Capítulo 2

5422 Words
(2) Al entrar a casa, me doy cuenta que no puedo respirar aún, mientras que cuando cierro la puerta de la casa, me doy cuenta que estoy interrumpiendo un gran beso. George y mi madre se besaban apasionadamente, en el sillón de la sala mientras miraban una película. Al darse cuenta de mi presencia, de inmediato se separan para mirarme nerviosos. -Lea, no sabíamos que ya habías llegado.-Dijo mi madre mientras arregla su ropa y se limpia el labial, que se ha embarrado sobre su cara. Yo no puedo sentirme más caliente que nunca, esta imagen parece ser algo que no me puede detener del fuego que hay dentro de mis piernas.  Pero al mismo tiempo, puedo ver que George me mira extrañado. -Lea, tu no saliste con esa ropa de esta casa.-Ahora luce molesto mientras mira mi vestido tan corto, con esas botas entubadas. Yo no quería decir algo que no fuera cierto, así que solo dije: -Me cambie la ropa llegando a la fiesta.-Murmuré sintiendo la presión. -Lo lamento.-Le contesté sin saber si de verdad lo sentía. -George.-Ahora veo como mi madre toma del brazo de su esposo, llamando su atención.-Lea está creciendo, es lo primero que le vemos hacer.-Pero de inmediato noto cómo mi madre seduce a George, mientras quiere que lo de hace un rato se vuelva a repetir. -Está bien. -Termina diciendo George, para después tomar de la mano de mi madre, para llevarla al dormitorio. -¡j***r! -Maldecí mientras mordía uno de mis labios, al verles dejar el lugar. Yo solo intentaba olvidar los besos que Jasper me dio, pero era imposible poder olvidarlos, así que mientras subía las escaleras, hasta llegar en donde las tres habitaciones estaban, pude ver como la habitación de nuestros padres estaba medio abierta. Notando cómo se comían el uno al otro, mientras podía ver cómo se quitaban la ropa. De inmediato camine hacia mi habitación con rapidez, que quedaba enfrente de la de Jasper, mientras que por curiosidad, antes de entrar a mi habitación, toque la manecilla de su puerta, para ver si esta estaba abierta, pero estaba cerrada, así que decidí entrar a mi habitación. De inmediato me metí a la cama, sin quitarme la ropa, solo pensando en los besos de mi hermanastro. Pero como si fuera el infierno, escucho como mis padres tienen sexo. Puedo escuchar como George embestía a mi madre con fuerza, mientras sus gemidos se pasaban por mis oídos. De inmediato empecé a sentir tanta lujuria en mi cuerpo, así que empecé a pasar mis manos por los lugares, en donde Jasper me había tocado, cada parte de mi cuerpo ardía mientras escuchaba aún los gemidos. Pero mientras mis manos llegaron hacia mi feminidad, me detuve, ya que jamás lo había hecho antes, jamás me había masturbado y menos con los gemidos de mis padres, sabía que estaba mal. Así que saltó de la cama, caminando directamente hacia la puerta, para poder salir a otro lugar huyendo de este clímax de sexualidad, pero cuando salgo hacía el pasillo, puedo darme cuenta que Jasper está saliendo de su habitación, luciendo la misma cara que yo. El joven de piel cálida y ojos verdes, luce nervioso mientras empieza a jadear. Sus músculos se tensan mientras intenta recobrar el aliento. Puedo darme cuenta que a Jasper le había pasado lo mismo que a mí, estaba tan caliente como yo. Así que como dos locos, corremos el uno al otro, para besarnos. Besarnos aun sabiendo que nuestros padres nos pueden pillar, pero no nos importa, ya que mientras ellos están haciendo el amor, nosotros nos besamos con todas las ganas que tenemos. Nuestros labios se rozan mientras nuestras lenguas, entran en una pelea, discutiéndose por el premio del mejor besador, mientras sus manos se pasan por todo mi cuerpo, dibujando mi silueta. Pero una vez más, Jasper me detiene mientras juntó nuestras frentes. -Tenemos que parar.-Me susurra mientras mis ojos azules, se juntan con sus ojos verdes.