NARRA KAI SPENCER Lo imito y también enrollo los brazos sobre el pecho. Adopto una actitud arrogante, aprieto los labios y cuadro la mandíbula. He decidido dejarme de rodeos y las palabras casi me salen escupidas cuando hablo. —Noah y yo, nos amamos —contesto—. Somos pareja. Estamos juntos. Es la mujer de la que me enamoré en Hawaii y es la mujer que amo. ¿Tienes algún problema con eso? ¿Vas a juzgarnos y a condenarnos al infierno, porque según tú, nosotros estamos mal? La actitud segura que antes tenía, se convierte en perplejidad. Probablemente, no se esperaba una respuesta tan directa y llena de sinceridad. Imagino que pensaba que lo iba a negar, que iba a poner mil excusas, y que no iba a confesar todo tan rápido. Pues ahora que chupe v***a, como dije, vamos a hablar claro y directo

