Capítulo 3

5953 Words
(3) Al salir de clases, decidí mantenerme lo más lejos de Jasper, así que a pesar de que teníamos las mismas clases, logré librarme de él varias veces, saliendo antes de que él pudiera salir por la puerta de cada clase que teníamos. Y mientras estamos en la hora de almuerzo, puedo darme cuenta que Max Duston entra a la cafetería, usando unas gafas negras mientras que trae varias banditas en su cara, luce como un desastre, pero a pesar de verse destruido, venía con una sonrisa tan grande como el sol. Yo no podía creer que alguien como él pudiera tener el descaro, de regresar  a la escuela después de lo que hizo. -¿Qué demonios hace aquí? -Pregunta Julia mientras frunce el ceño, logrando ver como ese imbécil se muestras con su encanto de idiota, enfrente de todos. Sus amigos no tardaron en recibirle como si fuera un campeón, mientras Jasper se ve muy molesto de verle. De inmediato pensé que tal vez Max, pueda correr y romperle la cara a Jasper, pero sólo veo cómo lo saluda con sutileza. ¿Qué él no sabe, que Jasper fue quién lo molió a golpes? Entonces y en ese entonces, me di cuenta que quizás Max no sabía que Jasper había sido la persona que me rescato. Pero aún puedo ver la molestia en los ojos de Jasper, sé que quizás quiera molerlo a golpes una vez más. Pero se contiene, puedo verlo en sus ojos verdes que se sigue conteniendo. Yo solo suspiré, ya que era una desgracia que ese imbécil regresará a la escuela, como si no hubiera hecho nada. ¡Maldito imbécil! Así que mientras estaba en mis pensamientos, siendo tan dura con ese idiota, pude ver como Jasper se acercó de nuevo al lugar de los mortales, ahora llamándome solo a mí. -Necesito hablar contigo.-Sabía que esta vez tenía que responder, ya que era un tema importante. Así que me levante de inmediato de mi asiento, para seguirles hacía los corredores. Cuando llegamos a estós, por fin podemos hablar con más libertad. -Debemos hablar de ese imbécil.-Yo solo asentí con la cabeza mientras trago saliva nerviosa.-Ese idiota no sabe que yo fui la persona que lo golpeó, así que es una ventaja, pero tienes que hacer una denuncia, no puede pasearse por esta escuela, sin creer que no hizo nada malo. -Me explica mientras yo tenía mucho miedo, no quería ser esa persona que lo hiciera y quizá ser señalada. -Sabes, quisiera hacerlo pero... -Ahora hago una mueca.-No quiero ser marcada.-Le expliqué mientras él sabía de antemano, que yo siempre había sido señalada por algo, no quería ser señalada por intento de abuso s****l. -Te entiendo.-Ahora pone una mano sobre mi hombro, mientras sus ojos verdes me mira con tanta compresión. -Sé que no quieres ser señalada, pero quizás... - No, no podía hacerlo, así que lo detuve. -No quiero hacerlo Jasper.-Y por primera vez en este día, podíamos estar de acuerdo con algo. -No quiero obligarte a hacer algo así, pero ese imbécil morirá si intenta acercarte a ti.-Advierte mientras endurece la mandíbula.-Mantente lejos de ese imbécil, sé que anoche me dijiste... -Se me había olvidado de que le había amenazado con acostarme con él. Pero sabía que sólo había sido una amenaza de coraje, no era como si me gustara estar cerca de una persona que es quizás un abusador s****l. -Bien.-Le dije mientras dejaba el lugar, alejándome de su comprensión y sus ojos verdes que me hacían sentir segura. Ahora tenía que volver a la cafetería, en donde de inmediato pude notar como Max me miraba, yo solo seguí hasta mi camino, para encontrarme con Julia quién estaba hablando con Charlotte, que era la chica rubia y extraña que había besado anoche. -Hola.-La salude uniéndome a la plática, mientras lucía una gran sonrisa. -Ah, ella es...-Julia intenta presentarme a su querida nueva amiga, pero yo ya la conocía. -Charlotte, eres la mejor de la clase en artes, eres muy buena.-Ella de inmediato sonreí al ser reconocida por mí. -Tú también eres buena, pero no tanto como yo. -Yo ahora solo sonrió mientras veo que este par hacen buena pareja. Julia es la persona más graciosa y excéntrica que conozco, mientras que Charlotte es una chica realmente única, con un sentido de la moda muy gótico y único, sabía que se iba a llevar bien. -Entonces, ¿ustedes estarán hablando? ¿Quieren que las deje solas? -Sabían que quizás tenían mucho que hablar, ya que anoche solo se besaron y yo de la nada las separe, así que quería que se conociera bien. -Sí.