Ella agradeció el gesto de amabilidad de él para con sus angustias, estuvo hablando por varios minutos, lloró y luego se calmó, pidió disculpas y cuando iba a levantarse para salir Gianni le dijo: — Emma, puedes hablar con el licenciado Anthony Wilson, es excelente escuchando. —¿ Me estás refiriendo a sicología?— preguntó con sorpresa ella. — Si Emma, acaso piensas que por ir a hablar con Wilson, estás loca— dijo él muy serio— todos estamos afectados por este encierro, mi querida doctora. — Tienes razón, disculpas por mi ignorancia— dijo Emma con vergüenza. — Ve tranquila y siempre estaré acá, soy tu amigo no lo olvides— dijo Gianni comprensivo. Ella salió más calmada y agradecida de que él estuviese dispuesto a ayudarle, y él se quedó allí pensando en cuántos se estaban sintiendo co

