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Blurb

Luego de perder a su hijo y al amor de su vida, se dedicó a sus estudios universitarios por completo, la carrera de Derecho le apasionaba más que nada, ahora que es un excelente abogado y a ganado todos los casos que le han dado, siente que le falta emoción a su vida, últimamente los únicos casos que ha atendido son de divorcios, robos a mano armada, custodias, nada realmente emocionante. Pero cuando una mujer toca la puerta de su casa en medio de la noche pidiendo ayuda y la deja entrar a su casa, sabe que será el caso más interesante y más difícil que le ha tocado, porque además de dejarla entrar a su casa también la deja entrar en su vida.

Ahora es el turno de la historia de Adam Maine, apartando del peligro a una chica aunque le cueste la vida como su padre lo hizo en Me Pagaron Para Matarte Pero Te Amo.

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Capitulo 1.
Hay veces que pienso en lo que mi vida pudo haber sido si Emma no hubiera perdido al bebe, tendría una familia y no viviría en un simple departamento, éramos un poco jóvenes en ese entonces, ahora con mis 26 años, recuerdo como era que una mujer te ame, no un amor de madre, si no uno que realmente una mujer que este dispuesta a dar todo de ti, Emma estaba dispuesta hace casi 10 años, luego que llego su depresión por el aborto involuntario parecíamos desconocidos viviendo en la misma casa. Ella me pidió dejarla ir y aunque me doliera hacerlo, yo quería su felicidad y su felicidad ya no era yo. Incluso a pesar de los años, me siento mal al recordar como lo nuestro desgraciadamente termino. Emma ahora me ve como un amigo, pero yo la sigo viendo como una mujer. Trato de borrar mis pensamientos tristes o por lo menos hacerlos desaparecer con un vaso fuerte de vodka seco, por eso me gusta mantenerme ocupado, estando ocupado dejo de tener lastima de mi. {...} No se da cuenta cuando se queda dormido en el sofá de la sala de estar, pero si se da cuenta de los fuertes golpes que le dan a su puerta. Gime y frunce el ceño al levantarse. —¿Qué demonios? —dice cuando ve la hora en el reloj de la pared Todo su cuerpo se estremece cuando escucha los gritos de una mujer pidiendo ayuda mientras golpea con desesperación la puerta. Su padre le enseño a ser desconfiado con las personas y mas con alguien que pide ayuda tan tarde, podría ser real o podría ser una trampa. Adam mete su mano debajo del sillón y saca una de las armas que tiene escondidas alrededor del apartamento. A pesar de lo genial que le parecía que sus padres fuera sicarios, a lo largo de los años se dio cuenta de la cantidad de enemigos que podría tener, así que siempre estaba preparado. Va hacia la puerta y ve por la mirilla a la mujer, no lo piensa una vez mas y desbloquea la puerta, toma la muñeca de la mujer y la mete a su departamento, cerrando la puerta rápidamente y bloqueando. Pone a la mujer contra la pared, se presiona contra ella y le pone el arma debajo de su mandíbula. —Si esto es un tipo de broma, estoy a punto de volarte la cabeza, así que es mejor que hables rápido —Adam fijo su mirada en sus ojos por si se atrevía a mentirle —¡Juro que no es una broma! ¡Por favor, no me mate! ¡Por favor! —dijo desesperada, su pecho subía y bajaba con rapidez, estaba empapada de sudor, su labio y su nariz sangraban, y su ojo derecho tendría un morete muy pronto —Entonces, habla de una vez —apretó sus dientes y presiono aun mas el arma en su mandíbula —¡Solo estoy tratando de huir! ¡Por favor, ayúdeme! —ella comienza a llorar desesperadamente —¡Por favor! —¿Quién te sigue? —¡No lo se, juro que no lo se! —¡Explícate de una vez! —le gruño —Mi...mi... —Tiene que ser una maldita broma —dice con los dientes apretados cuando los ojos de la mujer se ponen blancos y colapsa en sus brazos Adam la levanta sobre su hombro y la lleva hasta el sofá donde anteriormente dormía tranquilamente. La deja sin ningún cuidado y se va a buscar una toallita, y un recipiente con agua, cuando regresa, la mujer aun no ha despertado, así que se pone sobre sus rodillas y deja el arma junto a él, remoja la toalla y comienza a limpiar el rostro de ella. Cuando la ve, al fin, claramente, se da cuenta que es mas joven de lo que pensaba por la ropa que usaba junto con el maquillaje, podría haber pasado incluso por unos 30 años. Adam cierra los ojos y suspira lentamente. Deja todo sobre la mesa de café y se sienta en el sillón frente a donde duerme la chica. Aun no confiaba en ella, así que no se iba descuidar aunque estuviera muy cansado, se iba a quedar despierto hasta que ella despertara. {...