía en este momento. No le había dicho nada del cambio de planes, pero tampoco estaba acostumbrada a hacerlo, así que pasé del tema y me fui directa a la barra. Sentí la mirada de los que se encontraban en el club, y no era para menos. Llevaba unos leggins de cuero n***o y un corsé mora

