Capítulo 4

3773 Words
 Se sentaron a comer y Harley sonreía burlona recordando la conversación, él se dio cuenta y prefirió guardar silencio para no discutir.  Terminaron de cenar, se retiraron de la mesa y se despidieron en la habitación, Harley se dispuso a cambiarse, se colocó su pijama y cuando iba a acostarse entró Christian. –¿Otra vez? ¿En serio va a entrar sin aviso cuando se le ocurra? –¿Qué tienes puesto? –Mi pijama, ¿por qué? –¿Es de hombre? –de inmediato notó que Harley bajó la cabeza apenada, para restarle importancia añadió: ¿La sacaste de mi maleta? –Por supuesto que no. –Igual revisaré si las mías están completas y se fue rápidamente a su habitación, cerrando la puerta tras de sí. Harley realmente no tenía pijamas, en casa usaba franelas viejas de su padre con algún pantalón corto, pero cuando él le dijo que saldrían de viaje tomó un par de los pijamas más nuevos de los que usaba su padre cuando estuvo en el hospital.  Solo que no contaba que el odioso fisgón entraría y la vería así.   *** Al llegar a su dormitorio Christian llamó a la estilista, cuando ella contestó le preguntó: –Hola Mila ¿le compraste a Harley ropa de dormir? –No Sr. Turner –¿Y trajes de baño? –Tampoco Sr. Turner. –Estamos en Black Hawk, Colorado, ¿puedes arreglar que Harley esté dotada de esos artículos para mañana? –Sí, sí, por supuesto, lo resolveré. –De acuerdo, gracias.   *** Al día siguiente cuando Harley regresó de desayunar, sobre su cama habían varias bolsas.  Estas contenían unos hermosos pijamas en colores pasteles y varios trajes de baño, todos de dos piezas.  Buscó a Christian para agradecerle y lo encontró semidesnudo en una camilla y una mujer muy sexy estaba dándole masajes, él la vio y le dijo a la mujer: –Stella danos un momento por favor. –Claro Christian –respondió la mujer con voz melosa y salió. –¿Le dijo Christian? –preguntó Harley y se arrepintió de inmediato. Él no respondió rápido porque estaba disfrutando mucho la actitud de Harley al ver a la masajista y pensando en qué decir para molestarla aún más. –Bueno, me ve semidesnudo y masajea mi cuerpo, tenemos confianza. –Eso no es ético, ni profesional. –¿Para qué me buscabas? –Para nada, disculpe la interrupción –dicho esto salió de la habitación. –¿Quién era esa chica? –preguntó la masajista cuando entró de nuevo. –Es mi esposa –respondió Christian muy serio. La masajista reanudó su trabajo y Christian sintió que cambió, ahora estaba distante, pero eso no le importó en absoluto, no tenía ningún interés en ella.  Su interés estaba ahora en Harley y su forma de actuar cuando vio el trato que le daba la masajista. El resto del día fue extraño ya que Harley decidió ir al pueblo sola y no le avisó, Christian se sentía incómodo y de mal humor cuando tuvo que almorzar solo.  En toda la tarde Harley no apareció, Christian decidió que durante la cena le diría que no puede desaparecer así, pero a la hora de cenar volvió a estar solo porque: “la señora regresó muy cansada y se había ido a dormir temprano”, según le informó una de las empleadas.  Un volcán a punto de erupción no tendría tanto fuego interior como el que sentía Christian cuando entró a la habitación de Harley y la encontró plácidamente dormida, no se había cubierto y vestía una corta pijama, lucía tan bella que su furia se disipó, le puso una manta y salió del cuarto, le hubiera gustado tenderse a su lado, pero no.   *** A la mañana siguiente, él la esperaba ansioso en el comedor y al verla aparecer respiró aliviado. –Buenos días –saludó Harley al entrar. –Buenos días, ¿qué pasó ayer? –Es una película muy divertida de varios amigos que… –Alto ahí, no vas a burlarte de mí. –Ah perdone, me confundió su pregunta. –Responde por favor, te fuiste todo el día. –Me ausenté para que usted tuviera todo el día disponible para su masajista, con la que tiene tanta confianza. –Esa mujer no me interesa en absoluto –indicó mientras pensaba: “Ajá, te molestó” –No me importa. –Pero le alivió su respuesta. –¿Podemos desayunar en paz? En silencio comenzó a untar mermelada en una tostada, pero luego dijo: –En el pueblo vi una pizzería, ¿podemos almorzar pizza? –Sí, claro, ¿quieres ir o que la traigan aquí? –Me gustaría ir. –De acuerdo, pero antes acompáñame al hidromasaje, ¿quieres? El día anterior cuando Harley revisó las bolsas y encontró los trajes de baño se alarmó, nunca había usado uno y al probárselos descubrió que aunque la habían llevado a depilarse faltaba una parte y debía remediarlo de inmediato, así que le preguntó a una de las empleadas y ella le informó que en el pueblo había un salón de belleza con todos los servicios, entonces pidió que la llevaran allá.  