} Adam se levanta cuando nota que la chica se esta despertando, se acerca y apunta directamente a la cabeza de ella, justo cuando ella abre sus ojos y se topa con el cañón entre sus ojos, el le quita el seguro. —Entonces, al fin vas a decirme —Si, si —ella cierra los ojos por un segundo y los abre de inmediato —gracias —No me agradezcas hasta que sepa que hice por ti —Ok —asintió rápidamente —Dios, no se como empezar —¿Qué es ese acento que escucho? —frunce el ceño —Ruso —Mmm... ya veo —Me trajeron aquí ilegalmente —Adam frunce el ceño —¿Que? ¿Trata de blancas? —Creo —¿Lo crees? —Me tuvieron un año enseñándome ingles y luego...me trajeron a Estados Unidos hace dos días —todo su cuerpo comienza a temblar —ayer me pusieron en un cuarto, apenas era el primer hombre —sus lagrimas empiezan a caer —no pude dejar que me tocara, me golpeo y cuando vi la oportunidad escape, no dijeron nada cuando entre al edificio, vine al ultimo piso y su puerta era la única, perdón por causarle tantas molestias Adam profundiza su ceño y baja el arma, y le pone el seguro de nuevo. —De nada —ella comienza a llorar mas y mas sin parar —¿Cuántos años tienes? —21 —¿Segura? —levanta una ceja —Bueno, 18 —Dios, solo eres una niña ¿Cómo te llamas? —Annabella Korsakov —¿Por que corriste hacia aquí cuando pudiste ir a la policía? —No quiero meterme en ese tipo de problemas, solo quiero desaparecer, no quiero que ellos me encuentren por alguna demanda o yo que se —ella sacude su cabeza —no quiero ver policías y menos a abogados Adam se queda un momento serio y no puede retener la carcajada que brota de su garganta, se aleja de la chica y se sienta en el sofá donde paso toda la noche observándola. —¿De que se ríe? —Quizá es el destino —sonríe divertido —¿De que habla? —Soy un abogado, de los buenos y caros, si es que me entiendes —¿Abogado? ¿Graduado y todo? —pregunta sorprendida —Y bien graduado de Harvard —se levanta y va en busca de una cajita de cigarros La chica lo observa caminar en el departamento, abre una ventana y se sienta en la orilla, Adam enciende su cigarro y cierra los ojos. —Fumar es malo para la salud —Lo se, pero me pones de los nervios, niña —No me llames niña, no soy una niña, mi nombre es Anna —Bien, Anna, lo que acabas de decir solo lo hacen las niñas, ¿Qué tan mayor te crees? Ni siquiera puedes beber legalmente Anna se sienta en el sofá. —Me llevaras a la policía ¿cierto? —Si, no necesito que me estorbes, puedo ayudarte legalmente, las personas que te trajeron no te encontraran, te mantendrán en un programa de testigos luego que les digas todo lo que sabes —Adam apaga el cigarro y lo deja en el marco de la ventana —hay un baño por ese pasillo —le señala —date un ducha, te conseguiré ropa, luego te llevare a comer y me dirás todo con detalle, cuando vayamos a la policía te diré que dirás y que no —Adam camina hacia el arma y la mete en la cinturilla de su pantalón —espera —la voltea a ver —tenemos que hacerte unos análisis antes para que no nos vayan a retener mucho en una oficina, eso es lo que menos quiero para mi fin de semana —¿A que te refieres con unos análisis? —Iremos donde un ginecólogo, te tomare una prueba de saliva y esa ropa la llevaremos como evidencia —Adam corre a la cocina y saca una bolsa oscura, regresa a la sala mientras abre la bolsa —quítatela Ella abre grande los ojos. —¡No, no enfrente de usted! —Como si estuviera ansioso por verte —Adam rueda los ojos y le da la bolsa —cuando te la quites, métela de inmediato en la bolsa, no