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Inseminada por error

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Blurb

Una famosa diseñadora de modas y el CEO más poderoso del país, se ven envueltos en una jugada inesperada del destino, llevándolos a ser víctimas de un gran error clínico. Ella deseando ser madre tras una gran traición de quién creía era el amor de su vida y él depositando su última esperanza de ser padre a una clínica donde el error de una enfermera distraída pondrá a estas dos víctimas del desamor en una balanza que pondrá sus mundos de cabeza.

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Capitulo 1.
Capitulo 1. *Arya Montenegro. Me siento sobre la cama sin poder entenderlo, mi mirada se posa en la prueba de embarazo que marca nuevamente negativo, esta vez estoy tan desconcertada, lo e intentado todo y ya no sé qué hacer, tratamientos, inyecciones, sin importar lo que haga, cada prueba sale negativo, ya perdí la cuenta de las veces que hecho esto, mi corazón se rompe y sin detenerse mis ojos se llenan de lágrimas, las pocas lágrimas que mi cuerpo puede producir de las muchas veces que e llorado, siento que nada de esto tiene sentido, e perdido tanto y por más que intente formar una familia con Arturo el destino se empeña en negarme esa posibilidad, a veces me siento culpable, quizás no debí detenerme por la muerte de mis padres, no es fácil ser hija única y además tener la presión de querer formar una familia, parece que esa palabra se me arrebatada con el tornado en la Florida el año pasado, desde ese momento me siento tan sola, está presión, el deseo que Arturo y yo tenemos de ser padres nos a distanciado. Puedo sentir como abre la puerta y su mirada se posa en mi sin ninguna empatía por mis lágrimas y la mirada que le fijo en cuanto entrada, solo recibo de él esa mirada acusante y reprochadora que me hace sentir la culpable de todo esto. — Tranquila, no estoy sorprendido, quizás si descansarán más en vez de estar pegada dibujando ya estuvieras embarazada. Lo observó bajando mi mirada ante la discusión que se avecina, discusión que se ha vuelto rutina para ambos y de la cual estoy cansada, parece que a él no le importa los años que le e dedicado y el hecho de que e dejado todo para poder cumplir este sueño que ambos tenemos, me e vuelto una prisionera qué pasa las 24 horas del día tomando te y medicamentos, es tan egoísta su manera agresiva de arrojar su portafolio al sofá y arrojar la puerta al salir, me deja saber que será otra noche en la que se va a sumergir en el alcohol como de costumbre, eso me motiva a levantarme y con enojo me dirijo a la papelera arrojando la prueba que me quema las manos, trato de calmarme, limpio mis lágrimas cuando lo veo regresar a la habitación muy enojado, me toma de ambos brazos y me estremece como nunca lo había hecho. — Eres una buena para nada. — Siento mi cabeza dar vuelta y mi pecho se aprieta ante el temor de su mirada y su fuerte agarre.— Esa comida está asquerosa, no haces nada bien, ni siquiera puedes embarazarte, me tienes arto. — Arturo, por Dios, ¿Qué haces? Suéltame, me lastimas, mi amor, hablemos…Aaaa… Siento como mi cuerpo se desliza de sus manos de golpe y reposa sobre la cama que me recibe dándome la oportunidad de reaccionar ante lo que acabo de pasar. — ¿Qué haces? —Expresó con temor al verlo sacar su ropa del armario, sus acciones son confusas, jamás se había comportado de tal manera conmigo, llevamos 5 años juntos y es inquietante la manera en que saca sus cosas sin voltear a verme. — Dios, noooo, ¿Qué haces Arturo? Tomo valor y me levanto de la cama atravesándome entre él y el armario, tratando de que me vea a los ojos, de que me demuestre que solo es el enojo del momento, pero su mirada ya no es igual, esto me empieza a desesperar y lo tomo de la barbilla para que me vea. — No hagas esto, mi amor, por favor, Arturo, yo te amo, te amo tanto mi amor, por favor. Mi cuerpo tiembla y trato de mantenerme fuerte, lo sostengo y lo beso, quiero recordarle que aún lo amo apresar de todo lo que estamos pasando, pero me rechaza, sus labios no