Capítulo 1

3503 Words
Janeth... ¿es enserio? – dije riendo, no podía creer que lo que me estaba contando fuera real. Ya llevaba más de media hora al teléfono escuchando todo lo que ella había vivido junto al chico que conoció en el bar hace unas noches. Luego de mucho pensarlo decidí que no era buena idea contarle lo que a mí me había ocurrida esa misma noche. Si ella se enteraba no me dejaría tranquila en ningún momento y aunque la adoraba con mi vida yo necesitaba mi espacio, además sabía que se sentiría culpable por no haber estado conmigo y dejaría al chico que la hacía temblar para no recordar esa noche ¿para qué arruinarle su felicidad? Y el contarle lo sucedido significaba platicarle sobre aquel chico de ojos negros y no estaba lista...quería tenerlo solo para mí un poco más. Suspire, desde ese día él había aparecido en mis sueños de manera constante. Sueños que por cierto no me están dejando dormir. Ojos negros, tatuajes y sangre... siempre despertaba empapada en sudor y con el corazón a mil, intentando gritar un nombre que no estaba en mi mente. ¿Aun estas ahí?- me asusto escuchar la voz de Janeth, me había perdido en mis pensamiento otra vez – Si lo siento ¿Estás bien? Si solo – mire en dirección a mi mesa- solo tengo mucho trabajo...- era verdad, sobre esta estaba regado cientos de fotografías de las cuales tenía que elegir las mejores para luego armar el álbum además de pasar las de la cámara a la computadora. Lo siento soy una idiota... ¿cómo estuvo la celebración?- sonreí. Cansada... no fue mucho lo que pude divertirme. Lo se lo sé la fotógrafa jefe, me lo repetiste toda la semana. Está bien te dejare para trabajar. Si algunas tenemos que hacerlo- dije riendo. Muy graciosa, paso por ti en la mañana... ¿Tú levantándote temprano?- dije sorprendida eso sí que era un evento. Debo acompañar a papá- Janeth venia de una familia que poseí bastante dinero y era hija única por lo que era bastante consentida, por esto no se había visto en la necesidad de trabajar. Todos los gastos estaban cubiertos por sus padres. No te preocupes. ¿Pasas en la noche?- en ese momento el timbre de mi apartamento sonó. Mire el reloj en mi muñeca, ya era bastante tarde. Llevo vodka- rodé los ojos No. – El timbre comenzó a sonar de manera insistente – tengo que colgar, alguien está llamando. Mañana en la noche, sin vodka te quiero adiós- corte sin esperar que se despidiera- ¡ya voy! – Odiaba cuando la gente era tan insistente – que es lo- me quede en silencio en cuanto mis ojos reconocieron a la persona que estaba en el umbral - ¿Patrick? – dije sin saber bien si era real o un espejismo. Mi hermano del que no tenía noticias hace más de un mes estaba ahí... parado con la mirada baja. Estaba mucho más delgado que la última vez que nos vimos, tenía barba de hace varios días y podía decir a ciencia cierta que no se había duchado en semanas - ¡DIOS PATRICK!- estaba listo para abrazarlo aunque tuviera que dejar de respirar por unos momentos. Mi corazón se llenó de una gran alegría – Perdóname...- sus palabras llegaron a mí antes de que pudiera rodearlo con los brazos. Qu- no fue capaz de terminar la palabra ni de entender a qué se refería cuando detrás de él un hombre grande de cabellos n***o y con una gran sonrisa apareció. Rápidamente me dio un empujón y entro en mi sala seguido de cuatros chicos más. Patrick me dio un leve empujoncito y entro cerrando. Me quede en el umbral de la puerta desorientada sin saber bien que hacer, mi mente completamente en blanco. Bien saquen todo lo de valor – el chico de pelo n***o fue quien hablo- revisen todo- en ese momento mi cerebro comenzó a funcionar, me estaban robando, iba a salir por la puerta cuando un chico de pelo blanco me detuvo... ¿A dónde crees que vas?