La presencia de la masajista no fue la verdadera razón de su salida, pero lo dijo para mortificar al odioso Sr. Turner.  Debido a su visita al salón el día anterior, no tuvo ningún inconveniente en responderle: –Sí quiero –terminó su desayuno y anunció que se cambiaría y se verían en la piscina. Cuando Harley llegó, dos hombres introducían a Christian en el hidromasaje, ella nunca los notaba, pero respondieron a la pregunta que se hacía respecto a ¿cómo hacía Christian para asearse, vestirse o acostarse?  Él siempre parecía tan autosuficiente, realmente daba la impresión de no necesitar ayuda para nada. Se acercó y Christian desvió la mirada para que ella no notara su sorpresa y admiración al descubrir la escultural figura que poseía.  La invitó a sentarse con él, ella entró al hidromasaje y comentó que eso debería ser bueno para la espalda de su padre, Christian le preguntó entonces: –¿Cómo se siente él con las terapias? –Me dice que muy bien. –¿Qué quieres hacer cuando regresemos a la casa? –Me gustaría seguir estudiando. –¿Investigaste universidades? –Iré a la escuela nocturna. –¿Y eso? –Es gratis. –Harley no debes preocuparte por eso, yo puedo ayudarte, busca una escuela diurna, es decir, postúlate para una Universidad. –Aceptaré su ayuda, pero será un préstamo, todo lo que invierta en mis estudios, lo descontará de la indemnización final. –Así que estás dispuesta a soportarme por 7 años. –Sí, usted es un reto para mí. –¿Yo?, ¿por qué un reto? –Algún día me tratará con amabilidad, sin odiosidad. Christian no supo qué responder, creía ser amable y educado.  Sí, a veces era odioso, pero solo lo hacía para ocultar la atracción que comenzaba a sentir por ella.   *** Harley se puso sus gafas de sol, eran muy oscuras, pero le permitían ver el torso desnudo y muy bien formado de Christian, también sus piernas y no entendía cómo estando tanto tiempo en la silla de ruedas podía tener las piernas en tan excelente condición, ella nunca se quedaba con una duda, así que preguntó: –¿Por qué tiene las piernas en buena forma? Christian sonrió al percatarse de que ella lo estaba observando amparada en las gafas oscuras y finalmente respondió: –La terapia a la que asisto es para fortalecer brazos y piernas, mi daño es en la médula espinal, pero he mejorado considerablemente. –¿Pudiera dejar la silla de ruedas? –No creo, tendría que someterme a una intervención quirúrgica muy delicada que no se atreven a hacerme porque podría terminar con parálisis total y perder funciones que ahora tengo. –Ah, entiendo, no es recomendable entonces. –Realmente no. –Bueno voy a cambiarme para ir a comer pizza. –De acuerdo –y esta vez sí que le estaba viendo el trasero. –Sé lo que está viendo –dijo ella en voz alta mientras se alejaba.   *** Llegaron los asistentes para ayudar a Christian.  Cuando estuvo listo pasó buscando a Harley, salieron al pueblo y fueron a la pizzería que quería visitar ella. Mientras esperaban las pizzas, él le preguntó: –¿Tuviste una relación amorosa seria antes de mí? –Nunca he tenido ninguna relación amorosa, ni en serio ni en broma, y usted no es lo que yo llamaría una relación, solo soy su esposa de contrato. –Tan bien que empiezas y luego sacas la artillería pesada y pum. –¿Pum?, ¿ya no soy gruñona? –Además. –De verdad que es muy difícil tratar de pasar un rato agradable y tranquilo con usted. –¿La culpa es mía? Solo pregunté si habías tenido algo serio antes y me recuerdas lo del contrato, ¿estás arrepentida acaso?  Porque tuviste tiempo para retroceder y no lo hiciste, así que ahora te aguantas. Harley sintió que su corazón se aceleraba, parecía que estaba realmente molesto.  