se mueven, está escena es vacía, sin corazón ni emoción más que mi alma destrozándose ante sus actos, se aleja de mi y su mirada se posa en la mía de manera que me hace sentir su determinación. — No puedo seguir con esto Arya, me voy, esto se acabó. Sus palabras no entran en mi mente, por Dios, lo e dado todo en esta relación, e dejado mi carrera de diseñadora para dedicarme a él, incluso abandone la empresa que mis padres me dejaron por hacerlo feliz, tenemos casados cinco años y llevamos una relación desde que tenemos 15 años, es el amor de mi vida, ¿Cómo puede hacerme esto? Solo he Sido suya y solo suya. — No, no, ¿Qué dices? ¿Me dejas? Por Dios, Arturo, te lo suplico, si es porque no puedo quedar embarazada, podemos ir al doctor, revisarnos, mi amor, que nos coloquen en tratamiento. Su mirada se llena de enojo y se burla de mí de manera despreciable. — Ya te lo he dicho, aquí la enferma eres tú, Arya, me canse, buscaré en otro lado lo que aquí no puedes darme, sinceramente estás manchada, no pienso ir a ningún lado, no soy el problema, tú si, por eso te dejo. Camina sin importar que me destroza con sus duras palabras, saca de su portafolio unos documentos y me los entrega. — Fírmalo, no te demores, mis abogados se pondrán en contacto contigo, no esperes más que está casa, la empresa es mía y no pienso compartirla contigo, confórmate con lo que te dejo, es suficiente para ti, por los años de amargura que me has dejado. Lo miro y mi dolor crece, ¿Quién es este hombre frente a mi? No puedo reconocerlo y la manera en que me empuja para hacerme a un lado acaba conmigo. — Lo has tenido todo planeado, has pensado dejarme desde hace semanas, eres un hijo de puta, me has hecho pasar por tanto, miserable egoísta, te lo e dado todo, Arturo, todo, te burlas de mí, juegas conmigo, me estas dejando sin nada, me desechas como si no valiera nada. Mi enojo empieza a surgir de mi interior y lo golpeó con fuerza, lo golpeó tratando de que entienda mi dolor, me está matando, me mata lentamente y sin importar nada me da aquella bofetada arrojándome al suelo dónde me quedo temblorosa mientras mis lágrimas se deslizan por mis mejillas de manera rebelde, tiemblo por él y por esto que me desgarra, su cercanía me llena de temor, Dios, me a pegado, mi mente le cuesta procesarlo hasta ver la gota de sangre caer sobre el documento que aún sostengo con dolor. — Mírame, Arya, yo no quise lastimarte, escúchame, esto se acabó, termino, no hagas las cosas más difíciles, firma, hazlo ahora y te juro no volverás a verme en tu vida, solo mírate, ya no eres la mujer de la que me enamore, estás siempre sucia y mal arreglada, siempre olorosa a medicamentos, ya no siento ninguna atracción por ti, debes entenderlo, firma…— Me quedó inmóvil en mi lugar sin poder moverme. —HÁZLO, ACABA CON ESTO ARYA. Sus gritos vienen acompañado de un bolígrafo, no puedo verlo, simplemente temo por mi vida, como puedo tomo el bolígrafo y firmo las tres primeras hojas, me muevo y sin leer nada tomo la carpeta y de ella saco el resto de los documentos topándome con un prueba de embarazo positiva, el golpe final que no me esperaba, el nombre del documento es tan claro que no puedo evitar voltear a verlo, me engaña con su secretaria, esto sin duda termina conmigo. — No preguntes, esto no debías de saberlo así, pero ya no importa, te lo dije, no soy el del problema, eres tú, Arya, ella si es una mujer completa, me a dado todo lo que tú jamás podrás darme, ahora, no pierdas tiempo y firma, esto ya no vale la pena, tengo una familia ahora, la familia que tú jamás pudiste darme, ¿Qué creías? ¿Qué me quedaría a tu lado con todo esto que arrastras? — Arturo, ¿Pensé que me amabas? — Tu lo dijiste, te amaba, pero al final descubrir que lo que yo sentía por ti no era amor, me obsesione con tu cuerpo, me cree esa ilusión y ahora acabo de descubrir que no te amo, no te lastimes más, solo firma Arya, vamos, no pierdas más tiempo. Me estoy muriendo, si, pero trato de encontrar dentro del fondo de mi alma un poco de dignidad, no sé dónde la e perdido y lo miro por unos segundos, recoge sus cosas sin