Veinte minutos después, Adelaide se desplomó en la cama frente a ella tras su quinto orgasmo, dejando el consolador cortando el aire en las caderas de Traci. Traci se había corrido dos veces en el mismo periodo. Los nudos del arnés fueron efectivos. Al recuperarse, se ducharon juntos y volvieron a la cama... besándose lenta y sensualmente. Dos cuerpos femeninos disfrutando del roce mutuo. Jugando con la piel del cuello, los pechos, la vulva y los muslos de la otra. Besándose románticamente, como había empezado la tarde. Terminaron su encuentro con un 69, una al lado de la otra, y cuando Adelaide dejó de lamer y tocar con los dedos a Traci, se ducharon de nuevo, se abrazaron y se besaron de pie, desnudas. Luego... Adelaide se vistió para irse. Tracy se puso la bata de seda y no se molestó