- estaba loco... sus ojos estaban completamente fuera de sí. Los recuerdos de la otra noche volvieron a mí pero esta vez estaba sola. Busque con la mirada a Patrick y mis ojos se abrieron enormemente y casi caí al suelo cuando lo vi buscando entre mis cosas... -levántate – el imbécil me tomo fuertemente por el brazo haciendo que me quejara – hueles bien – su nariz se pegó a mi cuello y yo me estremecí. John- levante mi mirada a un chico rubio que en sus manos tenía mi cámara. Quería gritar pero estaba paralizada por el terror – no. Y no le hagas daño – sin más se giró mientras mi captor se quejaba. Patrick...- dije despacio, el aludido me miro con ojos tristeza, no era verdad, no podía ser lo que estaba pensado, debía haber una mejor explicación. Ella guarda el dinero en el último cajón – sus palabras bastaron para asumir lo que mi cerebro ya sabia y lo que mi corazón no quería entender... él estaba con ellos. Sentí como la fuerza me abandonaba y me entregaba a que revisaran todas mis cosas, que violaron mi intimidad sin contemplación. Mi corazón estaba completamente destrozado, ya no quedaba nada de él y todo había sido gracias al que se suponía era mi hermano ¿Cómo pudo haber hecho algo así? No podía entender, por más que lo intentara no podría encontrar alguna explicación a lo que Patrick había hecho. Al cabo de quince minutos, todos estaban alrededor de la mesa yo incluyéndome. Ahí estaba todo... toda mi vida... mi computador, mi móvil, algunos libros, algunas joyas y las dos cosas que más atesoraba ... mi cámara... la cual me había regalado mi padre cuando le había dicho lo que quería ser en la vida... y el collar que mi madre me compro cuando me gradué ... Esto no alcanza- el chico que al parecer era el líder del grupo exclamo. Sus ojos me miraron – ¿esta es toda tú mierda? – Asentí con lágrimas en los ojos- esto no alcanza no siquiera para la mitad, ¡maldita sea! – dijo golpeando la mesa y haciendo que saltara del susto Ella debe tener algo mas- mire impactada a Patrick. Tiene la televisión y el equipo de música – dijo el chico rubio nuevamente... Olvídalo- dijo sacando un arma. Grite alarmada. ¡Que mierda!- dijo el chico nuevamente acercándose – ¿qué vas a hacer? Lo que debimos hacer en el momento en que no nos pagó – dijo enojado, mire a Patrick quien se había orinado encima. Sus ojos se posaron en mí y vi en ellos el momento preciso que desidia traicionare una vez más. Llévatela a ella- todo a mi alrededor se tornó borroso por unos pocos segundo. ¿Había escuchado bien? ...  ¿él me estaba vendiendo?... ¿cómo mierda podía ser así? , ¿Dónde había quedado el hermano cariñoso con el que había disfrutado mi niñez?... me quede observándolo, ese chico al cual adoraba había sido consumido por lo vicios... ¿Qué? Si Cristian – así que ese era el nombre del chico de pelo n***o – sé que ustedes trabajan para ellos. ¿Para quienes? Sé que trafican personas – abrí mis ojos de manera desmesurada y casi caí pero el pecho del chico rubio detuvo el movimiento, lo mire pero él no saco la vista de su jefe. No dijo nada ni intento tocarme solo estaba ahí... y sentí que no le gustaba estar en esta posición. Nosotros no hacemos eso- dijo Cristian guardando el arma. Entonces déjatela para ti – no podía creer lo que mis oídos estaba escuchando, quería morir en ese mismo momento- vamos ella vale más de lo que te debo – Cristian me miro y recorrió todo mi cuerpo. Al final de su inspección sonrió. No eres tan idiota como te vez –dijo riendo y dándole un abrazo. Cuando lo hizo se asomó en su brazo un tatuajes de alambre de púas, no sé porque pero las conté... eran diez...- bien tú deuda esta saldada- Thomas, John recojan las cosas y traigan algo de ropa. Luke, encárgate de ella y tú- dijo mirándome – un solo sonido y tienes una bala en tú frente – las lágrimas corrían por mis mejillas descontroladas Patrick...