Las apariencias sí que engañan a todos, en las revistas los Millers salen como una familia unida y poderosa, pero en el interior es una ratonera, cada uno tratando de hacer caer al otro.
Siempre supe cómo eran, creo que lo descubrí cuando tenía 17 años, mi padre me entregó la responsabilidad de Moda Millers, era una empresa local, se sostenía a punta de pequeños trabajos, los gastos innecesarios no permitían que surgiera.
Me dediqué a estudiar mientras hacía nuevos acuerdos, no tuve una vida normal, en mis hombros estaba la responsabilidad de sacarla adelante.
Han sido 18 años entregados, por momentos cuando decido alejarme un poco ellos dejan que caiga en desgracia, es por eso que siempre debo estar a la cabeza.
Cada propiedad comprada ha sido producto de mi esfuerzo, como lo es la