-Responde Charlotte mientras que por otra parte, veo que Julia quiere que me quede. -Pero ella es mi mejor amiga... -Dice Julia mientras me toma del brazo, así que de inmediato veo que Charlotte luce un poco molesta, al ver como Julia intenta hacer que me quede, quizás para que yo conociera más a Charlotte. Yo solo suspiré y negué con la cabeza, mientras aún sonreía. -¿Saben? Acabo de recordar que tengo que hacer algo...-Pero no podía mentir, así que solo me levante y me fui del lugar con mi bolso en mano. Quizás iría a la biblioteca o a buscar algo más que hacer, pero mientras camino a la biblioteca para poder buscar un libro interesante, paso por el estudio de arte, en donde me encuentro con el maestro McCain. Él de inmediato al verme, abre sus grandes ojos azules para luego sonreírme. Yo solo me quede parada en medio del pasillo, mientras le veo salir de su estudio. -Señorita Thompson.-Me dice mientras yo le recibo con una sonrisa coqueta.-¿Cómo le ha ido en el día? -Pregunta con cortesía mientras el olor que expulsa su cuerpo, es delicioso. -Muy bien.-Le agradecí mientras ahora me fijo que tiene bastantes pinturas dentro del estudio. Normalmente el estudio permanecía vacío, ya que nuestro viejo profesor solía tirar todo lo que hacíamos, ya que para él solo eran como proyectos de niños que se deben botar a la basura. -¿Y cómo le está yendo hoy, en su primer día?-Le pregunté con cortesía y preguntándole si se la estaba pasando bien, con este nuevo cambio tan radical. -Muy bien, señorita Thompson.-Me comenta mientras ve que no paro de ver las pinturas que estás detrás de él, ya que lucían extremadamente finas y detalladas, que quería solo entrar al lugar, a deleitarme con la belleza de ellas.-¿Quieres entrar? -Me pregunta al ver que estoy como hipnotizada. Así que yo de inmediato asentí con la cabeza, mientras los dos entramos al estudio, viendo esas grandes pinturas de mujeres desnudas que lucían hermosas. No lucían baratas o vulgares, lucían como verdaderas hombres de arte. No podía dejar de ver los detalles, al dibujar pezones e incluso, v*****s con vellos púbico. -Esto es hermoso.-Le comenté mientras mis ojos están brillando. Nunca me ha interesó la pintura, ya que soy una persona que le gusta debatir, así que el derecho era algo que yo quería  estudiar, quizás ser una abogada, pero esto involuntariamente me llamaba la atención demasiado. -Yo fui alumno de la escuela de artes de New York, esta fue mi primera colección de arte que hice, es hermoso porque mis musas fueron muchas mujeres de New York, todas con diferentes formas, tamaños y colores.-Ahora puedo darme que quizás, el profesor McCain tuvo bastantes amantes. -Ellas son sus...-Iba a decirle que si eran sus amantes, pero él de inmediato entendió a qué rumbo quería ir. -No, ellas son chicas que se dedican a ser modelos, realmente mucha gente nos las contrata por el hecho de que son nuevas en la ciudad o porque no son tan hermosas.-Ahora me comenta, mientras pasa los dedos por el marco de uno de sus lienzos, que era una mujer tirada en el suelo, solo mostrando su prominente trasero y su cabellera negra.-Pero son hermosas y quería pintar toda una colección y obra de estas mujeres. Yo misma me empecé a sentir emocionada al ver cada pintura, sabía que yo nunca podría ser tan libre y hermosa como cada una de estas mujeres, así que sus cuadros me dieron vida. -¿Las mostrará? -Le comenté ahora mirándolo, pero su mirada no estaba con la mía, junto a sus cuadros tan bien pintados. Sino que su mirada estaba encima de mis ojos. Yo de inmediato empecé a sentir de nuevo esa conexión que sentí al verlo, en medio de la calle mientras él estaba subido en su auto. Así que parpadeo varias veces, para mira a otra parte. Tenía mucho que pensar con el tema de Jasper, no necesitaba más. -Disculpe...-Me dice ahora mofándose un poco, después de darse cuenta que me estaba mirando.-No, creo que su escuela es bastante conservadora, está colección a pesar de ser una de mis favoritas, es un poco provocativas para las reglas de esta escuela. -Yo creo que es hermosa.