A la mañana siguiente Harley solo tomó un jugo y una tostada, tenía un nudo en el estómago de la emoción. Inició su arreglo cuidadosamente, tenía en la pantalla de la computadora la imagen que quería lograr y lo hizo, se miró satisfecha en el espejo y cuando se disponía a salir encontró a Christian quien la observaba admirado desde la puerta de comunicación, él dejó escapar un suspiro, sonrió y le señaló la salida. Aunque no pronunció palabra alguna, Harley estaba contenta porque su mirada y ese suspiro hablaron por él.
Cuando entraron a la camioneta, Christian le hizo una seña a su asistente y este le extendió una pequeña caja a Harley, adentro estaba el teléfono prometido, era de última generación, bello y elegante. Él le dijo que ya había grabado su número y el de Karl, también el de la casa y el del chofer que tendría asignado por si se le ofrecía algo, además del número del personal de seguridad, ya después ella podría ir agregando otros contactos. Harley tenía los ojos brillosos por la emoción y cuando lo miró para agradecerle Christian se inquietó, en ese momento hubiera querido poder abrazarla muy fuerte.
Llegaron al Club, el lugar estaba muy concurrido y varias personas voltearon a ver con curiosidad y admiración a la pareja, Christian notó las miradas hacia Harley y estaba muy orgulloso, de pronto una mujer se abrió paso y vino directamente hacia él, Christian tomó instintivamente la mano de Harley quien sintió electricidad en todo el cuerpo por su contacto.
–¡Christian querido! Tiempo sin verte –expresó mientras se inclinaba y le estampaba un beso en los labios.
Entonces la mujer con una media melena pelirroja, la miró interrogante y antes de que pronunciara palabra, Harley se presentó:
–Hola, soy Harley Turner, la esposa de Christian y clavó sus grandes ojos verdes en los ojos también verdes de la mujer, sólo que más pequeños que los suyos.
La pelirroja era Lisa Powell la novia que tuvo Christian y que había desaparecido hace algún tiempo. Christian se alteró al verla y por eso se aferró a la mano de Harley, también notó cierta electricidad cuando la tocó, pero ya tenía encima a Lisa besándolo, así que no tuvo tiempo de analizar lo que percibió al contacto con Harley.
–Hola –respondió fríamente Lisa y seguidamente le preguntó a Christian: ¿Me extrañaste?
–Solo un poco al principio, después ya no, como te habrás dado cuenta.
–Seguiremos en contacto, tenemos mucho de qué hablar –dicho esto dio media vuelta y se alejó, ignorando por completo a Harley.
–¿Quién es esa bruja? –preguntó Harley soltándose de la mano de Christian.
–Fue algo así como mi novia un tiempo, hace muchos meses.
–¿Para eso vinimos?
–No por favor, no saques conclusiones erradas, me sorprendió verla porque había desaparecido hace algún tiempo, ven vamos a una mesa.
Harley iba furiosa y no sabía bien el porqué.
–Estás muy seria –observó Christian.
–Esa mujer me descolocó.
–¿Celosa porque me besó? –preguntó burlón.
La gélida mirada verde de Harley le indicó que no estaba para bromas, entonces le comentó:
–Llamaste mucho la atención cuando llegamos, estás muy hermosa y elegante.
–Gracias, no quería desentonar, es mi primera vez en un lugar así.
–Por el contario, pareciera que estos eventos son frecuentes para ti.
–¿Para qué es el evento? ¿Qué celebran?
–Cada año el Club ofrece un almuerzo para los miembros, vende el puesto en la mesa y lo recaudado se dona a una organización que lo necesite. Esa organización es seleccionada mediante un sorteo ya que son varias las que piden ayuda.
–Entonces gastan dinero para asistir a un evento donde donarán dinero. ¿No es más barato donar directamente?
–Sí, pero nadie lo sabría, aquí ves y te dejas ver.
–¿Siempre viene al evento?
–No siempre, este año sí tenía quien me acompañara –le respondió mientras la miraba sugerente.
–¿Usted tiene Yate? –indagó sin darse por aludida.
–Yo no, mi tío sí, antes salíamos a dar una vuelta, tal vez con su recuperación volvamos a hacerlo.
–¿Vamos a almorzar aquí?
–No sé, ¿tú que quieres hacer?
–Bueno, ya está pagado, me gusta la vista y también sentir la brisa del mar.
–Nos quedamos entonces.
Le pidió a su ayudante que fuera a almorzar con el chofer y que los buscaran en un par de horas.
