NARRA KAI SPENCER
Y después de que todo fue absoluta oscuridad y silencio, durante un inmensurable espacio de tiempo; de repente, así como esa oscuridad y ese silencio llegaron de imprevisto a mi vida, como un relámpago iluminando el cielo oscuro; así apareció ella ante mí, en medio de las tinieblas que inundaban a mi mente.
Su rostro, que tan bien he llevado guardado en mis recuerdos, apareció frente a mí, ensanchando una enorme sonrisa, como si se sintiera muy feliz. El mundo se me iluminó al instante. Mencione su nombre, esperando que fuera real y no un producto de mi imaginación. Todo parecía bien, pero, no tengo idea de cómo, todo se volvió a joder.
De repente, el aire le faltaba a mis pulmones y sentía que me ahogaba. El pecho me ardía, como si un millar de espinas se clavaran en