-Le contesté de inmediato mientras empiezo a sonreír. - Sé que el reglamento de esta escuela es muy conservadora y estricta, entiendo su preocupación por no tener el apruebo quizás de los demás, pero debo decirle que creo que usted será uno de los mejores profesores de arte.-Le dije mi sincera opinión, mientras me siento en una banca, viendo como él me seguía. Platicar con el maestro McCain, me hacía olvidarme un poco de las cosas tan duras que tengo que enfrentar. -Bueno, le agradezco mucho señorita Thompson.-Me dice sonriendo mientras se sienta a un lado mío, sonriendo con esos dientes parecidos a las perlas blancas.-¿Usted pinta? - Me pregunta ahora emocionado, creo que al ver mi reacción con sus pinturas, pensó quizás que yo también era pintora, pero era todo lo contrario. -No, por desgracia soy muy mala.-Le contesté con un poco de pena, ya que quizás esté decepcionado.-Nunca me a internado la pintura, pero no se porque me llamó la atención sus obras.-Le confieso mientras que yo también estaba sorprendida, yo era más de libros, matemáticas, debates e incluso la poesía, pero el arte no estaba dentro de mis ideales.-Soy muy mala en todo lo que tenga que ver con artes, señor McCain.-Ahora lo miro esperando recibir quizás una mirada de lastima o de enojo, ya que estaba gastando el tiempo conmigo, ya que pudo enseñarle estas obras maestras, a alumnos como Charlotte, que pinta como una diosa del arte, pero lo que recibí fue una sonrisa, aún interesada en mí. -Puedes llamarme Cameron. -Ahora me dice aún con su sonrisa dibujada en sus labios. -No, como cree.-Me empecé a reír con un poco de pena.-El señor McCain se gana por algo, no quiero perderle el respeto. -Le contesté con un tono dulce, mientras que hay una parte de mí que ya no quiere ser una mojigata, quiero ser otra persona desde anoche, así que después de pensarlo un poco, solo decidí que esta conversación fluyera. -No, puedes llamarme Cameron y quizás yo te pueda llamar Lea.-Propone mientras que yo solo sonrió, mientras afirmó con mi cabezas. -Esta bien, Cameron. -Y a pesar de él que señor... Digo Cameron, tenía gustos diferentes a los míos, pudimos notar que nos agradamos el uno al otro. Ambos estábamos asombrados de lo mucho que nos gustaba ser personas completamente diferentes, mientras que nos hacemos preguntas el uno al otro, curioseando en los gustos de los dos. Él de inmediato me empezó a preguntar, por qué me gustaba mucho el derecho, así que yo misma le explico que quería ser una abogada, que pueda ser servidora  para gente que quizás no tengan dinero, ya que hay muchos casos que por el labor de los abogados, terminan muy mal. Quería hacer la diferencia, ya que la justicia también era lo mío. No le pude negar que también me gustaba debatir con mis compañeros de un tema, pero mientras le comentó lo mucho que me gusta el debatir en vez de pelear, me doy cuenta que en este día no he estado debatiendo, simplemente he estado peleando con fuerza. -Lea, ¿se encuentra bien? -Me pregunta Cameron, ahora viendo que me quede como una idiota mirando mi pupitre. -No, todo está bien.-Le contesté tratando de estar bien, mientras él de inmediato me cree, para empezar a decirme sus razones del porqué le gustaba el arte. Sus razones fueron realmente hermosas e interesantes, me comentó que se puede hacer arte incluso mirando, era algo que él estaba haciendo mucho conmigo, así que me mofó un poco, ya que a estado practicando conmigo. Pero también me comenta que es la forma en la que una persona puede mostrar el dolor, la tristeza y desdicha. Mostrándome que había algo en el arte que quizás quiera intentar, así que me alienta a hacer un buen trabajo, en cuanto estemos en su clase. Y mientras intentamos conocernos aún más, el timbre sonó, sabía que tenía que ir a mis clases, así que antes de dejar su estudio, me dice: -Realmente espero que puedas probar con el arte un poco. -Yo solo sonrió mientras tomo mi chaqueta. -Lo intentaré. -Le terminé de decir, para después salir del lugar, para no llegar tarde a clases. Sabía que Julia estaría en el mismo salón que yo, así que no fui a buscarla a la cafetería, solo me fui directo al lugar, esperando que ella hiciera lo mismo. Al llegar a la clase, una vez más me encuentro con la mirada poderosa de Jasper, quién me mira con su quijada apretada y sus ojos con largas pestañas.  