Así que guardó silencio el resto de la comida.  Cuando volvieron al automóvil, ella le dijo: –Siento haberlo molestado, perdóneme por favor. Christian la miró desconcertado y pensó: “En verdad que se las trae, ahora me pide perdón”.  Hicieron el trayecto en silencio y no volvieron a verse ese día, porque en la noche Harley tocó en la puerta que se comunicaba con su habitación y no recibió respuesta, intentó entrar y la puerta tenía el seguro puesto.  Adentro Christian la oyó, pero decidió no atenderla, esa chica lo estaba haciendo sentir tantas cosas que no sabía por dónde empezar a definirlas, aunque podía iniciar diciendo que lo sacaba de sus casillas totalmente.   *** Al día siguiente se encontraron en el pasillo camino al comedor: –Buenos días Sr. Turner. –Buenos días Sra. Turner. ¿Tiene planes hoy, algún lugar que quisiera visitar? –Solo pasear por los alrededores –respondió extrañada porque ya no la tuteaba. –Si me lo permite, la acompañaré. –Está bien, se lo permito. Había lindos jardines y caminos rodeando la cabaña, los recorrieron en silencio y de pronto, Harley señaló con curiosidad: –Hoy me ha tratado de usted. –Usted dejó en claro que es mi esposa de contrato, así que no debe haber ningún acercamiento amistoso entre nosotros. –Lo dice el hombre que fue el primero en mencionar que no éramos amigos.  Entiendo perfectamente, en vista de eso ¿podemos regresar a la Residencia Hamilton? Extraño a mi padre y al tío Edward. –Volvamos a la cabaña, haré los arreglos para regresar lo más pronto posible. –Muchas gracias –no agregó nada más porque se le quebraría la voz, sentía unas enormes ganas de llorar. Cuando iban rumbo al aeropuerto, Harley quiso informar a Christian de sus planes futuros: –Cuando lleguemos comenzaré a aplicar nuevamente a las Universidades que tienen la carrera de Administración de Negocios. –¿Aplicar nuevamente? –Tuve una beca al salir de la preparatoria que no pude aprovechar por el accidente de mi padre, en ese momento estaba esperando respuesta de alguna de ellas. –Que sea cerca de casa por favor, no importa el costo. –Sí, yo también quiero estar cerca para poder dormir en la casa.  Igualmente me gustaría trabajar en mi tiempo libre, es decir el tiempo libre de clases. –En realidad no es necesario que trabajes, pero si quieres hacerlo puedo ofrecerte algo en mi oficina, no seré tu jefe directo, no te preocupes –se dio cuenta de que había comenzado a tutearla otra vez, tenía que corregirse, ella lo hirió restregándole de nuevo lo del contrato.  –No me preocupo, sé trabajar, aprendo rápido y me esforzaré por hacerlo bien. –Se lo agradezco Sra. Turner, además… –Perdón –lo interrumpió Harley– ¿podría decirme señorita Scott? Christian respiró profundamente y continuó: –Además Sra. Turner –repitió ignorando la petición de Harley–, le asignaré un auto con chofer y seguridad personal.  Le ruego que deje de rechinar los dientes, es doloroso oírla. –Usted es un controlador, mandón y solo quiere que se haga su voluntad –estalló Harley. –¿Qué controlo con usted? ¿Quiere estudiar? Lo hará.  ¿Quiere trabajar? También concedido. ¿No quiere chofer y seguridad?  Pues lo siento, porque mi esposa no estará sola en la calle. Harley se estremeció cuando lo oyó decir “mi esposa” a decir verdad, le agradó, ni loca mencionaría otra vez lo de “esposa de contrato”, porque ya la estaba tratando de usted nuevamente. –¿Puedo comenzar a trabajar pronto y cuando tenga el horario de la universidad ajustar el turno laboral? –indagó con voz suave. –Podrá iniciar como pasante, así el horario es más flexible. –Gracias. –Le buscaré algo en un departamento alejado de la Dirección, no quiero que asuman que tiene privilegios por ser mi esposa. –En realidad no quisiera que sepan que soy su esposa, me presentaré como Harley Scott, estudiante de Administración. –Si eso quiere, así será. –De verdad se lo agradezco, lo que logre quiero que sea por mérito propio. –Entiendo, agradezco su aclaratoria.   *** Ya en el avión Harley cerró los ojos y esta vez no se aferró al asiento, fingió dormir hasta sentir que el avión aterrizaba.  