Mikhail Durante el vuelo Sofia se mantuvo lo más lejos posible, pero me aseguré de que nuestras habitaciones quedarán justo enfrente. Preparé todo para que fuéramos comer todos juntos, lo que no esperaba era verla tan perfecta con un vestido sencillo. Pero no era para menos, ella simplemente se veía perfecta y verla bailar al ritmo de la musica, ver esas perfectas caderas menearse frente a mi, me cautivaba. Me volvi loco al ver que otro hombre la tocaba, pero no intervine, solo la deje hasta que él se alejo al sentir mi mirada amenazante. Pero al besarla en el pasillo, supe que no importaban cuantos hombres se acercaran a ella, Sofía era mía. La llevé a la cama y la deje sobre el borde mientras la besaba. —Dime que no me deseas — mencione alejándome de su cuerpo para mirarla