Era como si todo lo que hiciera, estuviera mal, pero como no sabía que estaba haciendo de malo, solo me senté en mi banca, en el área de los mortales. Para después ver cómo Julia, llegaba al salón, ahora tomada de la mano de Charlotte. Yo de inmediato me mofé con gracia, ya que su relación iba avanzando muy rápido. Todos miraron que ellas estaban juntas ahora, pero sabía de antemano, que a Julia no le interesaba la opinión de ninguna de las personas que estaba aquí. Así que las dos se sientan cerca de mí. -Hola.-Le dije a Julia mientras ella no dejaba de sonreír, parecía que se había enamorado de verdad, mientras que Charlotte también se veía feliz.-Parece que se conocieron muy bien.-Le comenté en un tono picante. -Ya sabes, hay que ser rápidas antes de que el tiempo se acabe.-Yo de inmediato sonreí, porque en realidad era un buen consejo. Lamentablemente no puedo hace lo mismo con Jasper, ya que él se resiste con todas sus fuerzas. -Aún que debo admitir que me gustaría habernos sentado en otro lugar.-Comentó Charlotte dando su opinión de inmediato, mientras que yo no sabía que decirle. Todo se tornó un poco incómodo, cuando ella empezó a hablar, ya que tenía una vibra un poco pesada. -Sí, pero bueno, es mí amiga.-Ahora Julia mira a Charlotte, mientras que no entendiendo el comportamiento de ella. Y para ser sincera, yo tampoco entendía porque sólo hacía malos comentarios cuando yo estaba. -Si quieren pueden sentarse en donde ustedes quieran.-Dije tratando de limpiar el aire, que se estaba tornando un poco problemático. -No, aquí estamos bien.-Dijo Julia ahora molesta, mientras mira a Charlotte con ganas de matarla, mientras la rubia sólo hace una mueca, dispuesta a quedarse en el lugar en donde estaba, pero con mala gana. El lugar de los mortales, era para describir a las personas que no teníamos etiquetas, como "los perdedores" "los populares" "los ricos" y todas esas etiquetas que se hacen en la sociedad de los adolescentes. Por mi parte yo no quería ser parte de ninguna de esas etiquetas, así que a ese tipo de personas, nos llamaban los mortales, bueno aunque creo que sí es una etiqueta. Pero no tenía un significado fuerte, solo éramos personas que no queríamos ser señalados. Pero cuando Max notó que Julia y Charlotte venían juntas, de inmediato empezó a hacer comentarios. -¿Así que ahora vienen en pares?-Pregunta desde su lugar, unos dos metros alejado de nosotros, mientras los "populares" se empezaron a reír de inmediato.-Pensé que sólo le cuidaba el trasero a Lea, ahora ya tienes a alguien que te lo cuide.-Ahora se refiere a Julia, mientras la mira despectivamente. -Ja, ¿me lo dices a mí? - Ahora pregunta Julia mientras se señala a ella misma.-Espero que no te estés refiriendo a mí, idiota.-Le dice con enojo mientras que por la parte de Max, no era suficiente. -Sí, te estoy hablando a ti, lesbiana.-Y cuando esa palabra se escuchó, de inmediato se creó una atmósfera terrible. Sabía que Julia tampoco quería ser etiquetada por nadie, así que sabía que estaba dispuesta a romperle la cara. -Mejor mantén tus comentarios dentro de tu trasero, si no quieres que te parta el ano en dos.-Amenazo Julia con mucha razón, ya que ese imbécil no era nadie para que estuviera ofendiendo a la gente, o en mi caso, queriendo violar a la gente como si nada. Duston por su parte, se inclina un poco para verla directamente a los ojos, quitándose las gafas y dejándonos ver, que incluso sus ojos tenían sangre molida por dentro. Yo y Julia nos asustamos al verle de esa manera, parecía estar enloquecido mientras la mira fijamente. -Cuídate las espaldas. -Amenaza con sigilo, mientras ahora esto ya era persona contra Julia. -No te tengo miedo.-Respondió Julia con nervios, ya que sabía que ser amenazada por alguien como Duston, no era una buena idea. Ese imbécil tenía mucho poder en nuestra comunidad de adolescentes promiscuos, como también en la comunidad de la iglesia, sus padres eran de dinero y eran tan respetados, tanto como George, pero por dar comida y dinero para la comunidad. Cuando nuestro profesor llegó, fue el único momento en que nos pudimos sentir un poco protegidas. El hecho de que le haya dicho lesbiana a Julia en clase, hizo que mucha gente se empezará a burlar de ella y Charlotte, molestándolas durante toda la clase. Pero cuando la clase terminó, sabía que tenía que hablar con Julia a solas. Y mientras todos dejaban la clase, yo tomé de la mano de Julia, quien de inmediato tomó a Charlotte, siguiéndome hasta llegar a un lugar en donde no hubiera nadie conocido. -Dios mío, él te amenazó.