- dije intentando que entrara en razón, que me ayudara pero nada, el solo me ignoraba. John y Thomas pasaron a mi lado con las cosas y Cristian se acercó a mi oído. Me darán buen dinero por ti- mi corazón se detuvo antes esas palabras...era verdad... ellos me venderían- pero antes disfrutare de tu cuerpo – trague intentando aguatar la bilis. El salió por la puerta sin esperarnos. Luke me dio un empujoncito suave para que caminara pero mis piernas no respondían. Necesito que camines- su tono era dulce, lo mire, su cara estaba llena de mortificación – por favor, si no lo haces Cristian hará lo que dijo- eso basto para entender que él no quería estar ahí, tenía un alma bondadosa, no era como lo otros o como mi hermano. Asentí intentaría escapar, lucharía no me rendiría pero en estos momento no podía hacer nada. Antes de salir por la puerta me di la vuelta y mire a Patrick. Espero que te pudras en el infierno. – el no miro en mi dirección y yo Salí por la puerta con Luke tomando mi brazo por seguridad. Eso puedo arreglarlo- no le di importancia a sus palabras. .x.x.x.x.x.x.x.x.x.x.x.x.x.x Me sentía indefensa. Mire a mi alrededor estremeciéndome, hace un rato que habíamos llegado a una especie de casa alejada de la ciudad. ¿Dónde exactamente? no lo sé. En cuanto había subido al auto me habían vendado los ojos y me la habían quitado solo al llegar, lo único que sé es que fue un viaje largo. En cuanto había entrado Thomas me había tirado en este cuarto haciendo que al caer mi rodilla se hiriera y sangrara. No había ninguna ventana y la puerta había sido cerrada en cuanto el salió. Había un colchón en un rincón lleno de manchas con una manta muy sucia, en cuanto lo vi decidí no acércame ahí. Además de eso había una silla en la cual ahora estaba sentada. No había más inmobiliario. Estaba jodidamente oscuro, el sol se estaba ocultando y la habitación terminaría quedando completamente a oscuras. Había intentado salir pero era imposible, había gritado y golpeado la puerta un rato hasta que John entro a la habitación y disparo el arma a una pared, lo que me dejo completamente, aterrada antes de irse había prometido que si volvía a escucharme la bala llegaría a mi cabeza. No volví a hablar ni intentar nada. Mamá, papá...- me hacían tanta falta. Intente tranquilizarme pensando que Janeth ya habría llegado a mi departamento, al ver el desorden y no dar conmigo llamaría a la policía y ellos me buscarían... saldría de esto... tenía que salir de esto. Sentía que mi cabeza daba vueltas y la cara de Patrick se repetía una y otra vez... busque en mi corazón algún rastro de amor por él, pero no lo encontré, él se había encargado de eliminarlo por completo. El único sentimiento era odio... y repulsión... ¿cómo pudo hacerme algo así? Después de todo lo que había hecho por él, las veces que lo escondí de sus prestamistas, cuando debía salir en medio de la noche a buscarlo porque estaba ebrio en algún lado, las miles de heridas que cure y la gran cantidad de dinero que le di... y él no dudo en ningún momento entregarme, venderme como si me tratara de un objeto. Hace un rato que había un silencio en la casa, había escuchado unos gritos y algunos golpes a paredes pero luego de eso nada más. Mire mi cuerpo y me estremecí cuando pensé en las manos de Cristian recorriéndolo, no quedaba mucho tiempo para eso y no había encontrado ninguna salida de esto. Mientras pensaba en eso la puerta se abrió de manera brusca haciendo que me encogiera y cubriera lo que mejor podía mi cuerpo. Respire un poco aliviada cuando Luke se asomó en la puerta. Come esto- lo mire atentamente, fijándome en cosas que no había visto, sus ojos eran de un hermoso azul y reflejaban un gran tormento o por lo menos eso era lo que yo creía. Quizás solo estaba buscando desesperadamente aferrarme a alguien y buscaba algún rastro de humanidad en cualquiera. Lo había demostrado en pequeñas cosas pero aun así sabía que él no desobedecería una orden. Tenía tatuajes su muñeca estaba rodeada de una especie de pulsera de espinos y una gran calavera en su mano- Gracias- dije saliendo de mi ensoñación y viendo la bandeja. Una manzana, un vaso de agua y un pan de extraño aspecto. Solo comería la manzana. Puedes estar tranquila- volví a mirarlo- Cristian tuvo que salir...