Frágil barrera

La miraba cada día en los pasillos de la escuela, siempre con la mirada perdida y a pasos lentos,  antes de entrar al salón soltaba un suspiro como si no tuviera más opción y aceptara su destino en vez de escapar de aquel infierno que a atormentaba. Su tormento tomaba por nombre “Clase #6 Biología”, muchas veces pensé en ayudarla, pero todo se quedaba en pensamientos vagos que se quedaban atrapados en la barrera que nos separaba, dio un último suspiro antes de girar la perilla de la puerta para entrar a su cruel destino, grité muchas veces que se detuviera, pero no escuchaba. Esa mañana la guiaron en contra de su voluntad a un lugar que si bien es cierto podría ser el sueño de muchos niños, si tan solo estuviera en las mejores condiciones, un poco más allá, apartados del bosque se encontraba una casa de árbol en muy mal estado y sin duda proyectaba terror, amarraron sus brazos y cubrieron su boca por puro placer, nadie cruzaría por esos lugares ni por equivocación así que nadie podría escuchar si ella empieza a gritar, golpearon su cuerpo como si de una piñata se tratase. Amarrada y sin poder gritar empezó a recordar cómo fue que empezó su tortura, siempre fue criticada por su apariencia, no porque sea mala, al contrario siempre fue una chica demasiado atractiva y por tal razón las demás chicas la maltrataban y molestaban, mientras ella buscaba amistad, las otras niñas la ignoraban y golpeaban, nunca dijo nada, trató de cambiar su apariencia, empezó a comer mucho más de lo que su cuerpo le permitía, pero todo fue un fracaso total y lo único que logró fue ser internada en un hospital. Mientras seguía amarrada seguía cuestionándose y odiándose a si misma por ser como es, siempre se culpaba por todo lo mal que le sucedía y como siempre no pude ayudarla, solo podía observar y sentirme impotente por no hacer nada. A veces podía sentir su mirada sobre mi pero luego descartaba la idea, ella no podía verme, la frágil línea entre su mundo y mi mundo no permitían que ella me viera pero por alguna extraña razón yo si podía verla, sentía que era un castigo para mí, de que sirve que pueda verla y no ayudarla, siempre trato de evitarla pero no puedo. Las chicas se cansaron de golpearla y dejaron los bates a un lado, una de ellas se acercó y soltó sus manos, sintió un poco de alivio pero el rencor poco a poco empezó a crecer dentro de ella y dentro de mí, desee mucho querer golpearlas hasta que dejaran de respirar. Levanté la mirada y la vi parada con ambos bates en sus manos, uno en cada mano, sus ojos no eran los mismos, desprendían odio al igual que su aura, fue como si escuchara mis pensamientos y tratará de hacerlos realidad, sin previo aviso golpeo a una de ellas en la cabeza, tan fuerte que hizo que cayera al instante, su otra amiga solo se quedó en shock, mi pequeña amiga empezó a golpear a aquella que aún se mantenía despierta, aunque no por mucho tiempo, luego de tantos golpes en todo su rostro y cuerpo dejó de responder, no se movía ni gritaba de dolor. Cuando la otra chica reaccionó ya era demasiado tarde, una parte de mi rogaba porque saliera corriendo pero la otra parte rogaba porque también fuera golpeada, antes de que el bate fuera lanzado hacia ella una mirada irreconocible cayó sobre mí, esa mirada que tiempo atrás parecía frágil y siempre estaba llorosa ahora me miraba satisfactoriamente, por ultimo sonrió de una manera que daría miedo a cualquiera y volvió a aquella chica que ahora rogaba por su vida, no podía hacer nada, golpee todo lo que estaba en mi camino y por ultimo grité que parara. Ella se detuvo, miro sus manos y arrojó los bates muy lejos, miró a la chica que solo había obtenido un par de golpes, miró como sufría, vio en sus ojos lo que muchas veces transmitía ella en los suyos, trató de acercarse a ayudarla, a disculparse pero solo recibió rechazo por parte de ella. Se volteo y su cuerpo empezó a temblar luego de ver el cuerpo de la otra chica que estaba en el suelo con el rostro lleno de sangre y moretones en sus brazos, volvió su mirada hacia la otra chica esperando una explicación, esperando que le diera la razón por la cual esa chica estaba en ese estado, pedía un culpable y obvio ella no era una sospechosa o al menos eso pensaba. Observó sus manos llenas de sangre y empezó a recordar todo lo sucedido, empezó a llorar y a gritar que no era posible que ella hubiera cometido tal acto, se arrodilló y lo ultimó que vio frente a ella fue a una chica con un bate en las manos, luego de eso todo se volvió n***o.