-No podemos seguir con esto. Pero yo solo paso mi mano por su barbilla, que poco a poco va mostrando unos vellos. -No quiero parar, no me quiero detener.-Le contesté pasando mis labios por su nariz.-Me han detenido toda mi vida.-Susurré mientras que intento que mis padres no salgan de la habitación.-Jasper, no había sentido nada hasta ahora.-Ahora le confieso, para que pueda entenderme, pero al final sabían que no podía hacerlo.  Así que me aleja, poniendo sus dos manos sobre mis hombros, para separarme de él. -Es imposible que podamos seguir con esto, y menos deseándonos como lo hacemos ahora.-Susurra mientras me mira con detenimiento.-No puedo volver a sentirme tan caliente, al pensar que estamos haciendo lo que nuestros padres hacen.-Y es entonces, en donde me doy cuenta que estábamos haciendo lo mismo en nuestras habitaciones. El quizás se estaba masturbando, mientras escucha los gemidos de nuestros padres, pensando que somos nosotros dos haciendo el amor.-Esta mal, eres mi hermana.-Dice decepcionada mientras intenta irse. Yo de inmediato reaccionó, tomando de su brazo antes de que entrará hacía su habitación. -Está bien, pero entonces no detengas, cuando una persona como Max me folle antes que tú.-Sabía que era un golpe bajo, ya que por lo que pasó esta noche, sabía que Max era un tema difícil para mí hermanastro. Así que decidí huir del lugar, entrando a mi habitación, cerrando la puerta con seguro, para después oír como Jasper golpeaba mi puerta con fuerza. Así que mientras me dejaba caer al suelo, una sonrisa macabra salió de mi boca. Sabía que eso le había lastimado, pero al mismo tiempo me hacía saber que tenía algo de control. Así como él se controla cada noche, así como me dijo que no podíamos estar juntos, sabía que yo también podía tener el control en él. Durante toda la noche, me quedé pensando sobre lo que había pasado esta noche, como me di cuenta que he sido engañada por mi mejor amiga, por mis padres y por mi hermanastro. Se que quizás él tema con Julia pueda ser el más fácil de entender, ya que puedo aceptar que ella sea diferente, que sea lesbiana, pero no puedo olvidar el amor que me tiene mi hermano. Mientras más pienso, el tiempo va corriendo con rapidez, hasta que por mi ventana, se puede ver el sol recién salir. Ya había amanecido, ya había pasado toda la noche, así que solo apague la alarma que suena a diario de mi celular, mientras miro el techo sin poder parpadear. Tenía que ir a la escuela, así me metí bañar, dejando caer todo el maquillaje que Julia había puesto en mí, dejando caer cada beso que Jasper me dio y cada duda que estaba en mi mente. Sabía lo que quería, así que no volvería a hacer la misma de antes. Después de la ducha, me pongo mi uniforme de todos los días, que consiste en una falda entablada roja corta, junto con una camisa de botones blancas, mientras uso calcetas rojas largas y zapatilla negras bajas. Antes solo me ponía mi uniforme y salía sin arreglarme de mi habitación, pero hoy por primera vez en mucho tiempo, me observó en el espejo, notando que había algo en mí que ya no era igual. Así que en vez de hacerme un chongo como era usual para ahorra tiempo, dejó caer mi cabellera larga y negra sobre mis hombros, mientras me doy cuenta que luzco unos ojos azules muy grandes. Después tomó un labial rojo que Julia me había regalado, para pintar mis labios rojos, que son en forma de corazón, para convertirlos en unos bonitos labios rojos resaltados. Siempre me vi a mi misma, como una copia de mi madre, pero menos atractiva, ya que ella podía seducir a cualquier hombre, solo moviendo sus largas pestañas, pero en este momento, me puedo ver en el espejo como la copia más joven de mi madre. Quería seducir a cada persona que se me pusiera enfrente de mí, en realidad quería hacerlo. Así que salgo de mi habitación con mi bolso en mano, mientras en la otra, traigo el saco de la escuela, que