Los Pecados De La CEO

No mientas

PDV Jacob

…

Mi mente se desconecto por unos momentos apenas la escuche, abrir y cerre los ojos rápidamente y cuando me recupere unos segundos despues, volvi a enfocarme en Lisa.

—¿Qué dijiste? —le pregunte.

—Que tengo el periodo Jacob, fue por eso que llegue a manchar la cama de esa forma —me dijo de nuevo, con una expresión penosa.

…

Mire de nuevo hacia ese sitio, pero Lisa ya habia quitado las sabanas por lo que no llegue a ver nada por ahora, pero aun asi… Lisa debia usar mejores excusas si quería engañarme.

Me acerque a ella, y nuestros rostro quedaron bastante juntos, esta ultima retrocedio un poco y evito el contacto visual de la nada.

—Lisa, ¿Me estas diciendo la verdad? —le dije.

—Claro, ¿Por qué te mentiría? —me respondio.

—Ah no se, dimelo tu, ¿Por qué lo haces?

—Jacob, te estoy diciendo la verdad, tenia mi periodo, debe ser por eso que manche la cama con sangre, no te preocupes por eso, ¿Si? y haz como si no lo hubieras visto, se un caballero y no hagas preguntas incomodas a la Dama ¿Entendido? —me dijo.

…

—Lisa….

—¿Sigues dudando de mi? —pregunto, fingiendo estar ofendida.

La conocía demasiado bien como para que me dijera esas cosas y esperar que me las tragara… pero es cierto que lo que preguntaba era un tanto incomodo para ella, y mas despues de todo lo que hice.

Seguia sin creerme eso del periodo, sabia como era eso, y ciertamente, si lo hubiera tenido mientras estuvimos ayer juntos, las cosas no hubieran pasado de la forma en la cual lo vi.

Aun asi, creo que era mejor no insistir por ahora… podríamos hablar de eso mas adelante, de todas formas no vamos a volver a repetir esto, asi que podria hacer como si nunca hubiera pasado.

Tras pensar en eso, me conforme, y fingi creerle a Lisa lo que me dijo, esta ultima fingio que creía que yo me habia creido sus excusas, ambos nos conocíamos muy bien, asi que llegamos como un “empate” en ese sentido.

—¿A dónde vas a ir? —me pregunto Lisa.

—Sigues sin querer dejarme marchar, Solo será un rato Lisa, tranquila, no me voy a ir del país —dije con sarcasmo.

—Eso no me preocupa idiota, lo que me refiero es que tienes resaca y no creo que debas irte en esas condiciones —me dijo.

…

—Vamos Lisa, no puedes hablar en serio.

—Si que lo hago, seria malo que un accidente te pasara mientras estas asi.

—En serio necesito hacer algo, que sea fin de semana no significa que este del todo libre.

—Lo se, pero al menos tienes que estar seguro.

—Lo estoy, ¿Me ves mal?

—No.

—Bien, entonces puedo irme… Tengo que hacer unas cosas en mi casa Lisa, voy a ir arreglarlo, y luego de eso… voy a traer mis cosas para vivir contigo —solte.

—… debemos fingir a partir de ahora y espero que sigas el juego, háblame con mas “dulzura” nos van a estar vigilando a partir de ahora, y tenemos que tener cuidado —me dijo Lisa.

—Claro, no te preocupes, se lo que tengo que hacer, entonces nos vemos mas tarde Lisa —le dije, me gire.

—Jacob… ¿Qué te dije de que primero íbamos a comer antes de que te vayas? Primero tienes que pasar la bebida, y solo entonces podrás irte, ¿Okey? No antes, no voy a ceder en ese sentido —me dijo en tono autoritario.

Por su tono parece que no iba a ceder de ninguna manera, cuando se ponía asi, era difícil lidiar con ella, tenia un poco de resaca justo esta mañana, asi que preferí hacerle caso por esta ocasión y entonces acepte.

Lisa me sonrió, luego se empezó vestir y cuando estuvimos juntos, fuimos abajo y a preparar el desayuno, Lisa empezó a cocinar para mi, pero de un momento a otro, una mujer de unos 40 años llego a la casa de esta ultima.