-Ahora le comenté con nervios, mientras que la primera en contestar es Charlotte. -Es solo porque le dijo lesbiana, ¿que acaso te molesta? -Yo sabía que su comentario no tenía nada que ver con eso, así que con prudencia, le hice un pedido. -¿Crees que nos puedas dar un tiempo? -Le pregunté con educación, mientras que Charlotte se le quedó viendo a Julia, para esperar una respuesta. Por otra parte, Julia sólo asiente con la cabeza, para que nos pueda dejar a solas. -Como sea.-Dijo la rubia rodando sus ojos.-Te espero en la clase de artes.-Le dice a Julia después de caminar con pereza hacia la dirección correcta. Y cuando me quedé a solas con Julia, por fin pude hablar sinceramente con ella. -Sé que a ti no te preocupa mucho el hecho de que Max te haya amenazado...-Pero ella me interrumpe, para decir su verdad. -No, en realidad si estoy asustada. Al ver que es cierto lo que dice de él, ahora tengo miedo de que me pueda hacer algo.-Yo tomo de su mano con fuerza, quizás porque compartimos la misma preocupación. -Si tú quieres, lo denunciare.-Estaba dispuesta a hablar de lo que había pasado en la fiesta de anoche, solo porque Julia estuviera a salvo, pero Julia me conocía más que nadie. -No, no quiero que seas juzgada, tendrías que explicarle a todo el mundo lo que pasó, solo hazlo si tú lo quieres hacer, pero no lo hagas por mí.-Ella conocía que era ser señalada, las dos estábamos en la misma página, así que solo la abrace con fuerza. -No dejaré que te haga daño.-Le sonreí mientras ella estaba conmovida con mis palabras. -Gracias, aunque sé que no puede defenderte sola, pero gracias.-Ella me conocía, pero no sabía que tenía fuerza y mucha sed de venganza, así que solo me reí, intentando que creyera que todo iba a ser como es siempre, ella impidiendo que la gente me haga daño. Así que después de hablar sobre el tema de Max, decidimos ir a nuestra última clase, con el profesor Cameron.  Al llegar al lugar, todos ya estaban sentados en sus lugares, mientras que la mirada de Cameron me busca, sonriéndome con ganas. Yo solo le recibo su sonrisa, regalándole una a él también. Pero nuestras sonrisas de inmediato fueron captadas por la mirada de Jasper, quién nos miraba a los dos con enojo. Yo solo mire hacia otra dirección, para acomodarme en mi asiento.  Julia hace que nos sentemos con Charlotte, por mí no había ningún problema, ya que a mi parecer ella era una buena chica. Pero al estar con ella, nos dimos cuenta que estaba muy emocionada, mientras que empezaba a sacar algunas pinturas que había hecho con nuestro profesor anterior. -¿Qué haces Lottie?-Pregunta Julia mirándola extrañada, mientras que yo también la estoy mirando de la misma forma. -Necesito compartir mi arte con el profesor, y más sabiendo que viene de la escuela de artes de New York, en donde yo quiero entrar.-Nos explica mientras se le ve entusiasta, así que cuando termino de sacar sus lienzos, la clase empezó. -Hola chicos, yo soy el profesor Cameron McCain y seré su nuevo profesor de artes.-De inmediato al hablar el hombre alto y de ojos azules, todas las chicas empieza a hacer ruidos, ya que era un profesor muy apuesto. -Trataré de que las clases no sean aburridas, enseñándoles nuevas técnicas que he aprendido alrededor del tiempo.-Todo sonaba muy bien, pero de inmediato la mano blanca y pálida de Charlotte se alzó en los aires. Sorprendiéndonos a todos, ya que el profesor no había hecho alguna pregunta, ni tampoco le dio pie a que dijera algo, pero de todos modos, el profesor le dio la palabra. -Sí, dime.-Responde el profesor con una sonrisa. -No creo que la clase de arte sea aburrida, definitivamente las clases de artes son aburridas para algunos, porque simplemente esta clase no es para todos. Aun así me encantará ver sus nuevas técnicas.-Comenta mientras todo el salón permanece callado, hasta que el idiota de Duston tuvo que decir algo. -¿Quién te preguntó tu opinión, loca? -De inmediato al hacer esa pregunta, medio salón se empezó a reír de ella, mientras que sabía que a Charlotte no le importaba mucho lo que dijeran de ella, así que solo dijo: -Le comenté al profesor, no a ti cabeza de chorlito.