es de color guinda y tiene el logo de unos ángeles en la parte derecha de éste. Pero sabía que en esa escuela, no había ningún ángel, todos eran jóvenes precoces que querían huir de esta ciudad cuando fuera posible. Sabía que en mi escuela ni siquiera se podría decir que quedara una virgen, ni si quiera yo podía decir lo mismo, pero en este momento, quizás no quiera hablar de cómo sucedió ese encuentro. Mientras bajó las escaleras, puedo escuchar que mis padres están felices después de darse un banquete que todos pudimos escuchar, así que me siento un poco irritada con ellos, ya que ellos pueden tener, algo que Jasper y yo ahora queremos. -Buenos días, mi princesa.-Dice mi madre feliz al verme, mientras está sosteniendo un taza de café, justo al lado de George. -¿Que tienen de buenas? -Murmuré con resaca, mientras me acerco a tomar un poco de café. -¡Oh!-Solo veo la reacción de sorpresa de George.-Parece que es la primera vez que te vemos de mal humor.-Me comenta mientras me sigue con su mirada. -¿Quizás algo pasó anoche que te cambió tu buen humor de siempre? - Preguntó preocupado.-¿Paso algo con Duston que no te agrado?-Yo ahora sonrió viéndome algo negativa, ya que quería sacar ese tema a borde. -Tu pregunta quizás sea, si Duston me violo, ¿o algo así?-Ahora me doy media vuelta para mirarlo a los ojos.-No crean que no me entere que me han estado mintiendo durante un tiempo.-En realidad mis padres estaban con la boca abierta, no sólo les había echado en cara su gran secreto, sino que también era la primera vez que les hablaba de esa forma. -¿Quién te lo dijo?-Preguntó mi madre preocupada, mientras George aún seguía sin creer que yo les estaba hablando con claridad frente a su cara. -Yo misma pude darme cuenta, que me han ocultado algo que Jasper les ha dicho a ustedes.-Ahora tomo mi bolso una vez más.-Pero si les hace sentir mejor, Duston mantuvo sus manos fuera de mis piernas durante toda la noche. -Rodé los ojos mientras intento caminar hacia la puerta, pero mi padre me detiene. -Lea, ¿qué está ocurriendo? -Me pregunta sorprendió, el pastor de la iglesia, mientras luce guapo con su cabello castaño peinado hacia atrás, mientras sus ojos verdes se alumbran ante mí. -Quizás sea la adolescencia, o algo.- Le respondí sin ganas, mientras ahora le miro sin algún respeto.-¿Me puedo ir, Geroge?-Él de inmediato abre sus grandes ojos, al escuchar su nombre en mis labios. -¿George?-Ahora mofa con gracia, mientras mueve su manzana de adán al tragar saliva.-¿Desde cuándo me dices George?-Era cierto, desde que tenía once le empecé a decir papá a George, como si él fuera el verdadero, pero en este momento no lo podía ver más como solo el padre de Jasper.  No quería mentirme a mí misma, ni tampoco a él, así que sé de qué ahora en adelante, él será solo George para mí. -¿Me puedo ir?-Le pregunté una vez más, mientras lo miró directamente a los ojos. Él por su parte, no le queda otra que asentir con la cabeza, para irse de vuelta a la cocina con mi madre. Así que yo salí de la gran casa azul, huyendo de mis padres. Huyendo de las constantes preguntas que George tiene para mí, huyendo de quizás el lugar que se volvió un hogar de mentiras, al que solía decirle un dulce hogar. Mientras camino por la acera de la calle, voy pensando en todo lo que cambiará de ahora en adelante, pero mientras lo hago, un auto n***o BMW se acerca a mí. En este pueblo era muy usual que los autos se acercaran, pero sabíamos que a pesar de que el lugar era seguro, nunca podía confiar en nadie. Así que sigo caminando, mientras que la persona que está en el auto, pita la bocina de su auto. Yo de inmediato volteó y veo a un joven de cabellera negra, piel pálida y ojos azules dentro del auto. -¿Eres estudiante de la preparatoria de Cadwell Angel's?-Me pregunta mientras que lo único que hago, es señalar el escudo de la escuela con obviedad. Él de inmediato se mofa, haciendo que me acercara más a éste. -Sí, ¿estás perdido?