Capítulo 2

1412 Words
—Si mamá, te diré cuando pueda —murmuró Eliot al teléfono desde el balcón. Esa mañana había recibido la exigente llamada de su madre para que pudiera presentarle a la novia que Eliot se había inventado para que ella no le buscará una en Londres, le preocupaba que su hijo estuviera solo en una ciudad extranjera, una ciudad que después de diez años, Eliot ya la consideraba su nuevo hogar, aunque Nueva York era un caos, lo consideraba más tranquilo que la intromisión de su familia a su vida. Eliot estaba por entrar de nuevo al apartamento desde su balcón cuando Alizeé se movió un poco sintiendo un leve hormigueo en su brazo, un leve vacío y luego el golpe en el cu.lo le avisaron que había pasado la noche en un sofá, ahora estaba confundida, ¿le dolía la cabeza o el cu.lo? En un instante los dolores se olvidaron cuando sintió en la reacción de su estómago que quería sacar algo por su boca. —El baño está por allá —escuchó la voz de Eliot desde la cocina donde la había estado observando, se levantó siguiendo el camino que le había señalado, entró y enseguida expulso lo que tenía contenido en su boca, apenas pudo tomar algo de su cabello, fue tarde para la ropa, al terminar de vomitar, se intentó lavar el rostro y las manos, fue hasta ese momento que se dio cuenta de la ropa que llevaba y tuvo consciencia del lugar donde se encontraba, no comprendía qué había pasado. —¿Qué estoy haciendo aquí? —preguntó al salir. —Casi se desmaya en la fiesta y tuve la mala fortuna de estar en el camino. —¿Usted me cambió de ropa? —mencionó al señalar su cuerpo. —No quería ser responsable de una muerte por hipotermia cuando se quitó el vestido —respondió él —. Al menos no en mi departamento, se imagina el papeleo. Alizeé lo observó con desconfianza cuando le extendió una taza, ella la tomó y bebió, pero hizo una mueca cuando sintió que no era café. —¿Qué es esto? —Té. —¿Quién toma té en Nueva York? —bufó ella. —Yo —contestó él neutral. Para Alizeé la actitud de Eliot Brander era confusa, ella conocía al abogado porque su padre trabajaba con la firma de abogados y habían tenido un par de encuentros donde se presentaron, pero no habían tenido una conversación larga por la apatía del castaño. No tuvo opción más que terminarse el té, ya que era lo único que Eliot le ofrecía, poco después llegó el asistente de Eliot con una bolsa de ropa, le señaló a Alizeé y ella la tomó. —Espero que sea de su talla —mencionó el chico al darle la bolsa. —Muchas gracias. —Puede cambiarse en el baño —señaló Eliot —. Creo que fue suficiente con el espectáculo de anoche. Alizeé se sonrojo por el comentario, no recordaba nada después de brindar con el señor Burke, pero quitarse la ropa era algo extremo. Se levantó y fue a cambiarse, la ropa era perfecta para ella, un vestido celeste con estampado de flores en el borde de abajo, la bolsa también traía algo de maquillaje y un cepillo de dientes, eso había sido detallista y considerado, se preguntó si fue Eliot quien lo pidió o había sido algo que al asistente se le ocurrió. Al salir del baño, Eliot estaba de nuevo en la cocina, empezó a pensar que posiblemente ese era su lugar favorito. —Un auto la está esperando afuera —comentó Eliot. —Le agradezco mucho, señor Brander —murmuró ella y vio la bolsa que llevaba en sus manos —. En cuanto su ropa esté limpia se la devolveré. —No la necesito. Ella iba a hablar de nuevo, pero su teléfono se escuchó, al sacarlo de su bolsa vio que era su padre y ese era el momento para salir de ahí porque estaba segura que su padre estaría furioso con ella. —Si, gracias, señor Brander. No espero ninguna respuesta cuando salió del apartamento, dejando a Eliot confundido. Él conocía a