De camino a la casa se mantuvieron en silencio.  Llegaron a la residencia y Harley corrió a ver a su padre, lo abrazó y se sintió feliz de verlo tan recuperado, estaba fuerte, con buen color.  Luego fue a la habitación del tío Edward, se encontró allí con Christian, pasó a su lado y abrazó a Edward Hamilton con mucho cariño diciéndole que lo había extrañado.  El anciano se emocionó mucho y no pasó desapercibido para Christian que su tío se animaba cuando la tenía cerca.  Cuando ella salió, le comentó: –Te agrada la chica ¿no es así? –¿Cómo no?, es dulce, amable, cariñosa, me sentí mejor en cuanto la conocí, ¿a ti qué te parece? –Es una espina tío, quiere estudiar y la apoyo, pero ahora quiere trabajar, entonces le ofrecí trabajo en nuestras oficinas y ¿sabes que me pidió? –Aumento antes de comenzar –dijo su tío riendo. –En serio tío, quiere ser Harley Scott, que no la asocien conmigo porque ascenderá por mérito propio. –Eso es bueno y quiere trabajar para sí misma. –Yo le puedo dar todo. –Es una chica fuerte e independiente, no aceptará todo por nada. –Tío a veces me crispa los nervios, hoy rechinaba los dientes porque le dije que tendría chofer y seguridad. –Ja, ja, ja, calla que me faltará el aire. –No me hace gracia. –Ten paciencia, ya al menos parece una chica y no un pandillero. –Eso es una mejoría considerable verdaderamente.  Te dejo tío, volveré antes de dormir. –Hasta luego hijo. Christian buscó a Harley para informarle que debían mudarse a las nuevas habitaciones conyugales, ella arrugó el entrecejo cuando él mencionó lo de conyugales, pero siguió caminando a su lado, ya que le propuso mostrárselas de inmediato y quería ver de qué se trataba.  Llegaron y era igual a la de la cabaña, contigua a la suya estaba la habitación de Christian con una puerta de comunicación entre ambas, ella estuvo conforme y le informó que iría por sus cosas.   *** Luego Christian se reunió con su asistente para localizar una posición donde Harley pudiera iniciar su experiencia laboral, revisaban cada división en el edificio donde estaba la oficina de Christian ya que la quería cerca, según le expuso a su asistente y más cercano colaborador Karl: –En la Gerencia de Suministros está la división de seguimiento, se trata de estar pendiente de que los proveedores cumplan con las entregas en los plazos requeridos, básicamente llamadas por teléfono y confirmar los pedidos y los plazos. –El gerente es Jerry Marshall, el supervisor de división es una mujer, Lara Smith, creo que puede colocarla allí para iniciar –acotó el asistente. –Probemos allí, encárgate de todo por favor. –Haré los arreglos para que inicie el lunes.   *** Al día siguiente Harley le notificó a Christian que iría a su antigua casa para revisar cómo estaba todo y saludar a los amigos, también quería llevar a su padre.  Para mayor comodidad, Christian le ofreció su propia camioneta que ya estaba acondicionada para la silla de ruedas, primero el chofer lo llevaría a él a la oficina y después vendría por ellos.  Harley estuvo de acuerdo, le agradeció y prometió devolverse a tiempo para que pudieran buscarlo a él. Llegaron primero al bar de motociclistas para saludar y se armó un gran alboroto dándoles la bienvenida, todos se alegraron por lo bien que se veían ambos, comieron en el bar e invitaron al chofer y al guardaespaldas.  Hubo abrazos y lágrimas al momento de la despedida, pero prometieron volver pronto.  Luego fueron a la casa y estaba muy limpia, sus amigos realmente la han estado cuidando. A media tarde regresaron, con tiempo suficiente para devolverlos a la residencia e ir por el Sr. Turner. Christian la buscó cuando regresó e indagó: –¿Cómo estuvo la visita? –Muy bien, se alegraron de ver a mi padre en buena condición, dijeron que yo estoy irreconocible y  la casa está bien cuidada. –Ya está todo listo para que comience a trabajar el próximo lunes.  Estará en la Gerencia de Suministros, en el Departamento de Seguimiento.  A los pasantes se les paga el 70% del sueldo base mínimo establecido y tienen horario flexible para asistir a sus clases, el horario normal es de 8:00 am a 5:00 pm hasta que comience clases.  