-Pregunté ahora viendo que el hombre es bastante guapo, no parece ser un estudiante, así que se que pueda ser alguien de otra parte. -Hola, yo impartiré las clases de arte de la escuela este año.-Me dice con una sonrisa, mientras que puedo ver que cada uno de sus dientes parecen hechas de perlas.-Soy Cameron McCain.-Se presenta ahora mostrándome su mano, que es blanca y larga. Yo de inmediato sonrió, para aceptar y juntar nuestras manos. -Hola yo soy Lea Thompson, voy a ser su alumna.-Ahora me muestro algo amigable, mientras que de la nada nuestras miradas se entrelazan. Fue una conexión que aún no puedo explicar, mientras luce un lindo traje n***o ajustado. No sé si solo era una atracción física, pero había algo en él que me llamaba la atención. Yo creo que esas miradas pudo haber seguir horas y horas, si no fuera hasta que escuché los gritos de alguien conocido. Yo de inmediato me desconecto de esa mirada tan intensa e insolente, para darme cuenta que la persona que estaba gritando, era Julia. Quién venía a toda máquina con su uniforme desalineado, mientras su cabello rizado va saltando mientras corre hacia donde yo me encuentro. -¡Maldición, Lea!-Maldice sin aliento, cuando llega enfrente de mí. - ¡Cuántas veces te tengo que decir, que no te acerques a autos así! -Me regaña mientras que el profesor McCain solo se ríe dentro de su auto. Yo por otra parte, puedo ver que está exagerando un poco. -Julia, te presento al nuevo profesor de artes.-Ahora le señaló al profesor, quién nos mira con gracia dentro de su auto. -¿Si? -Dice la morena con dudas.- Muéstreme una identificación, para que no crea que usted es un depravado sexual.-Dice con toda seriedad, mientras me sostiene del brazo, quizás para correr si se da cuenta que es un depravado, pero a mi parecer, el hombre de bella sonrisa, estaba diciendo la verdad. El hombre de ojos azules, saca de su bolsillo una credencial que simplemente decía todo. Era la credencial que todos los maestro usaban, era clásica por mostrar el logo de la escuela. -Soy Cameron McCain, su nuevo profesor de artes.-Se presenta de nuevo, luciendo una sonrisa de ángel, mientras que Julia sólo pudo decir: -¡Oh, entonces si está diciendo la verdad!-Ahora me mira a mí, mientras yo solo asiento con la cabeza, viendo que acaba de hacer el ridículo. -Y déjeme asegurarle, ¿señorita... -Ahora intenta saber el apellido de Julia. -Newman.-Ahora sonríe mientras le muestra algo de cordialidad al maestro. -Señorita Newman, que no soy un depravado.-Ella de inmediato sabe que la cago, no era necesario que yo se lo dijera. -Disculpe, lo que le dije.-Se disculpa mientras que de inmediato sale esa Julia que yo conocía, amigable y libre. -Está muy cool que usted sea nuestro nuevo maestro de artes, ya que el otro maestro parecía tener mil años en la escuela y no quiere actualizarse con nada.-Ahora da su opinión libremente. -Sí, desgraciadamente su antiguo profesor, el maestro Julián a muerto hace algunos días.-Otra vez la había cargado, así que puedo ver como un balde de agua fría le cae encima.  Yo solo me rio un poco, ya que la situación parecía divertida. -¡Como lo siento!-Ahora intenta arreglarlo, mientras el profesor sólo niega con la cabeza. -No hay de que disculparse, ¿por qué no mejor entrar al auto, y me indican donde está la escuela?-Nos propone mientras que está vez, Julia parece estar convencida del maestro. Así que las dos nos subimos, en los sillones traseros de su auto mientras Julia me susurra. -Pensé que te iba a subir en el auto de un desconocido.-Murmura tratando de que el profesor no se dé cuenta. -¿Que tan idiota crees que soy? - Murmuré de la misma forma, mientras intento no abrir mucho mi boca.-No soy tan estúpida cómo crees que soy, mi amiga lesbiana.-Ahora le lanzó la bomba sin sutileza, mientras ella me mira con sus ojos cafés bien abiertos.