El corazón de un ángel

CAPITULO 2

CAPITULO 2

BASTIÁN

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Terminar mi relación con Bea había sido una de las decisiones más inteligentes y correctas en mi vida mientras ella se dedicaba a parecer perfecta y mágica para mi amargura y desolación, su compañía me hacía sentir más solo; no era justo que otra mujer saliera lastimada por culpa mía. Aquella tarde fría la deje en una estación de tren con algo de dinero disculpándome por no haber sido el hombre que ella esperaba durante nuestro viaje fui sincero en cuanto a mis sentimientos seguía amando a la esposa de mi hermano, la única mujer capaz de hacerme sentir enamorado y vivo, esa mujer que utilice y engañe como un cobarde.

Tenía claro que mi viaje no era solo para alejarme de todos aquellos a los que amo era un viaje de aprendizaje y cambios que ameritaba mi vida como hombre. Conocer sobre el ataque de Mila y la muerte de mis aun no nacidos sobrinos me destrozo por semanas enteras en las que no Salí de una habitación de hotel preguntándome ¿Por qué a ella?, merecía que la vida la premiara con felicidad y armonía porque era la persona más buena que había conocido en el mundo, estuve tentado a regresar muchas veces en esa larga y agonizante semana pero no. Ya había cagado muchas cosas en las vidas de Rodri y Mila con mi presencia egoísta y vanidosa aunque me doliera y quisiera acompañarlos en su dolor era mejor mantener distancia y dejar que sus vidas siguieran acompañadas por el amor que se tenían y la felicidad que estaba seguro reinaba en su hogar.

Decidí seguir con mi viaje, aprendiendo nuevas culturas, degustando exquisita comida y sintiéndome libre aun estando solo. Empecé a ver la vida de una manera distinta conociendo las carencias del prójimo esas que nunca antes me habían preocupado pero que ahora veía como un impacto positivo en mi vida, sobre todo cuando llegue al continente africano, conocí niños, niñas, adolescentes que conocían solo una comida al día, que llevaban meses con la misma vestimenta, pero aun así eran felices con lo poco que tenían pero agradecían cada día de su vida con una súplica al cielo con tener un nuevo día lleno de nuevas esperanzas .

Específicamente en Uganda empezó mi nuevo proyecto uno diferente a los negocios familiares, una idea completamente mía la cual llevaría a cabo con o sin ayuda, use todo mi dinero en comprar estas tierras donde sentía paz. Regresando a NY en busca de inversionistas, personas que creyeran en mi idea, que apoyaran mi proyecto que invirtieran en mi creación. Sabía que si acudía a mi hermano aun cuando le pareciera una locura me diría que si por el simple hecho de sentir que estaba haciendo algo más que ir a discotecas y buscar mujeres con quien pasar una noche por esa razón mi llegada al país fue un secreto. Enterándome de la infidelidad de mi hermano por una revista que encontré en el aeropuerto ¡no podía creerlo!. Rodrigo se casó con el amor de mi vida y ¿termino engañándola?, me era difícil de creerlo porque conocía a ese hombre mejor que nadie en el mundo siempre he pensado que mi hermano es perfecto y estaba seguro que lo era, pero supongo que todo lo que había pasado lo había impulsado a cometer errores como cualquier ser humano ¿pero hacerla sufrir?, incluso peor que yo no me parecía justo.

Aquella tarde lluviosa y fría en NY esperaba por un futuro inversionista, un amigo de la familia que creía en los emprendimientos y en las ideas arriesgadas, un viejo multimillonario amigo de mi abuelo quien juro no develar mi presencia en la ciudad, mientras tomaba una taza de café esperándolo con retraso de 20 minutos, su silueta ilumino mis ojos, acelerando mi corazón como si se tratara del motor de una Harley- Davidson, quise aferrarme a la silla incluso apreté el filo de la mesa, pero un impulso me llevo afuera para pronunciar su nombre y sonreír por la torpeza que la caracterizaba, esa persona con la que me rencontraba era el mejor ser humano que existe en el planeta y una vez fue el amor de mi vida y la perdí por mi estúpida e inmadura personalidad, se casó con mi hermano y estaba hoy aquí tan única como solo ella era.