la tires al suelo —Adam se da la vuelta —iré a darme una ducha, has lo mismo, niña, perdón, Annabella Anna se queda con la boca abierta mientras lo ve entrar en una habitación. —¿Qué le pasa a ese idiota? —¡Te escuche mocosa! ¡Date prisa! —Ash —rueda los ojos Adam termina de ducharse y sale con la toalla en su cadera, camina a su armario y saca un traje gris con una camisa blanca formal, toma unos zapatos y los deja a un lado de su cama, entonces recuerda a la chica. —¡Ah, que molestia! —camina a su armario y saca una camiseta mangas largas, una sudadera y un bóxer de su hermano Ethan que se trajo por error de su ultima visita a sus padres Abre la puerta de su habitación y se encuentra cara a cara con Anna. Ella se encuentra con una toalla a su alrededor y se abraza a si misma al verlo. —Perdone, iba a tocar, yo...no se su nombre para llamarlo de alguna manera —Adam, mi nombre es Adam, pero ya que soy tu representante legal, para ti soy el abogado Evans, ¿de acuerdo? —Si —asiento —Bien, ya que a quedado todo claro, aquí esta tu ropa —Adam se la pone en el hombro a Anna —Esta es ropa de hombre —¿Acaso me has confundido con una mujer? —lleva sus manos al nudo de su toalla —¿quieres comprobarme? —¿Que? ¡Estas loco! —grita Adam se ríe. —Esta bien, tengo dinero para comprarte algo de ropa decente, además, no quiero que me vean en la calle contigo vestida así —camina hacia atrás y cierra la puerta en la cara de Anna —¡Oye, idiota! Adam abre la puerta y solo asoma su cabeza. —Este idiota es tu maldito abogado, este idiota te ayudara gratis, así que es mejor que cierres la boca, a no ser que quieras pagarme por todo esto, y por cierto, puedes buscar hielo en mi cocina para tu ojo Anna sin otra palabra, se voltea y comienza a caminar de regreso al baño. Adam hace mala cara y cierra la puerta. Cuando Adam sale, se encuentra con Anna ya en la sala, la sudadera se la ha puesto en su cintura haciendo que su camiseta parezca un vestido, pero entonces se da cuenta de algo. —Eres rubia Anna se da vuelta y toca su cabello con una mano, ya que con la otra sostiene una bolsa de hielo. —Si, ellos me obligaron a ponerme una peluca, ¿no lo noto cuando fui a su habitación? —No preste atención —Adam deja su maletín en el sofá y se saca la corbata —creo que iré sin corbata esta vez —murmura —¿nos vamos? —Ok —asiente Luego de detenerse en una tienda de ropa para comprarle algo apropiado a Annabella, se dirigen hacia el hospital para tomarle las pruebas que necesitan. Adam lleva consigo la bolsa con la ropa que usaba Anna en la noche mientras la empuja suavemente por la espalda para que camine mas rápido. —Tengo un amigo que no nos hará esperar demasiado —¿Hombre? ¿No puede ser una mujer? —No es un ginecólogo, es un enfermero, nos hará pasar con una mujer, entiendo por lo que has pasado, puedo ser malo a veces —la mira mientras una sonrisa ladeada tira de sus labios —pero no al extremo, mas con una victima de tu tipo Annabella se queda mirando su perfil mientras el se voltea a mirar la estación de enfermería. —Estoy buscando a Tanner —El dijo que iba a estar esperándolo con la Dra. Remington, Sr. Maine —le dijo la enfermera —Gracias —toma el brazo de Anna y comienza a tirar de ella —¿Oye? —¿Que? —¿Maine es su otro apellido? —Mjum —¿Y porque yo tengo que usar Evans si al parecer le conocen como Maine? —¿Solo porque una persona me llamo así, crees que todos así me llaman? —Mmm... ¿Si? —Silencio, ya llegamos Adam abre la puerta del consultorio de la ginecóloga y deja que Anna entre antes de él. —Adam, amigo —Tanner y Adam se dan un apretón de manos, y unas palmadas en la espalda —¿todo bien? —Estoy con una caso ahorita —señala a la chica a su lado —Bien, ella es la Dra. Remington y va ayudar en lo que necesites —Tanner mira la bolsa en la mano de Adam —¿eso es lo que quieres que lleve al laboratorio? —Por favor —Adam se la entrega —necesitamos un ADN que no sea de ella o mío, la cargue así que podría haber algún rastro mío —Entiendo —asiente —voy a tomarle unas pruebas de sangre a ella, las tuyas como siempre