-No creas que no me di cuenta que tienes preferencias sexuales, que no me habías dicho, pensando quizás que pudieras mantenerme a salvo de algo que no existe.-Pero conocía a Julia a pesar de lo que había dicho, sabía que ella no quería argumentar conmigo enfrente de un extraño, así que solo miró su reloj, mientras se quedaba callada. Después lo único que dijimos, fue las indicaciones para llegar a la escuela, mientras que el profesor McCain se veía algo tenso, ya que se había dado cuenta de nuestra pequeña discusión. Al llegar a esa enorme escuela de colores guindas y estatuas de ángeles gigantes, por fin pudimos salir de ese auto. Y cuando lo hicimos, el maestro McCain decide deslindarse de nosotros. -Les agradezco su ayuda señoritas, creo que las veré más tarde dentro de la escuela.-Se despide de nosotros con sutileza, el maestro bien vestido y apuesto. -¡Gracias, por el aventón!-Le grita Julia mientras vemos como parte para dirigirse hacía la escuela. Después al perderlo entre la gente, decidimos traer a la mesa nuestra vieja discusión, mientras que la miró con una mirada algo molesta, no quería decir que era una mirada juzgona, ya que yo no quería juzgarla, pero quizás si la estaba mirando de esa manera. -¡Bien!-Termina diciendo la morena lanzando una patada al aire, mientras ahora intenta hablar conmigo en medio del estacionamiento de la escuela.-Soy lesbiana, pero no sé porque nunca te diste cuenta.-Me dice mientras se señala a sí misma. -Siempre luzco desprolija, nunca me a gustado un chico de este pueblo, solo uso maquillaje para alentarte a que los utilices tú, no me he cepillado nunca mi cabellera. -Ahora señala su cabellera rizada, mientras que a pesar de que ella es latina, su cabellera luce más como un afro. Yo solo me rio y la abrazó con fuerza, no podía con la graciosa y ternura que Julia tenía.-Soy más marimacha que nadie en esta escuela.-Yo ahora la miro con un poco de piedad. -Y no me molesta que lo seas, para nada. No soy como Meredith, tu hermana que es clasista, racista y quizás homofóbica.-Ahora me río mientras que es una realidad, Meredith era todo eso que representa lo que a nadie nos agrada.-Sé que pude haberme dado cuenta, y no me sorprende tanto ahora, pero me hubiera gustado que mi mejor amiga me lo hubiera dicho de frente.-Ahora intento ser clara con ella.-No te juzgó por ser lo que eres, ya que siempre lo has sido, pero pudiste habérmelo dicho.-Ella solo hace una mueca, dándose cuenta de que era verdad. -Lo siento.-Ahora pone unos ojos de cordero, que dan más risa que ternura. Ella tenía un alma muy libre y gracioso, así que todo lo que hacía podía verse como si te estuviera tomando el pelo, o como si no le importara nada.-Sé que debí de ser directa contigo, y más porque te quiero como si fueras mi hermana.- Ahora me abraza con fuerza, mientras yo le recibo su abrazo con amor.  Para luego ella empujarme un poco, para que la vea a los ojos.-Pero que sea lesbiana, no significa que me gusten todas las mujeres, así que no pienses que me gustas. -Yo solo me mofo con gracia. -Claro que no idiota, sabría si yo te gustará.-Ella solo hace unas muecas, para luego sacarme en cara otro tema delicado. -No creo.-Ahora me dice con esa mueca aún en su cara.-No sabía que Duston quiere cogerte desde que nos conocemos.-Era cierto, sabía que tenía razón, pero bueno, tampoco sabía que mi hermanastro quería lo mismo, así que no puedo decir mucho, ella tenía razón. Así que mientras caminamos hacia adentro de la escuela, nos vamos diciendo todo lo que pasó en esa fiesta. Quería decirle lo que había pasado con Duston. -Bueno, ahora puedo decir que lo del abuso en las fiestas de Duston, son reales.-Le comenté mientras vamos caminando por los corredores de la escuela, caminando hacia nuestros salones.  -¿Es en serio?