Soñando

1202 Words
Roxanne y Gianni se sentían felices, como en la nubes viviendo ahora como esposos, su "nido de amor" cómo lo llamaban era lo único que necesitaban por los momentos para vivir su historia de amor. Él se iba al hospital cuando tenía sus guardias de doce horas, bien temprano y ella no lo veía hasta la noche. En Roxanne salía al mismo tiempo que él, ella estudiaba solo mediodía y luego hacía un poco de comida y se ponía a adelantar tareas de sus estudios. Estaba disfrutando su vida de casada, en la noche Gianni le hacía el amor súper rico, ella podía decir que el amor si era color rosa, como muchos románticos lo describen. Gianni ese día no tuvo guardia en el hospital, se levantó muy temprano y como era muy meticuloso al ordenar la casa, aprovecho para sorprender a su amada esposa Roxie; al ella llegar de sus clases él estaba la esperándola muy sonriente con sus ojos llenos de amor. —¿Cómo estuvo tu día de clases amor?— preguntó dándole un rico beso en los labios. —Pues bastante bien, estoy hambrienta— dijo mirando hacia la cocina — Yo también estoy hambriento, pero de ti mi amorcito— lo dijo con mirada turbia de deseo. Ella le sonrió coqueta Y dijo: — Si me alimentas primero te prometo una sesión de sexo divina mi vida linda. — Entonces vayamos a comer primero y luego nos comemos tu y yo— le dijo con picardía. Entraron a la cocina y se sirvieron lo que él le había preparado y disfrutaron de su rico almuerzo, después de dejar todo limpio él la tomó de una mano y la condujo hasta la habitación y empezó a besarla mientras le iba quitando la ropa, ella se sentía tan sexy y lo desvestía al mismo tiempo. La ropa fue cayendo por la habitación sin siquiera que ellos lo notaran, el tocaba sus pechos erectos por la excitación y los masajeaba con placer, luego bajó un poco su boca tomándolos y usando su lengua para lamer sus pezones haciendo que ella apretara su espalda jadeando por el placer que le provocaba. Ella también contribuía a darle placer a su hombre, recorría su espalda y su torso desnudo con manos ávidas de deseo, se recostaron en la cama y ella se colocó a horcajadas sobre él. El empezó las caricias atrayendo sus caderas apretando sus nalgas, pellizcando las, y ella se retorcía con el placer que ésto le provocaba. Su pene erecto buscaba la entrada de su cavidad íntima la cual estaba totalmente mojada, ella con una de sus manos lo tomó para dirigirlo con más precisión hasta su entrada que estaba lista para ser penetrada. El poco a poco fue introduciendo su m*****o viril en ella provocando oleadas de calor en su cuerpo totalmente excitado por lo placentero del acto. Ella empezó a subir y bajar sobre él, y el la acompañaba en el ritmo que a cada instante se tornaba casi salvaje en esa cabalgada rica de sexo. Roxie disfrutaba de las embestidas de Gianni y por un momento el pene salió de donde estaba totalmente empotrado y al volver querer meterlo se colocó en su orificio anal, el empujó y ella pego un respingo por la sorpresa de sentirlo por allí. Gianni le preguntó: —¿Te lastimé amor? Ella movió su cabeza de forma negativa y sus ojos turbios por el placer y la excitación agarró el m*****o viril de Gianni y ella misma lo colocó y empezó con movimientos sensuales a invitarlo a que entrara por completo en su orificio anal. Gianni al principio se quedó quieto dejando que ella llevara el control, más después empezó con movimientos suaves y firmes a introducirse, lo sacó un momento y lo mojó con su propia saliva para que tuviera una mejor lubricación y entrara sin lastimar. Empezaron así a sentir las oleadas que estos movimientos provocaban en ellos, un tanto inexpertos en cuestión de sexo, descubriendo como el practicar este ritual de amor los llevaba a los niveles más altos del deseo. Gianni sentía como ella presionaba su pene y su voz ronca de puro placer se oía. —¡ Aah amoor, sigue así! —pedía al sentir la sensualidad de sus movimientos. Roxanne sintió como el calor subió por sus pies inundando todo su cuerpo quemándola con llamas exquisitas, era nuevo ésto que sentía en sus caderas, lo disfruto al máximo, hasta sentir como los dos alcanzaban el clímax de su deseo. Luego la puso boca arriba y nuevamente empezó con el ritual de caricias, tomando su clítoris con su boca y succionando suavemente, ella se arqueó ricamente para recibir la caricia en su plenitud. Él la alzó sus piernas para penetrarla más profundamente, ella lo recibió y en sus jadeos repetía: — ¡Ooooh, así mi amor! Gianni continuaba con sus embestidas y los dos gemían y jadeaban de puro placer y amor. — ¡Te amo mi Roxie, oh mi amor si estás ricaaa!!— le dijo él —¡También te amo, oh siiii así por favor!— susurraba ella. —¡Aaah amor, me voy a veeniiir dentro de ti, que ricooooo! — decía Gianni. —¡Uy sí mi amor, siiii!— repetía ella. Culminaron su acto placentero de sexo y se quedaron tumbados y amodorrados de puro placer, se quedaron a los pocos minutos profundamente dormidos totalmente relajados y felices por el placer que se habían ocasionado. Durmieron un buen rato, el trajín del día y haber disfrutado de rico sexo habían agotado sus energías, provocando un sueño reparador. Cuando despertaron, se miraron y se dieron un suave beso, se amaban profundamente, él se sentía en el último cielo al tener una mujer como Roxanne junto a él; y ella también sentía que volaba entre nubes de algodón. Disfrutaban del amor que tenían en su máxima plenitud. Se levantaron con algo de flojera, y decidieron tomar un baño para terminar de despertar, luego salieron un rato de paseo y disfrutar de su relación mientras estaban los dos son más nadie en sus vidas. Su embarazo apenas empezaba y aún no había abultado su pancita, pero necesitaban ir comprando ropa adecuada pues ella sentía que estaba un poco ajustada su ropa. Compró algunas blusas maternas, pantalones y una que otra cosa para el bebé que aún no sabían que sexo tendría. — Amor no quiero que compremos tantas cosas, esperemos a que te hagas una ecografía y además esté más abultada tu barriguita— le dijo con ternura. — Está bien amor, es que me emociona ver tantas cosas hermosas— dijo ella con ojos culpables. — Está bien amor, pero debemos ser sensatos y no ir tan a prisa— le dijo besando sus labios amorosamente. Llegaron a casa satisfechos de vivir su historia de amor llenos de expectativas y sueños, erán muy jóvenes, tenían tantos planes y se prometían amor hasta estar muy viejitos y si existía el amor más allá de la muerte, también prometieron amarse. Después de cenar se durmieron llenos de felicidad, haciendo nuevamente el amor con pasión y quedando tendidos después de satisfacer sus cuerpos a plenitud.
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