- se quedó en silencio observándome, cuando vio que no respondí prosiguió- se le presentaron unos asuntos, volverá en cuatro días. Estarás a salvo. Dio instrucción de no tocarte – me dio una especie de sonrisa que no pude devolverle aunque si me sentí mucho más aliviada y la esperanza volvió a mí. Estaba a salvo por cuatro días. Cuatro días en los que podía pensar en qué hacer para salir de aquí. Luke se dio la vuelta pero antes de cerrar la puerta se volteo para hablarme una vez más. Solo estamos Thomas y yo si intenta algo solo grita... es en lo único que puedo ayudarte – asentí, y la idea de pedirle que me ayudara a escapar murieron. Bien tampoco podía pedirle más- y no comas el pan – le sonreí sin querer – esa mierda a estado semanas aquí – antes de que saliera lo interrumpí ¿El agua?- . La verdad es que no tenía mal aspecto pero aun así Solo si soy yo el que la trae. Esa es de mi botella, la del grifo es algo... turbia Gracias- sin decir nada más salió.  X-xx-x-x-x-x Ya habían pasado dos días desde que estaba en este lugar. Gracias a las constantes visitas de Luke quien me mantenía informada de lo que ocurría y de los días que habían pasado podía mantenerme cuerda, ahora entendía bien por qué el encierro era una manera de tortura, las horas que pasaba sin compañía mi mente jugaba conmigo y las tristeza y el miedo me invadía a tal punto de querer morir en ese mismo momento. Había intentado abrir la puerta algunas veces pero siempre la mantenían cerrada, no había nada a mano como para romper la pared. La única esperanza de ser liberada recaí en Janeth, sabia en mi interior que estaba haciendo todo lo posible por encontrarme solo esperaba que no se demorara, solo quedaban algunos días para que Cristian volviera y con eso mi infierno personal. Me abrace a mí misma intentando entrar en calor, el cuarto estaba helado y no tenía nada con que abrigarme, me sentía débil tanto de manera emocional como física, había comido poco y dormido solo por tramos, siempre despertando por alguna pesadilla. Sabía que estaba comenzando a enfermarme y no demoraría mucho en que los síntomas comenzaran a notarse, no tendría medicina ni atención lo que significaría que el cuadro se complicaría y eso no era anda bueno, solo esperaba que fuera una gripe y no algún virus más fuerte. Dentro de estas cuatro paredes no podía estar segura de nada. Mientras seguía en los pensamientos sobre mi posible enfermedad la puerta se abrió y sonreí, era la hora de la cena lo que significaba que Luke vendría y podría hablar con él por unos minutos, eso me agradaba, le pediría un abrigo para el frio y quizás el pudiera conseguir algunas medicinas pero todas mis esperanzas se rompieron cuando en vez de asomarse una cabellera rubia con la bandeja fue una cabellera negra, mi cuerpo comenzó a temblar de inmediato y mi cabeza a funcionar rápidamente ante el peligro. Mi corazón dio un brinco cuando Thomas pasó todo su enorme cuerpo y cerró la puerta detrás de sí. Hola perra- la sonrisa en su rostro demostró sus intenciones y comencé a sudar de inmediato, no había forma de escapar ¿Dónde estaba Luke? ¿Qué haces aquí?-me sorprendió escuchar mi voz sin nada de titubeo, claramente no era como me sentía. ¿Qué crees idiota?