-Me pregunta mientras está usando su bolso al revés, lleva puesto la parte delantera, cubriendo su cuerpo entero, mientras caminamos entre todo el gentío que se hacía por las mañanas. -Pensé que solo estaba exagerando tu hermano. - Me comenta mientras yo solo suspiro con fuerza, ya que no lo hacía, era real.-¿Entonces intento... - Ella intenta preguntarme si él intentó abusar de mí. -Si.-Le contesté mientras estábamos llegando a nuestra primera clase, que era algebra. Y mientras vamos entrando al aula, me puedo dar cuenta de que Jasper ya está en el lugar. Jasper y sus amigos, solía sentarse detrás de la habitación, mientras que los otros mortales, estábamos esparcidos con normalidad por todo el lugar. Pero por primera vez, Duston no estaba en su lugar, junto a mi hermano, sino que su silla permanecía vacía, ya que sabía que quizás él estaba en el hospital o tratando de esconderse. Pero Jasper al verme, se levanta de su asiento mientras viste su chaqueta color vino y sus pantaloncillos negros, para camina hacia mí dirección. Él nunca se acercaba a mí dentro de clases, así que la primera persona que se extraña es Julia. -¿Qué haces aquí? -Pregunta la morena mirándolo de arriba a abajo, mientras Jasper luce algo nervioso al estar enfrente de nosotros.  Yo solo lo miró con algo de molestia, mientras que anoche había sido una noche muy difícil. Estaba herida por sus comentarios, así que por ahora, no quería hablar con él hasta que pudiera organizar mis pensamientos. -Necesito hablar contigo.-Murmura después de aclarar su voz, mientras su manzana de adán se mueve igual que la de su padre. Yo solo hago una mueca de molestia, mientras miro hacia el frente. -¿De qué quieres hablar con ella? -Pregunta Julia mientras actúa como mi abogado, con esa misma mirada, juzgadora que la caracterizaba cuando alguien del sexo masculino se nos acercaba. Pero por la parte de Jasper, puedo verle parpadear con molestia, mientras raspa una vez más su garganta. -¿Puedo hablar con mi hermana? - Termina diciendo con fuerza, mientras que Julia solo hace unas cuantas muecas, aceptando que yo tendría que tomar la decisión.  Así que solo me levanté de mi asiento, para mirarlo sin piedad alguna. -¿Qué?-Le contesté ahora cruzando mis brazos, mientras que toda la clase nos está mirando. ¿Y cómo no hacerlo? Si era el mismísimo Jasper Thomson, quién se acercaba al área de los mortales, lugar en donde nunca a pisado un pie. Así que al ver que todos nos miran, me tomó del brazo para jalarme hacia afuera de la habitación. Yo solo siento como su gran brazo musculoso, me arrastra hasta llegar a la zona más cercana de los baños, que a esta hora está vacía, ya que todos están tomando sus clases. -¡Auch!-Terminé diciendo al ver cómo me arrastró hacía ese lugar, dejando una marca en mi brazo.-¿No puedes ser un poco más sutil?-Pregunté al ver que era la primera vez que actuaba de esta forma, mientras que mi muñeca estaba roja. -¿Dime por qué te vi bajar esta mañana, de un auto de un desconocido? -Ahora intenta hacerse el hermano bueno y entrometido, pero ese papel quizás ya no le sienta tan bien, ahora que se la verdad.  Yo solo sonrió colmada, mientras solo muevo la cabeza en forma de desapruebo. -Desde anoche te dije, que haría lo que yo quisiera, a pesar de tus mentiras.-Le dije mirando sus grandes ojos verdes, que lucían preocupados.-Así que no intente hacerte el hermano preocupado, porque no te queda más ese papel. -Le respondí intentando irme del lugar, pero su gran brazo impide que yo siga caminando. -Que te haya deseado, no significa que ahora actuaras como alguien que no eres.-Me dice mientras se ve frustrado, ya que parpadea varias veces mientras lame sus labios más de una vez. Y quizás era cierto, pero yo sabía que todo había cambiado, no era justo que él esperara que yo fuera la misma idiota de antes. -Es mi vida.