-Murmuró mientras ahora mira al profesor.  Por parte de Cameron, él de inmediato detiene la pelea. -Señor Duston, le pido que sea más respetuoso dentro de mi clase, le comento que tendré mano dura con cualquiera que se atreva a irrespetar a cualquier persona en esta clase.-Yo de inmediato sonrió, ya que eso era muy justo. De inmediato empecé a conectarme a esa fuerza con la que él hablaba, con la justicia que yo quería hacer dentro de la sociedad. Así que estaba orgullosa del profesor. -Y usted señorita.-Se dirige a Charlotte sin saber su nombre, pero él de Duston sí, y creo que es porque todos los profesores tenían a Duston como su peor alumno.-Le agradezco su opinión.-Y eso iba a ser todo, ya que el profesor ya se veía molesto, sino fuera porque Charlotte quería seguir hablando. -No he terminado, señor McCain.-Así que no pude evitar sentirme como mis demás compañeros, cansada de que tratara de siempre ser la favorita en la clase de artes. Todos éramos buenos en algo, pero Charlotte tenía una sobre confianza con todo lo que hacía, así que eso podía hacer que la gente se molestaran con ella.-Le quería mostrar la mejor colección de artes, que se presentó en la escuela, el año pasado en un concurso que hizo nuestro maestro ya difunto.-Ella toma sus pinturas y se acerca al profesor, mientras que él toma las pinturas en sus delicadas manos blancas. La pintura de Charlotte era muy abstracta, de mi parte yo no podía disfrutar de su forma de pintura, ya que para ser sincera, no lograba entenderlas. El profesor mantiene sus pinturas en sus manos, por unos momentos, hasta que se los entrega de nuevo, viendo que su reacción no era muy buena. -Son buenos señorita, ¿ahora puede sentarse?-Le pide con amabilidad, mientras todos nos sorprendimos. Quizás todos queríamos ver esa reacción de desinterés que portaba el profesor, ya que ella era una pequeña presumida. Así que Charlotte no tuvo más, que regresar a su lugar con sus pinturas en mano, algo decepcionada de la reacción del profesor. Pero por otra parte, creo que el profesor sólo estaba enojado de la atmósfera que se había formado en su clase, y que no era nada personal. Julia de inmediato pone una mano sobre el hombro de Charlotte, para tratar de reconfortarla. -Tus pinturas son buenas, Lottie.-Le susurró mientras le sonríe. Charlotte no tuvo otra que guardar sus preciadas pinturas en su lugar. Después la clase se volvió aburrida, el profesor nos indicó que materiales necesitamos traer, mientras que la única que quizás estaba apuntando cada palabra que el profesor decía era Charlotte, levantando la mano más de una vez. Definitivamente la pasión de Charlotte al arte, nos hacia sentir un poco abrumados a la gente no tan fanática del arte, haciendo que no disfrutamos de la clase del señor Cameron. -Bien, la clase terminó.-Avisa el profesor al oír la campana, mientras que todos estábamos agradecidos de que eso pasara. Yo de inmediato tomó mis cosas, para tratar de salir a prisa, pero Julia me detiene. -¿Me esperas? Es que Charlotte quiere acercarse al profesor.-Me comenta mientras que yo hago una mueca, pero se que tengo que quedarme, soy una buena amiga. -Está bien.-Suspiré mientras detenía mi caminar, para esperar a Charlotte y Julia.  Y mientras el salón se iba vaciando, las tres nos acercamos. De inmediato el profesor al vernos a Julia y a mí, nos sonrió con amabilidad. -Señorita Newman, señorita Lea.-Ahora dice mi nombre mientras que Julia puede notar ese pequeño detalle, dándome un codazo, él cual yo recibí con dureza, tratando de que no se viera muy obvia. -Cálmate.-Le murmure a Julia con la dentadura bien aferrada a mi mandíbula. Mientras que de inmediato empecé a hablar.-Solo queríamos acercarnos, ya que Charlotte quiere hablar con usted.-Le dije mientras que Julia seguía sonriendo sin pena, ahora haciendo una conexión entre el profesor y yo. -Sí, dígame.-Ahora mira a Charlotte, mientras que Julia y yo nos hicimos a un lado. -¿Qué demonios? -Le dije al ver que intentaba hacer notar ese detalle que tuvo conmigo. -Tu dime, ¿ahora te dice por tu nombre?