Se había marchado, por mi balcón la vi salir de la casa, el aire se volvió pesado, al mirar la cama la encontré más grande que de costumbre, ella no estaba, su olor seguía pero su presencia no. Tome mi celular, me debatía si debía hacerlo o no, al final decidí que si. -¿La siguen?- -Si señor.- -¿Dónde está?- -En el hospital.- -¿Quién la recogió?- -Su amiga Gabriela.- -Informaras todo.- -Si señor.- Colgué la llamada, sé que no está bien pero quiero saber todo de ella, los informes que me han entregado me dejan pensativo, sus actuaciones han sido intachables, lo único extraño es ese trabajo en el club, no hay vida social, no hay novio, no fiestas, solo trabajo y visitas al hospital. Fui a mi despacho y comencé a trabajar, lo mejor era distraer mi mente, Angelo entró conmigo, l

