Sofía
Me desperté cuando los rayos del sol se colaron por la puerta de mi terraza, me moví solo un poco y pude sentir los brazos de Mikhail rodeando mi cuerpo.
Sonreí sin poder evitarlo, me sentía completamente feliz a pesar de lo mucho que había cambiado mi vida en tan poco tiempo.
Nunca imaginé que podría enamorarme, siempre creí que el trabajo sería todo lo que necesitaba en la vida, ahora lo único que deseaba era que Mikhail me acompañará a construir mis sueños.
Me moví con cuidado logrando salir de los brazos de Mikhail sin despertarlo y no pude evitar mirarlo con cariño mientras me ponía su camisa.
De seguro debería de estar agotado, habíamos hecho el amor hasta muy tarde y era normal que estuviera cansado, yo estaba sumamente agotada, mis piernas temblaban un poco, pero a pesa