-Me pregunta juguetona mientras que yo sólo niego con la cabeza, pero sonriendo como nunca. Quizás si estaba un poco soñada, ya que el profesor era un hombre muy guapo e inteligente. Y al parecer nos llevábamos muy bien, era extraño estar tan conectada con alguien, cuando apenas lo conozco. -Sí, creo que nos hemos hecho amigos. -Le conteste con algo de pena, pero tratando de que ella no me dijera algo que me molestara. -Lo sabía, sabía que se gustaban.-Ahora lo dice como si ella lo supiera todo. -No, ¿cómo crees? -Le contesté mientras niego con la cabeza.-Es solo nuestro profesor.-Pero ella no me cree, así que sigue con la misma actitud. -No me niegues algo que es cierto, a pesar de que sea nuestro profesor, no tiene nada de malo que se gusten.-Ahora lo dice con sinceridad, mientras miro de reojo al maestro, ¿en serio no había ningún problema?  Pero mientras estamos hablado, puedo notar que el profesor no le está prestando casi nada de atención a la parlanchina Charlotte, sino que nos está viendo a Julia y a mí. -¿Puedes ver? - Ahora me dice Julia, mientras que ella también se dio cuenta que no le estaba haciendo caso a su "Lottie", sino que nos miraban a nosotros.Pero sin darnos cuentas, ya teníamos a Jasper detrás de nosotros. Mirándonos con cara de querer matarnos, mientras su respiración era irregular. -¡Qué demonios! -Expresó Julia sin darse cuenta que mi hermanastro, había escuchado todo. -¿Podemos hablar? -Me dice a mí mientras que Julia de inmediato contesta por mí. -¿No crees que ya has estado queriendo llamar la atención de tu hermana todo el día?-Pregunta mi mejor amiga, mientras frunce el ceño ante la cara de malestar de mi hermano.  Por otra parte, Jasper se dirige una vez más a mí. -¿Podemos? -Ahora pone sus grandes ojos verdes sobre mí, poniéndome presión mientras que me armo de valor y le contestó. -No, no podemos.-Le hable con dureza, mientras que Julia y Jasper, estaban sorprendidos de mi nueva actitud.-En este momento no puedo, estoy ocupada.-Le dije con firmeza mientras que de inmediato veo como Julia sonríe. Pero para Jasper eso no era una respuesta y a pesar de que él es un joven, que jamás demuestras algo de sus sentimientos, ahora demostraba que estaba furioso. Y no podía negar que la mirada del profesor Camperon que está sobre mí, no ayudaba a mí situación. Así que como nunca, me toma del brazo y arrastrando, me saca del estudio, hasta que me llevó hacia el estacionamiento. No podía negar que ver esta nueva etapa de Jasper, de chico malo era excitante y atractiva, pero eso era aún más terrible para mí, porque yo no podía tener ninguna parte de este nuevo hombre excitante. Y al estar en el estacionamiento, por fin me suelta el susodicho. -¡Te has convertido en un maldito animal! -Le grité con fuerza mientras que mi brazo, una vez más se puso rojo. Pero sabía que en este mismo momento, todo mi cuerpo se veía rojo del coraje. -¡Tú me estas convirtiendo en esto!-Ahora se señala a sí mismo, mientras que su respiración es visiblemente irregular, mientras su pecho ancho y firme se empieza a inflar.-No puedo reconocerme a mí mismo.-Me reprocha como si yo tuviera la culpa.-¿Entonces estás enamorada de ese profesor?-Pregunta con celos mientras frunce el ceño.-¿De ese auto fue del que te bajaste esa mañana? - Ahora me pide una explicación, mientras que yo solo escucho lo agobiado que se siente. -Sí, me baje del auto del señor Cameron hoy.-Le explique con sinceridad.-Pero fue porque el hombre no sabía cómo llegar a la escuela. Y Julia estaba a mi lado.-Pero aún que dije la verdad, mi respuesta no fue suficientemente clara para que él pudiera entenderme. -¿Cómo pudiste subirte en el auto de un desconocido? -Me pregunta con coraje, mientras que Julia ya me había cuestionado sobre ello, no quería darle explicaciones, ya que estaba harta de pelear con él. -Entiendo que este enojado, pero estoy cansada de dar explicaciones, o más bien de darte explicaciones como si fueras mi dueño.-Exprese con molestia, mientras él aclara su garganta. -No te pido respuestas porque crea que eres de mi propiedad, sino porque me estoy muriendo de los celos.-Ahora expresa sus verdaderos sentimientos.-Maldigo el día de ayer, ya que yo jamás pensé que me sentiría de esta manera.-Me explica mientras sus venas se empieza a resaltar, de su piel gruesa y cálida.-Ahora que te he besado, no puedo imaginarme a alguien más haciéndolo.-Ahora se recarga sobre un auto color plateado, mientras que se ve cansado. -Entonces solo hazlo.