-Pronuncie acercándome a su cara, mientras sus labios se enfocan en los míos. Claramente estaba intentando seducirlo, así que después de ver su reacción, tan nervioso y deseoso al verme tan cerca, me aleje con una sonrisa.-Te dije anoche que todo cambiaría, hasta que lo aceptes y intentes vivir con la verdad.-Pero mientras lo veo, él empieza a negar con la cabeza, negando aceptar que desea a su hermana, o más bien a su hermanastra, una chica que ni siquiera es de su sangre.-Bien.-Ahora afirmó con mi cabeza.-Así como tú te niegas a asumir que me deseas, yo asumiré que no te importa nada de lo que yo haga, y si es necesario, te haré sufrir tanto como tú a mí.-Le murmuré mientras lentamente intentaba dejar el lugar. A pesar de que no conocía sus sentimientos, sabía que Jasper era una persona de palabra, haciendo siempre lo que prometía. Así que sabía que él haría todo lo posible por contenerse, pero también me conocía mi misma, sabía que si me proponía algo, lo hacía. Así que a pesar de que todo estaba más claro que el agua, él me toma una vez más de brazo, impidiendo que me fuera. -Solo intenta no hacer estupideces. No intentes que los hombres que ya desean follarte, tengan a una chica que se convirtió en fácil.-Murmura peligrosamente, mientras que el llamarme "fácil" fue algo que golpeó a mi ego con fuerza, pero sabía que en este momento, era la persona más valiente del mundo. Así que antes de que se fuera, solo dije: -No soy una presa fácil, ya que si yo decido hacer lo que quiera con mi cuerpo, será mi elección, no tendrá que ver por ser una zorra o una puta.-Ahora asocio la palabra "fácil" con zorra y puta, las palabras que yo odiaba más en mi vida, las palabras que me habían quemado por años, las palabras que me había hecho ser una chica callada.-Y creo que ya soy lo suficientemente mayor para decidir si quiero o no quiero, estar con alguien. -Él se queda petrificado delante de mí, mientras que ahora yo solo puedo ver su espalda. Así que me adelanto, caminado más rápido que él, mientras que era la primera vez que le contestaba de esa forma a Jasper. Cómo dije antes, él siempre me enseñaba que estaba bien y que estaba mal, sin ser abusivo, pero esta vez, todo había cambiado. La forma de dirigirse hacia mí tan agresiva, la forma en cómo pudo decir "fácil" sin tomar en cuenta mi pasado y la forma de retarme, mirándome directamente a los ojos, fue la gota que derramó el vaso. Ya no sería tan fácil de tratar, mientras que sabía que probablemente haría todo lo que él me dijo, hasta no obtener lo que quería. Así que camine de vuelta al salón de clases, con un fuego pasando por mi trasero, estaba realmente enojada. Nunca había estado tan molesta, así que cuando Julia ve que azotó mi trasero contra la silla con desdén y furia, hace la pregunta más obvia que haría una mejor amiga metiche. -¿Que demonios pasó?-Pregunta mientras llega la maestra, a impartir sus clases. Eso me dio tiempo de pensar en que decirle a Julia, ya que a pesar de que me había dicho la verdad de ser lesbiana, yo no sabía si era hora de ser sincera con ella sobre el tema de Jasper. Nuestro tema era más difícil de digerir, y más cuando pasó de todo en la fiesta de Duston, tenía que ser inteligente y encontrar una respuesta creíble. Pero mientras pienso más y más, Jasper llega al salón, mientras que nuestra maestra, la señorita Sánchez, se daba cuenta que por primera vez, el alumno masculino estrella llegaba tarde a clases. -Señor Thompson, ¿por qué ha llegado tan tarde?-Así que todo el salón, incluyéndome a mí, lo miramos con atención, mientras que todos nos damos cuenta que el tranquilo Jasper que todos conocíamos, lucía enojado y cabreado, mientras que la mirada tan grande y despectiva de mi amiga Julia, estaba a toda potencia. Sabía que ella estaba haciendo una conexión en su mente, de que él y yo estuviéramos molestos por algo que pasó hace un par de minutos. -Lo siento.