***
En la mesa compartieron con seis personas más quienes saludaron a Christian, alabaron la belleza de su esposa Harley y preguntaron por Edward Hamilton. El almuerzo fue suculento y Christian se percató de lo bien que se desenvolvía Harley tanto con la comida como con los otros comensales, estaba realmente contento y satisfecho, luego de los postres algunas personas se levantaron de la mesa y Harley le dijo a Christian que iría al baño a retocarse el maquillaje. Lisa la vio y la siguió, en el baño la interrogó:
–¿Cuánto te pagó? –preguntó con desvergüenza Lisa.
–Disculpa, ¿qué? –respondió Harley desafiante.
–¿Cuánto te pagó por hacer esta farsa hoy?
–Estamos casados, pasamos una asombrosa Luna de Miel en Black Hawk, nos amamos cada vez más y es el hombre que sólo había imaginado en mis sueños más eróticos. No es una mentira, es la realidad falsa pelirroja y no vuelvas a besar a mi marido o te arrepentirás.
Lisa salió y fue directamente a la mesa donde estaba Christian:
–Así que la llevaste de Luna de Miel a Black Hawk, siempre te pedí que me llevaras a esa cabaña.
–La tenía reservada para mi Luna de Miel.
–Tu esposa, si es cierto eso, es una vulgar insolente, me amenazó y habla de la intimidad de ustedes sin tapujos, pero veremos cuál de las dos ríe al final.
Christian estaba realmente intrigado, obviamente se encontraron, pero ¿de cuál intimidad habló Harley? Él estaba tratando de descifrar qué pudo haber pasado entre las dos mujeres. Cuando Harley llegó a la mesa se notaba alterada aún, tomó asiento mientras Christian la miraba interrogante.
–La pelirroja esa me acorraló en el baño y me defendí –respondió ante la mirada de él.
–¿Cómo?, ¿la golpeaste?
–No, me contuve. Pero llegó preguntándome que cuánto me había pagado por la farsa de hoy. Le aclaré que soy su esposa y que fuimos a Black Hawk.
–¿La amenazaste?
–Le advertí que si volvía a besarlo, se arrepentiría.
Christian se sintió en las nubes con esa respuesta, demostraba sentimientos hacia él y eso lo emocionaba mucho.
–¿Qué dijiste de nuestra intimidad?
Harley abrió mucho los ojos, “la bruja como que le echó todo el cuento” –pensó– y entonces repitió:
–Que es el hombre que solo había imaginado en mis sueños más eróticos.
Christian se ahogó con la bebida que se había llevado a la boca mientras ella respondía, fue incapaz de decir nada, además tosía, su mente quedó congelada en la frase. Afortunadamente vio a su ayudante que llegaba y avanzó hacia él rápidamente. Viajaron en silencio hasta la casa, Harley se fue calmando en el trayecto, pero Christian tenía una pregunta para Harley, aguardaría a estar solos, así que fue a esperarla en la habitación.
***
Harley fue a saludar a su padre, le contó de la comida, de la gente elegante que había visto y del paisaje hermoso que los rodeó. Luego fue donde el tío Edward, él le dijo que estaba muy bella, ella le comentó que cuando llegaron los miraron mucho y después le narró de la bruja.
–Ah sí, Lisa fue novia de Christian, él estaba entusiasmado con ella porque mostraba un interés que parecía genuino, pero cuando se convenció de que todo era de mi propiedad lo dejó, él estuvo un tiempo descompuesto, pero luego la superó. Ella no descifró que él es mi único heredero por lo tanto todo lo que poseo ahora, prácticamente le pertenece, pero mejor así, no lo hubiera hecho feliz nunca.
–Casi le doy un buen puñetazo en el baño, pero me dominé.
–Mejor así Harley, mejor así.
Harley se despidió y fue a su habitación a cambiarse, al entrar se encontró con Christian quien de inmediato hizo la pregunta:
–¿Has tenido sueños eróticos conmigo?
–¿De verdad? Esa mujer me atacó en el baño, me hizo una pregunta ofensiva y ¿usted está pendiente es de eso?
–Contéstame por favor.
–Claro que no he soñado nada, pero tenía que devolver el golpe, le dije también que nos amamos y eso tampoco es cierto. ¿Se da cuenta? Lo inventé todo al momento.
Christian dio la vuelta y se fue a su habitación, si hubiera dicho que sí, la tomaba en ese mismo instante. Llamó a sus ayudantes para que lo llevaran al hidromasaje, necesitaba relajarse urgentemente. ¿Qué le estaba pasando con ella?
Harley quedó en el medio del cuarto, lo vio alejarse y pensó: “No lo he soñado, pero lo imagino todo el tiempo”.