No estaba en la ciudad por Mila incluso creo que rece por no toparme con ella este corazón dormido y concentrado en otros proyectos no quería arruinar nada más en esta vida aunque mi hermano haya metido la pata seguro arreglarían sus diferencias y volverían a tener la felicidad de una pareja enamorada, sin embargo termine en una calle oscura besando sus labios y electrificando cada espacio que creía muerto dentro de mí.

—Bastián, NO —gritando al mismo tiempo que golpeaba mi rostro con la palma de su suave mano —. ¡Oh! ¿Te lastime?, lo siento fue tu culpa no debiste besarme eso no está bien.

Sobe mi cara sonriendo mientras ella hablaba rápidamente aleteando sus manos preocupada por mi dolor.

—Lo siento tenes razón, pero fue un beso compartido lo que quiere decir que 50% de la culpa es tuya.

—Eso no es verdad, siempre apareces confundiéndome —comento decepcionada.

—Lamento mucho ser un problema en tu vida, me disculpo por el beso. No volverá a pasar—alzando mi mano mientras le hacia una promesa difícil de cumplir pero que acataría.

 —No haré lo mismo que Rodrigo —caminando a mi lado, tomando mi brazo con su mano —. No cene porque me traerías a un restaurante y resulta que por tu culpa tengo hambre.

Hacia muchos meses que no me reía a carcajadas.

—Tampoco fue mi culpa, saliste del restaurante y ni siquiera sabía él porque. Ven cenemos unas deliciosas hamburguesas.

Caminamos por las calles de NY hasta un restaurante donde según ella vendían las mejores hamburguesas de la zona, me senté frente a ella y la veía comer sin preocupaciones por si la salsa se corría, o cuidar no hablar de vez en cuando con la boca llena sintiendo en carne propia el sufrimiento que experimento al perder a sus hijos.

—No hablemos de cosas tristes —tomando un sorbo de su Coca-Cola —. Cuéntame de esos proyectos que te traen de regreso al país.

—Compre una reserva (Safari) de animales en Uganda, estoy construyendo un hotel dentro de las tierras.

Sus ojos brillaron como dos luceros en la inmensidad del cielo gris.

—Bastián —gritando, robando mirada de los presentes las cuales ni noto —. ¿Hay antílopes, gacelas, kudus, duikers, elands, monos y babuinos, así como chacales, guepardos, hienas, serbales, civetas y leopardos? —pregunto ansiosa.

—Sí, y muchos más —sonriendo.

—¿Sabías que Uganda es considerada una de las más famosas faunas salvajes? Por su majestuosos y míticos animales, por sus grandes parques y reservas naturales —hablaba con naturalidad de lo que me llevo meses aprender leyendo enciclopedias.

—Necesito tu inteligencia para tener éxito en este negocio —encendiendo mi celular para mostrarle las fotos que incluso la hicieron llorar.

—Es el lugar más bonito del mundo Bastián. Te entregare mis ahorros no son muchos pero puedes usarlo para comprar útiles escolares para los niños que habitan en la zona.

Mi mano izquierda apretó con fuerza mi cara. Tenía frente a mí a la mujer más hermosa de este planeta, no solo físicamente sino espiritualmente, su gentileza y amor podían sobrepasar barreras me preguntaba ¿Cómo era considerada rara? Por ser simplemente ella misma. Me llego un mensaje de mi abuelo quien como era de esperarse conocía mi ubicación, con solo la dirección de un restaurante y la fecha de mañana al medio día.

Lleve a Mila hasta las puertas de su hogar, quitándose los zapatos para entrar corriendo a su casa y traer con ella la caja de madera blanca donde guardaba sus ahorros.

—Esto te convierte en mi socia.

—No soy empresaria, pero sé que esto no es una de las inversiones que buscas. Lamento no tener más para aportar a uno de los mejores proyectos que he escuchado en mi vida.

—Eres la primera persona que cree en mí, eso te convierte en el mejor inversionista ¿te puedo abrazar? —pregunte con voz quebrada.

Ella se movilizaba moviendo su hermoso cuerpo de un lado a otro analizando mi pregunta hasta que decidió acercarse y regalarme un abrazo sincero pero rápido, conocía su sensibilidad y el dolor que causaban esos abrazos en ella, le agradecí por su aporte y sobre todo por sus sinceridad, tiempo y compañía.