-Le dije de la nada, mientras ahora tengo toda su atención.-Hazme tuya.-Murmuré mientras lentamente me voy acercando a él, hasta llegar a acorralarlo contra el auto plateado.-Solo hazlo.-Ahora comparto mi aliento con el de él, mientras él me mira algo incrédulo. Intente besarle, ya que me estaba muriendo por probar de nuevo esos labios rojizos, con ese aliento tan dulce que él porta, pero a pesar de que estaba excitado tanto como yo, no lo hizo. Me alejo con sus dos mano, mientras empieza a negar con su cabeza. -Dios nos castigará.-Murmura mientras que yo no podía creer que me estaba rechazando. Y no era porque me sintiera la gran cosa, pero pensé que él por fin dejaría esa idea tonta que tenía. -¿De qué hablas? Dios no nos castigará, porque no sabemos si hay un dios haya arriba.-Murmure mientras que no soy muy creyente, ya que a pesar de que soy m*****o de la comunidad cristiana, siempre creí que todo tenía alguna respuesta científica, más que una respuesta divina.  También no podía creer que Jasper fuera tan devoto, ya que a pesar de que su padre es pastor, nunca pensé que él creyera en esas cosas. -Lo hay, si hay un dios, que todo lo ve. -Ahora lame sus labios.-Pero aún con el hecho de que no existiera, el pueblo eterno nos odiaría, nos aborrecerían, ya que a la gente les gusta más juzgar a los demás por sus actos, no por sus acciones.-Me trata de explicar que a pesar de creer que si existe un dios, le preocupa más lo que la gente diga de nosotros. -Prefieres guardarte todo esos sentimientos, que llevas dentro y aguantar todo, solo porque no quieres que nos juzguen, o más bien, que te juzguen.-Ahora aprieto mi mandíbula, mientras que estaba dispuesta a decirle más cosas.-¿Sabes algo? -Ahora lo empujó, mientras se golpea contra el auto.-Bendito sea tu dios.-Termine de decirle mientras dejaba el lugar. Sabía que tenía que ir caminando sola a casa, para poder respirar y pensar en lo que me estaba haciendo Jasper. Sabía que él y su padre se habían apoyado, ciertamente en Dios cuando perdieron a Sofía, la madre de Jasper, mientras que la palabra del señor les ayudó a poder seguir con sus vidas. Pero jamás creí que Jasper fuera alguien que creyera en la religión, mientras que también sabía de antemano, que Jasper simplemente no quería ser marcado con alguna etiqueta, y menos con la etiqueta de ser alguien que profanó su fe, esa fe que le dio el puesto de pastor a su padre entre los creyentes de esta comunidad. Sabían qué no lo haría cambiar de opinión, hasta que yo misma actuará para que pueda ver que no está cometiendo nada malo, y para que deje de estar tan al pendiente de lo que la gente dice de él.  * -Entonces, dígame señorita Street, ¿quién cree que fue el culpable de la muerte de la señorita Meredith?-Le pregunta el oficial Taylor, a la pálida y regordete Charlotte, quién estaba siendo interrogada por la muerte de Meredith. -Solo sé que la única persona que pudo haber hecho tal cosa, fue Lea, Lea Thompson.-Responde la chica de cabello rubio desordenado, mientras todo su maquillaje gótico, se corre por su cara. -Ella era una persona normal, hasta que se convirtió en un verdadero animal, quitándonos a todos la felicidad.-Explica la joven con enojo, mientras arruga su nariz más de una vez.-Esa chica pudo haber asesinado a Meredith, así que yo sé que ella pudo hacerlo.-Mientras ella sigue hablando, él detective Taylor anota todo lo que la joven le dice, en una libreta. -Bien señorita Street, dígame, ¿por qué cree que la señorita Lea le quita todo a los demás? -Pregunta el hombre  de color de 46 años, mientras pega su espalda bien a la silla. -Lea era una mojigata antes, no podía ni siquiera alzar la voz más que en sus estúpidos debates, en donde era la mejor. Pero algo cambió, ella en verdad lo hizo, se volvió más interesante para la gente, ahora todo mundo la deseaban, incluso Julia, quién se supone que era mi novia, incluso el profesor de artes, no podía quitar sus ojos de ella, quitándome mi felicidad.-Explica la joven con odio, mientras que empieza a sacar algunas lágrimas de sus ojos.-Incluso mi futuro, quizás por ella jamás pueda ser aceptada en una escuela de artes, ya que ella me quito mi puesto, me quito mi sueño.
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