***
Christian durmió un poco en el hidromasaje, lo sacaron, se vistió y fue a ver a su tío, lo encontró sentado en la terraza de su habitación.
–Hola hijo, ¿cómo estuvo el evento?
–No muy bien, a decir verdad.
–¿Qué pasó? –No le aclaró que Harley le había contado de Lisa.
–Apenas entramos se presentó Lisa y me besó, Harley se alteró un poco, pero resistió la evidente provocación, nos ubicamos y nos quedamos a almorzar porque a Harley le gustó la vista y el ambiente, esa parte estuvo estupenda, pero luego Lisa la retó en el baño preguntándole que cuánto le habían pagado para fingir ser mi esposa y por poco Harley la golpea, así que con su actitud trastornó nuestra dinámica, pudo haber sido un excelente momento entre nosotros.
–¿Te estás enamorando?
–No estoy seguro porque a veces me desesperan sus desplantes, pero me está gustando mucho.
–Y tú a ella, aunque ambos se esfuerzan bastante por disimularlo.
–Mejor me voy a dormir, buenas noches tío.
–Buenas noches hijo –sonrió mientras lo veía partir. “Parece que mi estrategia dará resultado antes de lo previsto” –pensó–. ¡Se están enamorando!
***
Estaban desayunando todos en el jardín, disfrutando de la clara mañana y la brisa cálida cuando una empleada le anuncio a Christian que había recibido una visita:
–¿Quién es?
–La Srta. Lisa Powell.
Christian notó el estremecimiento de Harley, su tío también lo miró expectante.
–Tráela aquí, por favor.
Harley dudaba entre esperar o levantarse de la mesa cuando llegó Lisa, saludando muy alegre:
–Buenos días, lamento interrumpir. Christian querido vine a invitarte a almorzar.
–Lo siento, no podemos, mi esposa y yo hicimos planes para hoy.
–En realidad, solo te estoy invitando a ti.
–Imposible –Christian miró a Lisa con una extraña sonrisa.
–Entonces será en otra ocasión, buen provecho –Lisa giró y se marchó.
Lisa llegó al auto y estaba furiosa, allí la esperaba su amigo Paolo, este exclamó:
–Ay amiga, fracaso total ¿verdad?
–Me dijo que tiene planes con su esposa.
–Déjalo así cariño.
–Claro que no, por tu culpa lo dejé, me dijiste que era el protegido de Hamilton no que era su único sobrino y único heredero.
–Eso fue lo que me informaron y te lo transmití igual, ¿por qué no investigaste más tú?
–¿Cómo?
–Ay cariño, le preguntabas, así directo: ¿amor tienes dinero sí o no?
–Estás demente.
–Sí, pero ahora tú serías la Sra. Turner.
–Aún no es tarde, solo debo deshacerme de la chica esa.
–¿Qué dices? ¿Vas a asesinarla? ¿Será cómo en las películas?
–Por favor, conduce y calla. Pensaré un plan para recuperar a Christian Turner Hamilton.
En el jardín Harley puso su mano sobre el brazo de Christian y le dio las gracias por su comportamiento con Lisa, él poso su mano sobre la de ella y le respondió:
–Por nada, te respeto y haré que te respeten.
–Es un poco atrevida, ¿verdad? –comentó Eric.
–Demasiado –agregó el tío Edward.
Terminaron su desayuno y se quedaron conversando al aire libre. Pasado un buen rato Christian invitó a Eric al hidromasaje y el tío Edward se entusiasmó también, así que fueron a prepararse. Compartieron mucho rato y almorzaron alrededor de la piscina, ya cansados se retiraron a sus habitaciones.
***
A las 7:00 am sonó la alarma y Harley despertó y comenzó a prepararse para su primer día de trabajo. Había seleccionado un traje, pantalón y zapatos de tacón medio, recogió su cabello en una coleta y salió. Al llegar al edificio principal de Industrias Hamilton debía anunciarse en recepción para que Karl la condujera hacia su lugar de trabajo. Así lo hizo y se encontró con Karl quien la llevó primero al Departamento de Personal para que obtuviera su ficha de ingreso y al tenerla fueron a la Gerencia de Suministros:
–Buenos días Sr. Marshall, le presento a la Srta. Scott, es la pasante que iniciará aquí hoy.
–Buenos días Sr. Sullivan, mucho gusto Srta. Scott, en breve vendrá la Srta. Smith para llevarla al lugar donde iniciará sus labores con nosotros.
***
Poco antes de la llegada de Karl con Harley se había desarrollado la siguiente conversación entre Jerry Marshall y Lara Smith:
–Hoy viene la pasante nueva –anunció Jerry Marshall.
