Kaelin
Rhea me acompañó al jardín. Me había comunicado con ella telepáticamente, preguntándole si le gustaría un cambio de ritmo, y ella aceptó.
Entramos a los jardines, el aroma en el aire cambió de claro y con olor a pino a los reconfortantes aromas de tierra húmeda y vegetación fresca. Había oído que los cultivos se habían marchitado durante el breve reinado de Jaxon, y aunque el jardín parecía familiar, vi que las cosas eran diferentes.
En mi memoria, veía campos exuberantes llenos de vida rica, con abejas y mariposas revoloteando de flor en flor. Las plantas en crecimiento parecían saludables, pero los campos no eran tan abundantes. La cosecha de vegetales explicaría algo de esa pérdida, pero no todo. Me dolía el corazón ver cómo el mal de Jaxon había dañado la salud de la tierra.