- de manera lenta y sin quitarme la mirada de encima comenzó a sacarse la chaqueta y la camisa, mostrando su torso lleno de tatuajes, lo observe por un momento. Tenía una gran cruz en su pecho ¿acaso era cristiano? , debajo de esta se extendían algunas calaveras y en su brazo se enredaba un alambre de púas. Esos tatuajes ya lo había visto en muchas de estas personas ¿Qué era lo que significaba? -encontrando la estrella en el – ¿te gusta lo que ves?- su asquerosa voz me saco de mis pensamientos. No te acerques- dije poniendo una mayor distancia entre nosotros ¿Por qué no cooperas?, si lo haces esto será rápido – su sonrisa hacia que mi estómago se diera vuelta. No puedes... -me costó pronunciar esas palabras mi garganta está cerrada, aun así reuní valor para seguir - Cristian dijo que no podían – dije recordando las palabras de Luke, se suponía que estaba segura. ¿Cómo sabes eso? … No importa él no está- comenzó a avanzar en mi dirección y yo seguí poniendo distancia. Si me tocas le diré – la risa que dio me helo la sangre. Eres una perra graciosa – su risa se cayó de manera abrupta – ¿de verdad piensas que te va a creer?, eres más idiota de lo que pensé. ¡¡¡LUKE!!!- grite con todas las fuerzas que me quedaban, él era mi única salvación, pero la risa de Thomas me hizo perder todas las esperanzas que aun tenia. Él no está- suspiro frustrado y paso su mano por su cara- ¿sabes lo desagradable que es?, nunca desobedece, es tan irritante- sin que me dirá tiempo a reaccionar el llego a mi arrinconándome contra la pared, sus manos sosteniendo mis brazos y mi cuello haciendo que el respirar fuera dificultoso- por su culpa no he podido entrar- cerré mis ojos fuertemente cuando sentí su aliento en mi cuello- pero ya vez, tuvo que salir, una gran urgencia. ¡¡Déjame maldita sea!!- logre soltarme y poder alejar mi cuerpo de él, pero rápidamente me atrapo y tiro sobre aquel asqueroso colchón que había intentado evitar todo este tiempo. Las lágrimas comenzaron a salir cuando sus labios comenzaron a bajar por mi cuello y sus manos a colarse entre mi ropa, mi corazón latía fuertemente y mi mente había quedado en blanco intentando de alguna manera ignorar lo que estaba pasando, su olor me daba náuseas y por más que intentaba forcejear para alejarlo parecía solo aumentar su libido. ¿Por qué mierda no me mataban ahora? ¿Qué mierda estás haciendo? – La puerta se abrió de un golpe y por ahí entro Luke – suéltala – saco un arma y lo apunto. Las lágrimas salieron con más fuerzas pero esta vez con alivio. Vamos Luke – dijo Thomas parándose y poniendo las manos en alto ¿De verdad no basto con que te perdonáramos la vida una vez? Luke- Llevas las maldita cruz ¿es que acaso no fue castigo suficiente? ¿Necesitas que hagamos algo más? No es necesario Fuera… ¡ahora! Hermano... ¡Ahora!!- Thomas me dio una última mirada la cual no prometía nada bueno y tras recoger su camisa y chaqueta salió por la puerta. Luke rápidamente guardo su arma y cerró la puerta con llave para luego ir rápidamente a mi encuentro. Abby...- me miraba con una gran angustia – ¿Estas bien?- ¿cómo podía estar bien después de todo lo que había vivido? , todo esto dejaría marcas en mi vida, cicatrices que nunca podría cubrir - el alcanzo a – negué rápidamente – gracias a dios – dijo con un gran alivio en su voz – lo siento tanto –dijo pasando sus brazos por mi espalda y apretándome contra el en un abrazo que me reconforto de sobremanera. Luke...- fue lo único que pudo escapar de mis labios mientras las lágrimas salían sin control. Lo siento, no debí dejarte sola – pase mis brazos por su espaldas con miedo a que me soltara, no quería que lo hiciera, en estos momentos lo necesitaba cerca. No volverá a pasar...- dijo suavemente me separe de él y lo mire directo a los ojos. Volverá a suceder. Cristian volverá y no podrás hacer nada. Te ayudare a escapar – mis ojos se abrieron enormemente – te sacare de esta mierda Abby.
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