***Camila*** La cena transcurría en un ambiente elegante, con la mesa impecablemente servida y el aroma de los platillos recién hechos envolviendo la habitación. No podía negar que la mansión era impresionante, casi sacada de una película de época. Helena, con su característica amabilidad, se encargaba de mantener la conversación fluida, mientras que Valeria y Luciana se sentían cómodas entre risas y comentarios espontáneos. Fue entonces cuando los abuelos de Helena comenzaron a interesarse en nosotras. —Cuéntenos, queridas —dijo la abuela con una sonrisa cálida—, ¿a qué se dedican? ¿Cuáles son sus sueños? Valeria, con su habitual seguridad y alegría, se apresuró a responder mientras partía un pedazo de pan con mantequilla. —Quiero ser chef profesional. La cocina es mi vida —declaró c

