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1184 Words
"Te seguiré a todos lados, escribiremos una mágica historia. Sólo déjame tomar el control" - Capítulo uno - Se removió en la cama, los rayos del sol entraban por la ventana de su departamento. Soltó un gruñido y tapo su cabeza con la sábana que apenas cubría su cuerpo A los pocos segundos sonó la alarma de su teléfono, siquiera sabía cómo había llegado a la cama la madrugada anterior. Respiro de manera profunda preparándose para ir a ducharse Segundos luego salió de la cama, buscando su móvil para apagar la alarma. Al apagarla se fijó en la hora — Seis- susurró para si mismo, apagó el móvil y descalzo camino al baño. *** — Thiago, vas a llegar tarde- llamo la mujer a él, este asintio y se acercó a ella, vestía un traje color gris. Con una corbata negra — Me voy, nos vemos en la cena- dijo esté caminando a la entrada de la casa — Thiago- llamo, el hombre se detuvo y volteo a verla — Dime- dijo mirandola — ¿Y mi beso?- se quejo cruzándose de brazos con un puchero, ella tenía sus labios pintados en tono rojo, sus ojos con sombras oscuras y un delineado en sus ojos haciendo resaltar sus pestañas, una falda pegada a sus piernas con una abertura en el lado derecho y una camisa color blanco con el escote apenas descubierto de manera decente — Lo siento- se acercó a ella y beso los labios de la misma, le sonrio- ahora sí tengo que irme- dijo a ella, asintio y está ves si se fue — Suerte en tu trabajo amor- sonrio ella de manera risueña, tanta que hasta podría alegarse que era absolutamente falsa Salió de la casa hacia el garaje para sacar su auto Mercedes Benz color azul marino; al estar solo, en el interior del auto soltó un pesado suspiro Esos días, eran se aquellos días cuando sus años de secundaria le azotaban la mente. — Deja de pensar en eso Thiago, han pasado ya seis años- se regaño entre susurros a si mismo, encendió el auto y lo puso en marcha hacia la oficina donde trabajaba *** — Señor, todos están ya en la sala de juntas- dijo la mujer rubia con acento argentino a el hombre — Perfecto Lucia, recuerda hacer lo que te pedí- dijo de manera educada, a pesar de ser el dueño de una prestigiosa empresa en Canadá. Siempre era cordial y educado con sus empleados — Claro señor, compermiso- sonrió y se retiró, él camino hacia el ascensor — Mohamed- lo llamaron antes de que entrara al ascensor, este volteó a ver quién le llamaba y sonrió al ver a su risueña amiga corriendo a el. Con sus tacones y bolso en una mano y elevada la otra — Suja- sonrió a ella, la castaña le sonrió jadeante llegando a él — Qué bueno que me esperaste- dijo entre jadeos, este se le acercó a ella y tomo las cosas que andaba en la mano — ¿A que se debe tu visita?, Hace mucho no venías a la empresa- sonrió a él, extendió una de sus manos en cortesía invitándola a entrar en el ascensor antes de que cerrará otra ves — Youseef queria hablar contigo, pero no pudo venir por problemas con la bruja que tiene de novia- sonrió y entró al ascensor, este la siguió — ¿Siguen peleando?- pregunto siguiéndola, tocando el botón del piso ocho, la chica solto una risilla — Youseef al fin le puso los cuernos- dijo entre risillas apoyando su espalda en el espejo del ascensor — La chica vestía un vestido color azul cielo, pegado al cuerpo de la cintura hacia arriba y holgado en la falda, haciéndola ver bastante hermosa Su piel bronceada, su cabello castaño en un hermoso corte hasta el hombro; unas gafas de sol en su cabeza, sus ojos café claro. Sus pies descalzos se veían elegantes, siempre estaba esa característica elegancia en la chica. Aunque anduviera en arapos, el aseguraba se vería genial en ellos Desde jóvenes fue así, y con el pasar del tiempo, ella mantenía su cuerpo esbelto. Sus pechos no eran tan grandes ni pronunciados, eran perfectos para su cuerpo así como sus caderas y piernas A pesar de que ella era algo baja comparada con él, le lucia todo lo que usará — En fin- suspiro y se recompuso si borrar su sonrisa- sabes. Extraño salir contigo, con los chicos - suspiro de manera pesada y melancólica El apartó la mirada de ella, también lo extrañaba. Y aunque lo habían intentado antes, nada era lo mismo sin él. O al menos, el no sentía que fuese lo mismo — También lo extraño- sonrio apenas, algunos segundos pasaron en silencio mientras el ascensor subía — Youseef queria venir para hablar de ello...- lo miro esperando a que el estuviera bien- Thiago.- susurró, este se tenso haciendo resaltar los músculos de sus brazos- él no regresará Mohamed, deberías intentar rehacer tu vida- agregó — Se que no lo hará- dijo en tono indiferente, mientras contenía el remolino de emociones que le causaba la simple mención de aquel ser que marco su vida le ponía nervioso de pies a cabeza — ¿Entonces?- lo miro en total seriedad, este no respondió- Mohamed... - llamo, las puertas del ascensor se abrieron en ese momento — Tengo una junta con los inversionistas- le devolvió las cosas- hablemos luego, planea alguna salida con Youseef y los demás para mientras.- sonrió, ella tomo las cosas y asintio- me escribes- agrego besando la mejia de la chica — Está bien- sonrió a él, este sonrió un poco más. Sabía que eso la calmaría por ahora y dejaría el tema de Thiago por unos días — Nos vemos Sujail- se despidió con la mano de ella saliendo del ascensor- dile a Lily que te dé algunos tenis para que no estés padeciendo con esos tacones- rio, ella también rio asintiendo — Sabes que soy terca- rio- empezaré a considerar llevar unos tenis siempre en la bolsa - agrego — Nos vemos- se despidió con la mano cuando el ascensor empezó a cerrar, cuando las puertas del ascensor fueron cerradas por completo este bajo su mano y borró su sonrisa bajando su mirada al suelo Tragó en seco, cuando sintió un nudo en su garganta. Sabía que él no volvería, su cerebro se había resignado a ello. Pero su corazón, su corazón aún no lo aceptaba, no del todo... — Señor- salió una mujer de la sala de juntas llamándolo, este elevó su mirada y arreglo su saco — Un momento- dio media vuelta sobre su eje y camino hacia ella, entrando a la sala de juntas- lamento la demora señoras y señores.- se disculpo a las personas de la gran mesa acercándose a la cabecera de aquella mesa *** — Thiago, el jefe te llama- dijo uno de los compañeros de trabajo de él hombre mirándolo — Voy- cerro su computador y se levantó de su lugar para caminar a la oficina de su jefe
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