–Eso es el colmo, estoy saturada de trabajo y ahora debo adiestrar a alguien –protestó Lara.
–Si la enseñas bien, puede ayudarte mucho.
–¿Viste su hoja? Apenas termino la preparatoria, además los pasantes inician en mensajería y si se abre un campo los asignan, esta chica viene directo, ¿con quién se acostaría?
–¡Lara por favor! No hay remedio, la trae Karl el asistente de Turner.
–Por mí como si la trajera el mismo viejo Hamilton, no voy a perder mi tiempo, a la primera falla la pongo en mensajería. Voy por un café, avísame cuando llegue la nueva mascota del viejo.
***
Lara Smith entró con cara de pocos amigos, Harley al verla sintió un frío en la espalda. Se hicieron las presentaciones y Lara le pidió a Harley que la siguiera. La llevó a una sala dividida en cuatro cubículos y le señaló uno de los dos que estaban desocupados, pero con los escritorios llenos de carpetas. Los otros dos estaban ocupados por un chico y una chica que hablaban por teléfono cuando entraron y ni siquiera las vieron. Lara le indicó:
–Siéntate y espérame aquí –Lara salió de la sala.
Harley obedeció y comenzó a esperar. El chico se levantó fue hasta su cubículo y se presentó amablemente, luego entró la chica y también fue muy simpática. Harley les preguntó del trabajo y ellos le explicaron lo que hacían, cuando se retiraron, Harley comenzó a revisar las carpetas y con base en lo que le indicaron los chicos fue organizándolas por fecha de entrega, todas las que tenían la fecha vencida fueron apiladas en dos lotes, el resto las apartó por un momento. Seguidamente organizó los dos lotes por fecha, desde la más lejana hasta la de menor tiempo transcurrido. Llegó la hora de almuerzo y los chicos se ofrecieron a guiarla, les agradeció y fue con ellos al comedor, durante la comida les contó lo que había hecho y les dijo que ahora comenzaría a llamar a los vendedores para saber por qué estaban tan atrasados. La felicitaron y brindaron con jugo de frutas por su iniciativa.
***
Durante el almuerzo Jerry le preguntó a Lara:
–¿Cómo estuvo tu mañana de adiestramiento con la pasante?
–Muy bien, la senté en un cubículo lleno de carpetas y la dejé allí. Ya tengo una excusa para decir que no hizo nada en toda la mañana, igual haré en la tarde y mañana tendrás un informe que dirá: Primer día perdido, para el jueves estará en mensajería.
Harley llegó a su cubículo en la tarde y comenzó a llamar por teléfono, tomó diez carpetas para iniciar y a cada una le colocó una hoja para anotar las respuestas que le dieran. Resultó que todas estaban entregadas, facturadas y pagadas, obtuvo todos los datos necesarios para cerrar cada caso y los colocó en la hoja correspondiente. Tomó diez más y siguió el mismo procedimiento, en ese grupo había algunas sin entregar, pero por falta de un pago inicial o de alguna especificación. Cada respuesta era cuidadosamente anotada y esas iban a otro grupo. Al final de ese primer día tenía treinta carpetas con respuesta definida. Salió con sus compañeros sin ver nuevamente a Lara Smith.
***
Al entrar a la residencia fue directo donde su padre y lo encontró jugando backgammon con el tío Edward, les contó con lujo de detalles su primer día y anunció que tomaría un largo baño antes de cenar.
Christian llegó buscándola y encontró a los jugadores aún ante el tablero, ellos le refirieron lo contado por Harley y lo entusiasmada que estaba. Christian fue a su habitación y ella caminaba por toda la estancia con solo una toalla cubriéndola, cuando lo vio ahogó un grito:
–¿Será posible que usted pierda la manía de entrar así?
–Te iba a enviar un mensaje anunciando la visita, pero dejé mi teléfono en la mesa donde están jugando tu papá y mi tío, ¿me retiro?
–Nooooo, quédese que yo me visto enfrente de usted –respondió sarcásticamente.
–Bueno, ya entendí gruñona –Christian se retiró sonriendo.
–¿Por qué será así tan súper simpático? –exclamó en voz alta a propósito.
***
Harley continuó con su labor y para el fin de turno del miércoles todas las carpetas estaban organizadas por fecha y casi una tercera parte tenía la hoja con las anotaciones de Harley. Al mismo tiempo Jerry recibía el 3er informe donde Lisa estaba indicando que no había resultados positivos con la pasante y pedía su reasignación a mensajería. Entonces el jueves cuando llegó, Lara la llamó, le pidió que la acompañara y fueron a mensajería donde Lara le presentó a Timothy y le notificó: “Él es tu nuevo jefe”, dio media vuelta sin más explicaciones y salió.
