Ella no se iba a dar por vencida, ahora practicará con las mujeres trabajadoras de aquella, hacienda. A pesar de ser más cortos de lo habitual, no servían, seguían siendo estorbosos y se ensuciaban en un mal día de lluvia. Eso le dio una idea. Puede ser que sus gustos fueran más enfocados para vestidos de alta sociedad, para vestir a hombres que galardonaban una gran fortuna. Pero, también existían otras clases sociales. Unas que necesitaban dirección y atención. ¿Qué tanto se beneficiaría su negocio si lograra hacer diseños no solo para los ricos, sino para los que no eran tan afortunados? Era una idea loca, pero serviría para mantenerla de pie. Haría sus primeros diseños en cuanto terminara su jornada. Al retirarse se instaló en la humilde casa de Sonia. Claudine en su día libre estaba