-Se disculpó el joven de ojos verdes, mientras se adentra al salón. - Tuve que retirarme al baño, antes de que usted llegara.-Se excusa diciendo toda la verdad, pero aún que parecía inocente, no lo era. -Está bien señor Thompson, usted siempre a sido un buen estudiante, pero recuerde que tiene que llegar a clases a la hora en que yo llegue al salón, ¿de acuerdo? -Dice la maestra Sánchez, mientras mira a Jasper con atención. Jasper solo asiente con la cabeza, mientras abre su libro con enojo, mientras algunas notas que tenía en el libro, salen volando sin que le interese. Así que de vuelta en mi lugar, solo puedo ver el par de ojos de mi amiga, saliéndose casi de sus orificios. Yo solo ruedo los ojos mientras que sigo anotando lo que la maestras está escribiendo en el pizarrón. Pero sabía que tenía que explicarme, así que Julia como siempre, se acerca a mí, hablado lo más bajo posible, pero siendo buena para que yo la escuche con claridad. -¿Qué demonios paso?-Murmura con los dientes apretados, mientras finge estar escribiendo sus apuntes, pero sólo estaba haciendo garabatos. ¡Vaya, que Julia era muy peculiar! Yo por mi parte, no pierdo ni una cosa que dice la maestra, mientras murmuró de la misma forma en que lo hace ella. -Jasper fue el que me salvó de ser casi violada por Duston anoche.-Era real, no estaba mintiendo.-Quería hablar conmigo, si alguien preguntaba por la golpiza que le propinó anoche.-Murmuré mientras que quizás eso era mentira, ya que él no quería hablar de eso conmigo, bueno no aún.-Solo quería saber si estaba bien.-¡Esta bien! Ahora estaba siendo selectiva con las cosas que decía, aún que sabía que mentir quizás era lo correcto. -¿Le dio una golpiza? -Ahora pregunta sorprendida, mientras que aún es desapercibida de los oídos de los demás. -Sí, ya que mi mejor amiga, que dijo que me iba a proteger, se estaba besuqueando con una chica en el baño.-Ahora intento enfocarme más en ella que en mí, pero era injusto para mí querida Julia, lo que yo intentaba hacer. -No perra, eso no tuvo que ver conmigo.-Me contesta ahora mordiendo un poco su pluma.-Sí, quizás yo prometí salvar tu delgado trasero del pene de ese imbécil, pero tienes que ver por ti misma siempre. -¡Como odiaba, cuando tenía razón! Sabía que si quería dejar de ser esa mojigata, tendría que ver por mi delgado trasero de ahora en adelante. Por eso Julia era mi mejor amiga, nadie podía conocerme tanto como ella. *  -Señorita Newman, ¿que intenta ocultar? -Pregunta el detective a la joven de pelo rizado, quién está llorando mucho mientras es interrogada. -Yo no sé nada.-Ahora lo dice con sus dientes apretados, mientras sigue llorando. -No es quizás usted la persona que la empujó, ¿por qué estaba cansada de ser menospreciada por su hermana? -El detective le da un golpe bajo a la morena, mientras que ella de inmediato se defiende. -Que Meredith fuera de esa forma, no quiere decir que yo no la amara como hermana.- Dice con mucha valentía la joven, mientras sus manos empiezan a temblar.-Que ella fuera de esa forma, nunca haría que yo pudiera empujarla hacia el vacío.-Se expresa con franqueza, mientras que ella no creía tan mala para hacer tal cosa su hermana. -Bien, señorita Julia, entonces dígame, ¿quién cree que fue? -Pregunta el hombre de color, quién era el oficial Taylor, quién intentaba sacarle una confesión a la valiente y honesta Julia.-Si usted no fue, usted puede decirme, ¿quién cree que fue la persona que lo hizo?-Y a pesar de que la joven era honesta, ya estaba cansada de ser interrogada, mientras que la muerte de su hermana la golpeó tan fuerte como lo que era, la muerte de su hermana. Así que decidió hacer lo más seguro en ese momento. -No diré ni una palabra más, sin mi abogado.-Termina de decir Julia con odio, mientras empieza a sudar con las preguntas que el oficial Tayler intenta hacer. 
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