Deseo

1206 Words
David llegó tarde a casa y entró sigilosamente, no quería encontrarse con nadie, sin embargo, se estrelló de frente con su hermano mayor —De nuevo llegando tarde —De nuevo con el toque de queda —suspiró con desagrado —Ya no eres un niño David —¿Crees que no lo sé? Son ustedes los que me siguen tratando como tal —Tus lloriqueos demuestran lo contrario David —Solo olvídalo Andrew —Es que no puedo, me irrita que te rebajes a vivir como la gente común —Ese es mi problema —Te han dejado hacer lo que quieras y no has aprovechado eso —¿Quién dice que no? —cuestionó molesto—, he vivido como una persona normal durante los últimos años, en cambio tú solo has seguido las ordenes de nuestros padres, no has vivido nada —Esa es la mentalidad de un niño, pensando en disfrutar de la vida sin pensar en su futuro, viviendo el ahora como un completo estúpido —Estúpido o no a ti no te incumbe —Eres una decepción para nuestra familia David—siguió—, vales menos que nada delante de nuestros ojos. —¿Me tienes lástima acaso? —se burló apretando sus puños—, no necesito que repitas lo que ya sé, es una pérdida de tu "valioso" tiempo —¿Hasta cuándo David? —preguntó tocándole el hombro—, ¿Hasta cuándo vas a luchar en contra de nuestra sangre? —sonrío—, recuérdalo, solo eres una basura—, siguió su camino—, será mejor que pronto lo aceptes. — Hace mucho que lo acepté—Andrew se detuvo—, alguien amado y mimado como tú no entendería el verdadero sufrimiento de las personas, estás bajo la cobertura de nuestros padres, nunca te ha tocado luchar por nada, tampoco has sufrido desprecios, solo porque nuestra madre te ha puesto en un pedestal —¿Ahora metes a nuestra madre? ¿Culpas a la mujer que te dio la vida? —Aun así, para ella no soy más que un estorbo —No solo para ella, para todos, ansió la hora que te vayas de la casa y me dejes todo —Todo será tuyo, no quiero absolutamente nada de esta casa. —Aun en este momento no bajas la cabeza ante lo que crees correcto, David deja de humillarte a ti mismo y acepta que eres uno de los nuestros, aunque te relaciones con esos mestizos llevas nuestra sangre así que deberás cargar con ello —Hombre ignorante— mencionó despacio el chico—, no sabes cómo trabajan los que tú desprecias con tanto descaro. David estaba inmóvil mientras los puños formados por sus manos cada vez se apretaban más y más, Andrew en los últimos días estaba insoportable. Llegó el fin de semana y David recordó el libro que decidió buscar en su biblioteca días anteriores, se le presentó una oportunidad inesperada, su familia saldría de viaje y no volvería sino hasta la próxima semana, bajó las escaleras y caminó con sigilo hasta el fondo de la casa, llegó a la puerta de la biblioteca y puso su huella, al instante se abrió ante sus ojos, una biblioteca gigante se veía en su esplendor, David continuó su camino tocando suavemente la pasta de los libros que se encontraba a su paso luego buscó en un computador que vio en una esquina el registro de todos los libros se decepcionó al ver que el libro que él buscaba no se encontraba allí tampoco con la mente revuelta se sentó en un rincón esperando que si alguien entraba no lo viera, allí la pasta de varios libros lucían relucientes, negó con la cabeza y golpeó la estantería con fuerza, unos cuantos libros le cayeron encima, entre esos uno un poco antiguo, lo sostuvo en sus manos unos segundos pero no pudo evitar soltarlo cuando se protegía de los libros que caían en su espalda, su teléfono empezó a sonar y una voz conocida se escuchó al otro lado de la línea —Joven amo —Michael… —Señor, su familia acaba de regresar y lo buscan para la cena familiar —¿No venían la próxima semana? —Surgió algo y aceleró su regreso, es mejor que se prepare para la cena, tendrán invitados importantes —Esta bien— suspiró—, a mala hora tenían que regresar— medio organizó los libros y salió rápidamente de la biblioteca. Después de un rato llegó a la mesa encontrándose con su familia y algunos hombres en corbata —Así que este es tu hijo pequeño —Mencionó uno de ellos. —Vaya Gael, tiene tus rasgos—apoyó otro—, supongo que la sangre Sáenz tiene fuerza por naturaleza. Gael se removió incómodo en su silla, pero no hizo ningún gesto negativo, una mirada de aprobación se posó sobre David —Sí, es mi último hijo, me disculpo por no haberlo presentado como es debido. David trato de ocultar lo incomodo que se sentía, se sentó a pocos metros de su padre y sin esperar nada empezó a mirar a todas partes, luego de un rato los hombres empezaron a hablar y hablar sobre negocios, todo parecía perturbarles. Sin embargo, David después de un rato se levanto pidiendo permiso, dijo que haría algunas cosas de su universidad, aunque fuera una excusa era su único salvavidas para salir de ese lugar. En la mañana siguiente esperó con ansias a que sus padres se fueran, pues aunque había dicho que tenía clase, iría a la biblioteca, le dejaron la casa sola como era costumbre y de nuevo entró a la biblioteca, allí buscó entre los libros que estaban en el piso y los organizo nuevamente, en el fondo se veía el libro antiguo con una pasta gris cuya portada era “Después de tu muerte” , le sorprendió el titulo y se echó a reír pues aunque lo abrió estaba vacío, tan vacío como su corazón, habían algunos cuestionamientos como ¿Qué harías si hoy fuera el día de tu muerte? ¿Te gustaría firmar el acuerdo e ir al día de tu muerte?, solamente tendrás que hacer una firma de sangre y todo estará listo. David se sorprendió un poco; recordaba esos días en los que leía y leía y todo parecía ser verdad, veía algunas historias y recordaba que en algunas ocasiones las personas que deseaban algo con tanto fervor se les hacia realidad, sin embargo, hizo caso omiso a los cuestionamientos del libro y siguió buscando, lo dejó en el olvido por unos instantes, después de un rato cuando terminó de organizar como por arte de magia el mismo libro le cayó en sus manos; "Bienvenido al día de tu muerte" decía, se rasguñó un poco y una gota de sangre cayó en el libro, ahora sin prestarle mucha atención salió de la biblioteca escuchando algunos pasos afuera y lo dejó intacto. En el libro poco tiempo después salió un título “estas son las reglas, tienes veinticuatro horas para saber qué es lo que quieres y determinar que pasa en el día de tu muerte”
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD