Capitulo 8.
Pos Erick.
La observo curioso y asiento acercándome de manera imprudente, debido a lo que esos movimientos me hacen sentir. La toco y puedo ver cómo ella se incomoda ante mis caricias, no había sentido tanto deseo de acariciar el vientre de nadie más, ni siquiera el de mi madre sustituta, mis pensamientos no se detienen, mi mente da vueltas de pensar en la situación mientras siento esos extraordinarios movimientos de sus bebés.
— Ha, entonces si sonríe. — dice con una expresión de burla.
— Me juzga usted.
— No, simplemente puedo ver qué se ha emocionado de más y creo que es suficiente, he terminado, hasta nunca señor Sabag.
Siento como retira mi mano de su vientre y esa acción me hace rectificar sobre mi error. No sé que hago, no se que me pasa con esa mujer, pero e