Alizeé Henning como la hija del empresario y millonario Heinry Henning, consentida, educada, inteligente y refinada. Su padre había intentado que contrajera matrimonio con su amigo y colega Robert Anderson, pero eso no le funcionó, principalmente porque la característica principal de Robert es no hacer lo que los demás le imponen. ¿Qué hacía Alizeé en esa fiesta con Kendal? ¿Quién la estaba llamando para que saliera tan asustada y de prisa? ¿Qué era de la vida de Alizeé ahora? Y la pregunta más importante, ¿Quién mier.da era Eduard? Al bajar Alizeé se dio cuenta que el auto ya la estaba esperando, justo como había dicho Eliot, iba tan de prisa que le dió tiempo de responder la llamada. —Papá. —¿Dónde estás, Alizeé? —Voy para la casa, ahora —respondió ella sin darle ningún detalle. —Te quiero en la oficina en menos de diez minutos. —Voy para allá. Alizeé trago saliva al escuchar la orden de su padre, todos creían que ella era una niña consentida, una rica y mimada hija de papi, pero su vida era todo lo contrario, a pesar de sus veintiocho años debía estar a merced de su padre, no tenía opción, debía obedecerlo, era la única familia que le quedaba después de que su madre se había ido con su amante dejandola sola con su padre y tuvo la mala fortuna de parecerse a ella, así que él se lo reprochaba cada vez que podía. “Eres igual a tu madre” “Una buena para nada” “Problemas, solo eso das, igual que tu madre” Ojalá ella pudiera irse como su madre, en ocasiones se preguntó ¿por qué su madre no se la llevo? ¿Qué culpa tenía ella? —Señorita Henning, ya llegamos —avisó el chófer. Demasiado pronto, pensó ella. —Muchas gracias. Salió del auto, miró el edificio un momento y tomó el inútil valor que tenía para entrar, ya todos la conocían y podía entrar y salir sin restricciones, subió el ascensor hasta llegar a la oficina de su padre, él apenas si la vio. —¿Qué pasó con Kendal Burke anoche? —preguntó directamente. No lo sé, esa era la única respuesta que tenía y se repetía por ahora, intentaba recordar algo, pero no había nada ahora y con la mirada fija de su padre no podía pensar bien. —Bueno, yo fui con él a la fiesta y en el lugar encontré a Eliot Brander. —¿Eliot Brander? Era el único nombre que se le ocurría ahora mismo, esperaba que él no llamará a Eliot para confirmar y que su mentira no cayera. —Si, eh, ya sabes, el abogado de la firma Anderson-Stand-Brander —mencionó —. Él me habló sobre lo interesado que estaban en la empresa y me pidió que le pudiera dar algo de información. —Esa jodida firma —escupió el hombre —. No pudiste con uno y ahora vas con otro. —Bueno, yo solo quería compensarte haber echado a perder el negocio con la firma en primer lugar —aclaró. —Kendal me llamó de lo irrespetuosa que fuiste al dejarlo en el lugar —comentó su padre —. Si te doy una orden espero que la cumplas y no que salgas con una de tus tonterías. —Si, papá, lo siento. —Si vas a tener algo de la firma esa, lo necesito pronto, tengo unos negocios que hacer. —Si, lo haré de inmediato. —Haz lo que sea, seguro le gustas —señaló —. Si eres igual a tu madre seguro lo tienes, yo me encargaré de Kendal. Ahí estaba de nuevo mencionando a su madre como una cualquiera, no iba a discutir con él sobre eso, así que como siempre solo bajó la mirada aceptando los términos y salió de la oficina, tenía suerte que hubieran personas afuera para que él solo le diera un par de palabras mordaces, aunque ahora era el menor de sus problemas, tenía que encontrar la forma de volver a encontrarse con Eliot y conseguir que la ayudará con su padre, algo que ya había anticipado como imposible tomando en cuenta el carácter de Eliot.
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