Me tomo por sorpresa, pero luego vi que era la empleada domestica de Lisa que habia estado trabajando para ella los últimos 2 años.

Se llamaba Francisca, y era una inmigrante como Lisa, quizas fue por eso que ella la contrato, porque quería ayudarla a establecerse en el país y darle una oportunidad, llevaban 2 años juntas hasta ahora.

Lisa y ella se saludaron, luego empezó a ayudarla con la comida, y entonces Lisa empezó a decirle sobre los planes que tenia.

Francisca, a diferencia de Lisa, tenia ciudadanía debido a que se consiguió un esposo hace un tiempo, por lo que podía estar legal aquí a diferencia de esta ultima, me sorprendio que Lisa le contara sobre sus planes a ella de forma tan fácil y rápida.

—¿No te dije que íbamos a conseguir testigos que hablaran por nosotros y sobre nuestra relación? —me pregunto mientras me miraba.

Parece que noto que me restaba resultando extraño que le hablara a ella de esa forma y le contara.

—¿Entonces tu vas a declarar por nosotros? —le pregunte.

—Claro, le debo un favor a Lisa por el apoyo que me ah dado hasta ahora, con el trabajo que hago para ella, me sostengo aquí en este país —me respondio.

—Pero ¿No será riesgoso? Si descubren que mientes, ¿Eso no podria perjudicarte? Quizas te revocen la ciudadanía en el peor de los casos —le dije.

Habia que ser cauteloso, eso de arriesgarse a perder la ciudadanía para apoyar a Lisa me resultaba difícil de creer, no se, pero no creo que era un riesgo que la gente tomaría de forma desinteresada.

—No seas tan paranoico Jacob, no le van a quitar la ciudadanía solo por dar una mentira inocente como esa —me dijo Lisa.

—¿Inocente? ¿Cómo estas tan segura? —le pregunte.

—Por que se me las leyes de este país, creeme, investigue mucho antes de poner todo esto en marcha, no le van a quitar la ciudadanía incluso si la descubren, al menos no mientras siga casada con su esposo para ese momento —me respondio Lisa.

…

Es cierto que no me sabia muy bien del todo las leyes, pero me parecia demasiado perfecto.

—Ademas, no la voy a dejar hacerlo solo por un favor, le voy a pagar una buena cantidad por eso, ya sea que la mentira sea descubierta o no, igual va a recibir el dinero de mi parte, por lo que va salir ganando esta situación —me dijo Lisa.

Bueno, ahora si podía entender de mejor manera el por que ella lo ayudaba, todo cobraba mas sentido si Lisa le ofrecia una recompensa por su apoyo, eso tenia mas sentido.

—Cuentale lo que vas a hacer Francisca —dijo Lisa mientras se enfocaba en cocinar.

Francisca se giro hacia mi.

—Es muy simple, llevo 2 años trabajando para la señora, voy a testificar que ustedes 2 se han estado viendo de forma “intima” todo ese tiempo, y yo presencia todo mientras eso pasaba —me dijo ella.

—Mmm, ¿Y si te piden pruebas?

—Hay cámaras en toda la casa Jacob, y las ah habido siempre, hay un montón de videos de ti entrando y saliendo de la casa.

—¿Cómo? ¿Hay cámaras? Nunca me dijiste eso Lisa —solte.

—Perdona, pero era algo privado mio, me tomo en serio mi seguridad, por lo que desde que compre esta casa la llene de cámaras en todos lados para que no se me escapara nada —me contesto.

…

¿En todos lados?

Entonces… ¿Tambien en el cuarto donde estuvimos juntos? Me entro curiosidad.

—Piensalo Jacob, con el testimonio de Francisca, y también las grabaciones de ambos juntos en la casa, y tu entrando y saliendo de mi casa por tanto tiempo, ¿Piensas que alguien dira que ella miente? —me pregunto Lisa.

—Bueno, si lo pones asi… no —murmure.

—¿Ves? Te dije que todo saldrá bien, esto no es algo que se me ocurriera de la nada, llevo tiempo pensándolo, y no se me ah escapado ningun detalle.