El lunes Karl, mi asistente, la presentará al Gerente y a la supervisora del Departamento, ella será su jefa inmediata. –¿Usted es el jefe del Gerente? –No, hay tres personas más en la escala. –¡Guau! A Christian le hizo gracia la exclamación, pero continuó explicándole: –El personal tiene un comedor y un área de reposo para pasar el rato, tendrá una hora para almorzar y descansar.  No la llamarán de Recursos Humanos porque ya Karl se encargó, pero debe tomarse una foto para la ficha de acceso. –Estoy agradecida y muy emocionada, ¿usaré uniforme? –No, pero sí un traje de pantalón o una falda bajo la rodilla, nada muy ajustado, será apropiado. –¿Me habla como empleada o como esposa? –preguntó coqueteando levemente. –Ambos, –aunque notó el coqueteo no quiso darse por aludido y continuo diciendo– cualquier inconveniente me lo comunica de inmediato. –¿Cómo me comunico con usted? –¿No tiene teléfono? –No tengo celular, nunca he tenido. –Mañana tendrá uno. –Bueno, gracias. –¿Quiere acompañarme mañana a un evento? –Sí, claro Tendrá lugar en el Club de Yates a las 10:00 am, será rápido, solo acto de presencia y salimos. –De acuerdo, ahora con su permiso, voy a cenar, tengo hambre. –Yo también, vamos. Al llegar al comedor se encontraron con la agradable sorpresa de que tanto Eric como el tío Edward ya estaban en la mesa. –¡Que agradable sorpresa! –expresó Harley. –Tu padre y yo hemos compartido algunos ratos estos días y ahora siempre cenamos juntos. –Me parece estupendo –dijo Harley con alegría. –¿Cómo está Sr. Scott? –saludó Christian con amabilidad. –Muy bien gracias a ustedes.  Cada día me siento mejor. –Lo mismo digo –intervino Edward Hamilton–, agradezco a ustedes mi recuperación. Todos alzaron las copas de vino que les habían servido y dijeron al unísono: ¡Salud!  Durante la cena hubo muchas risas con las anécdotas de los viajes del tío Edward y con las del taller de Eric.  Cada tanto las miradas de Christian y Harley se encontraban, las sostenían unos segundos y las desviaban sonriendo.  Al terminar hubo como un acuerdo tácito porque Harley se levantó para acompañar al tío Edward y Christian se quedó acompañando a Eric.   *** El lunes comienzo a trabajar, estoy emocionada y nerviosa, aunque no tanto como con el evento de mañana en el Club de Yates. –¿Vas mañana al Club de Yates? –Sí, Christian me pidió que lo acompañara. –Arréglate muy bien, las mujeres van allí a lucir su elegancia. –Oh, no, ya me puso nerviosa. –Óyeme, eres preciosa, solo busca un traje que te favorezca y deja que Christian maneje cualquier situación. Llegaron a la habitación del tío, se despidieron y Harley fue a investigar en Google sobre eventos en ese club, se fijaría como se visten las mujeres y deslumbraría a Christian, no solo a él, a todos.   *** Mientras tanto en el comedor se desarrollaba la siguiente conversación: –Mi hija me dijo que le diste trabajo. –Así es, aunque iniciará como pasante para que pueda ir a la Universidad de día. –Haces mucho más de lo que establecía el contrato, ¿por qué? –No tengo ninguna razón específica, aunque su hija dejó muy en claro que me devolverá los gastos de la Universidad. –No me extraña de ella, es como su madre independiente y decidida. –En dos semanas es su cumpleaños y quisiera hacer algo para que lo celebre. –Christian, Harley nunca en su vida ha celebrado un cumpleaños, yo no he podido hacerlo porque su madre, el amor de mi vida, murió por el esfuerzo de darla a luz, no la culpo de su muerte, Harley es mi razón de vivir, pero esa fecha jamás ha sido de felicitaciones para ella, ni siquiera le recuerdo que es su cumpleaños, sólo cuando cumplió 16, entre mis amigos y yo le dimos una moto sin más detalle, el 19 de octubre siempre ha sido un número más en el calendario, suma otro año a su edad y eso es todo. –Entiendo, disculpe mi intromisión. –No, tranquilo, es que de verdad no sé cómo manejarlo. –Para serle sincero, ahora yo tampoco –no le mencionó que también es la fecha de su cumpleaños. Se despidieron deseándose buenas noches y cada uno se retiró a su habitación. 
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