Timothy le informó que tendría que llevar la correspondencia en un carrito, pero antes debía clasificarlas por piso, algunas se entregaban en la recepción de cada piso, pero otras en cada oficina. Harley no entendía aún que había pasado ni por qué la habían cambiado tan bruscamente, no creía haber hecho algo malo en Seguimiento. Pero, siendo pasante pensó que seguramente no tendría puesto fijo en ningún departamento. A fin de cumplir con su nueva ubicación, se dispuso a organizar los sobres, le avisó a Timothy cuando estaban listos y él la envió a repartirlos.
Todas las recepcionistas eran amables y la ayudaron mucho, estaba en plena ejecución de sus labores cuando Christian iba de su oficina a la sala de conferencias y la vio un piso más abajo, se detuvo de inmediato y le dijo a Karl:
–Esa que va allí es Harley ¿cierto?
–Efectivamente, podría asegurar que es ella.
–¿Y por qué está llevando un carrito de correspondencia?
–Lo averiguaré de inmediato.
–Ve por favor, yo voy solo a la reunión.
Karl alcanzó a Harley y le preguntó:
–¿Qué hace?
–Ahora estoy con el Sr. Timothy.
–¿Cómo? ¿Por qué?
–No sé, esta mañana Lara me llevó con él y me comunicó que Timothy, es mi nuevo jefe.
–Espere un momento por favor.
Karl llamó por teléfono, pidió un mensajero y cuando este se presentó le ordenó que se hiciera cargo del carrito y le pidió a Harley que lo acompañara. Ambos fueron a la oficina de Jerry Marshall.
–Buenas tardes, necesito informar en la Dirección por qué la Srta. Scott estaba en correspondencia.
–Es un poco incómodo en su presencia, pero tengo los informes de Lara, la Srta. Scott no hizo nada en los tres días que estuvo aquí.
–Eso no es cierto -intervino Harley.
–Lara Smith afirma lo contrario y ella la supervisó –refutó Jerry.
–Lara Smith me llevó el lunes a un cubículo, me dijo que me sentara y no volví a verla hasta esta mañana que me llevó con el Sr. Timothy. Óigame Sr. Karl le puedo demostrar que sí trabajé, vamos al cubículo, se lo ruego.
–Acompáñenos Sr. Marshall –pidió Karl.
Llegaron al cubículo y Harley señaló las carpetas, explicó cómo las apiló, las hojas que elaboró y colocó en cada una, las llamadas que realizó y la clasificación final para las siguientes acciones, seguidamente aclaró:
–Todo por mi propia cuenta, mis compañeros me explicaron el objetivo de lo que se hace aquí y yo me dispuse a buscar la forma de cumplirlo.
Jerry Marshall quedó gratamente sorprendido con lo explicado por Harley y mandó a buscar a Lara. Cuando esta llegó se alarmó al ver a Karl y a Harley de nuevo. Jerry Marshall tomó la palabra:
–Lara creo que estabas mal informada –Jerry le hablaba aún tratando de cubrirla ya que evidentemente no había entrenado a Harley en absoluto. Estos tres días anteriores, la Srta. Scott ha trabajado mucho organizando estas carpetas por iniciativa propia y ya las tiene clasificadas, indicando en cada una la causa del retraso y en la mayoría les colocó la fecha de entrega, facturación y pago porque ya no están pendientes ¿Qué puedes decirnos al respecto?
–No tenía idea –apenas podía articular palabra.
–Entonces, ¿con base en qué, hizo los informes que le dio al Sr. Marshall? –preguntó Karl.
–He estado agobiada de trabajo, sin tiempo para entrenarla, así que la deducción lógica es que no hubiera hecho nada.
–Se equivocó totalmente, porque la Srta. Scott fue lo suficientemente proactiva como para tomar la iniciativa de buscar soluciones por sí misma. Tome asiento Srta. Scott, continúe con su trabajo aquí –le ordenó con autoridad Karl, ni siquiera Jerry Marshall se atrevió a objetar.
–Debo ir a buscar mi bolso en mensajería.
–No se preocupe, yo me encargo.
–Muchas gracias.
Antes de retirarse Lara se acercó a Harley y le dijo muy bajito:
–No sé a quién se la chupaste mosquita muerta, pero cuídate de mí, esto no lo olvido.
–Mi estilo no es igual al tuyo Lara, cuídate tú porque yo tampoco olvido.
Lara se fue asombrada, no esperaba que la pasante le replicara.