ya están en el registro —Bien —dice Adam —¿Cuál es tu nombre? —le sonríe la doctora a Anna —Annabella —¿Por qué estas aquí? —Anna traga saliva y no dice nada —Posible violación, aun no estamos seguros A la doctora se le cayo la sonrisa. —Ya veo, ¿no recuerdas o algo por el estilo? Annabella mira a Adam y sus ojos se llenan de lagrimas. Todo su cuerpo empieza a temblar y Adam se preocupa de inmediato. Adam le toma la mano y la presiona en una esquina, y la cubre con su cuerpo. —Oye, oye —le toma el rostro —todo esta bien ahora, tranquila, responde esa pregunta para mi —le susurro —Ellos me dormían, me di cuenta porque era de las ultimas a quienes inyectaban, luego que todas estábamos dormidas...no se que pasaba —susurra con el labio temblando —nos golpeaban cuando estábamos despiertas y nos tocaban como si...fueran a violarnos, pero... —¿Conscientemente nunca abusaron de ti? —Si, nunca —¿Las dormían muy seguido? —Si Adam se queda mirando los ojos verdes de Anna por un momento y luego se aparta. —Solo examínela —le dice Adam a la doctora —Annabella —la doctora le da un bata —quítate la ropa y ponte esto, detrás de esas cortinas —Ok —asiente Adam la mira desaparecer detrás de las cortinas y mira a la doctora. —Por favor, aunque usted sea mujer y no un hombre, tenga cuidado con ella, esta desconfiada de su al rededor —¿Se conocen desde antes? —No, ¿porque? —Parece que ella si le tiene confianza a usted Adam no dice nada mas y se voltea hacia la puerta. —Esperare afuera, llámeme cuando hayan terminado —Si —asiente la doctora y Adam se sale Adam sabe que las pruebas del laboratorio iban a tardar aunque pudiera evitarlo. Tanner va a darle las pruebas a la jefe del laboratorio que es amiga de él, ella siempre le ayuda para que pase primero lo que el lleva, pero eso no quita que es un proceso tardado. Adam decide buscar una maquina expendedora de bebidas para conseguirle una botella de agua a Anna, pero mientras la busca en los pasillos, decide llamar al departamento de policías para ver si el Oficial Gordon Sullivan se encuentra de turno. Después de conseguir lo que buscaba y realizar la llamada, regresa al consultorio y frente a la puerta se encuentra a una muy nerviosa Anna, que se nota aliviada cuando lo ve. —¿Paso algo? —Creí que se había ido —No seas tonta, no haría eso Anna baja su mirada y retuerce sus manos, y cuando menos se lo espera Adam, Annabella le rodea la cintura con sus brazos. —Gracias, gracias Adam no dice nada pero deja que lo abrase por un momento, luego se aleja de ella. —Voy a entrar para ver que dice la doctora, quédate un momento aquí sentada, ¿esta bien? Anna asiente y Adam entra sin ninguna otra palabra. Adam se sienta frente al escritorio de la doctora y ella comienza a hablar. —Ella es virgen —¿Enserio? —Lo es —asiente —su órgano genital esta bien, no tiene laceraciones ni alguna enfermedad venérea visible, el enfermero ya vino por la muestra de sangre así que esperemos que este bien, podría haberse infectado por usar algún baño o por una herida, se debe estar seguro —Adam asiente —también revise su ano, no esta dilatado ni lacerado —la doctora escribe unas notas —le hice unas pruebas para ver si hay restos de semen, hay que esperar, lo hice tanto interior como exterior para comprobarlo, así que si hay en el interior, ella no es virgen y tiene lo que se le llama "himen elástico", no se si usted conoce sobre él —Si, tengo conocimiento sobre él, si el himen es lo suficientemente elástico puede volver a su condición original después de tener relaciones —Así es, los resultados estarán en una hora aproximadamente —Bien, regresaremos —dice Adam poniéndose de pie —Por cierto, ella a perdido mucha masa muscular, así que debe alimentarse bien y tomar mucha agua —a la mención de eso, Adam mira la botella en su mano que olvido dársela a Anna —Gracias, me asegurare de que se ponga bien físicamente —Y tome —le alcanza una tarjeta de presentación —mi hermana es psicóloga, Annabella necesita una —Gracias —Adam la toma y se va

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