duda alguna, está decidido, sabe lo que quiere y en ese mundo no estoy yo. Tomo los documentos y como puedo me levanto, me siento frente a la mesa de noche y me apoyo de ella para terminar de firmar mi muerte, en este momento me siento pérdida, no sé quién soy y trato de recoger los pedazos que quedan de mí pero no tengo fuerzas, los documentos me son arrebatados de las manos y de manera irónica me cortó con el papel, herida ardiente que ya no duele, como he dicho, en este momento me siento muerta, sin poder evitarlo mi mirada se desliza por su caminar, lo veo salir de la habitación y marcharse sin mirar atrás, aún me parece irreal, tanto que tengo que levantarme para confirmar que sea marchado y sin ninguna duda veo como su coche se aleja de nuestra casa, que a pasado hacer mi tumba en la que me aferró acomodándome sobre el suelo frío que se vuelve tan cálido y reconfortante. Dos semanas después La oscuridad me a cegado, no puedo ver la luz y siento que estoy perdida, escucho los pasos desesperados de Gloria quien grita mi nombre desde el pasillo, sus pasos lentos pasan a rápidos y la escucho correr hasta mi habitación la cual abre, apenas puedo reconocerla, mi garganta está seca al igual que mi alma y la luz al ser encendida me ciega atormentándome con su brillo. — ARYA, ARYA AMIGA. — Gloria se acerca y me abraza, podría decir que su desesperación me hace sentir que aún hay alguien a quien le importo. — Dios, Arya, amiga, por favor, háblame, Arya, RODRIGO, RODRIGO LA ENCONTRÉ. La presencia de su hermano es notable ante su fuerte agarre, me sostiene en sus brazos y sin poder resistirlo me pierdo desvaneciéndome entre sus brazos ante las últimas palabras de Gloria. — Vamos, tenemos que llevarla a un hospital. *Tres días después. Mi cuerpo duele, se siente tan pesado que apenas puedo moverme, estoy tratando de integrarme al ambiente a mi alrededor, las paredes blancas y la enfermera junto a Gloria me dejan saber que aún sigo en el hospital, apenas siento mis labios, están secos como mi garganta, estoy tratando de hablarle a la enfermera pero las palabras simplemente no salen de mis labios, se siente tan frustrante, de manera que me muevo un poco marcando el botón a mi lado que llama la atención de ambas mujeres quienes de inmediato se acercan a mí con afán. — Arya, despertaste. — Señorita, no se mueva, llamaré al doctor, no se angustie ahora estará muy bien. Esas palabras salen de sus labios tan seguras mientras siento mi alma perdida. — Toma Arya, bebe, lo necesitas, tranquila, el doctor a venido y a dicho que te pondrás bien, pronto volveremos a casa. *5 meses después. Ya hace cinco meses que me dieron de alta del hospital, desde entonces vivo con Gloría en su departamento, no tengo el valor de volver a esa casa, no puedo olvidar todo lo que viví en ella y la manera en que salí de ahí, no me imagino que sería de mi si mi mejor amiga no me hubiera sacado de ese lugar, me siento tan perdida que solo dibujar me reconforta, es lo único que me hace levantarme de la cama, ahora vivo de lo poco que Arturo me ha dejado, tomo parte de mi herencia e hizo conmigo cuánto pudo, pero eso me ha servido para aprender, quizás duela tanto creer en la mentira que es el amor, ese sentimiento falso por el que muchos hacemos cosas, incluso nos entregamos tanto que no nos damos cuenta de que no tenemos límites, somos capaces de todo por esa persona sin poder notar que damos más de lo que recibimos, es un gran error pensar de tal manera, me culpo, porque pienso que le di todo Arturo imaginando una gran historia de amor como la que pintan las novelas sobre un sentimiento que está sobre evaluado, podría decir que lo e analizado tanto que he llegado a la conclusión de que no existe, jamás se podría amar a alguien sin sentir amor propio, ese puro amor que Arturo me arrebató con los años y que yo permití que lo hiciera, por ello estoy dispuesta a empezar de nuevo, deseo encontrarme a mí misma, conocerme y darme una oportunidad ante este mundo vacío que me rodea y que me abre las puertas a empezar de nueva.

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