Por la expresión que me puso: no muy bien. —N-no sé, Scarlett, y-yo no soy así —soltó su mano de la mía y supe ahí que había cruzado los límites. Pero también sabía cómo volver a tener yo el control. —Me gustas de verdad —le interrumpí el tartamudeo. Le miré fijamente a los ojos esperando que él hiciera lo mismo. Y acerté porque no tardó mucho en fijar la mirada con la mía—. Y creo que estamos de acuerdo en que podemos hacer la espera más... interesante. ¿No crees? —le di una sonrisa pícara sin apartar la mirada de la suya y vi cómo su manzana de Adam bajaba y subía por su garganta. Por lo que aproveché y me acerqué más. Estaba a punto de darme por vencida cuando, en el momento más inesperado, me respondió. —Si es contigo creo que sí puedo hacerlo. Sonreí triunfante. No sabía que me g

