Defendiendo su trabajo, algo que la apasiona, por eso no deja que nadie le minimice ni le ponga en dudas lo que ella hace. Si algo hacía que le hirviera la sangre es que la retaran, porque ella no se ponía obstáculos en lo que le apasiona. —No confunda mi discreción con negativa señorita. Lo único que me ocurre es que estoy impresionada. —¿Eso quiere decir que si lo harás? ¡Cielo santo, dices que sí! ¡Lo veo en tus ojos! —Lo haré en cuanto me proporcione material para trabajar. —Ah, no debes inquietarte, incluso le he contado a mi amiga cercana, y me ha comentado que ella desea algunos, ella nos brindará las telas en dos días, ¿No te alegras? —Sí, efectivamente — expresó con cortesía. —Bueno, por ahora solo quiero que escojas mi vestido de esta noche, debo verme muy hermosa y quiero

