Alaric
Tenía a Harlon y a Samson en la mira, y estaba a solo unos malditos segundos de destrozarlos y pintar las paredes de la cueva de rojo con su sangre. Antes de que pudiera hacerlo, escuché a Evan entrar en la cueva, reconocí su olor. No me giré hacia él. Evan era leal a los Wargs de principio a fin, no tenía nada de qué preocuparme—
El sonido de una pequeña bomba estalló en la cueva, haciéndome zumbar los oídos. Al mismo tiempo sentí una ráfaga de calor en mi costado derecho. Pasó un segundo mientras tambaleaba sobre mis patas, sin estar seguro de qué demonios había pasado. Ese segundo, aunque lleno de confusión, fue tan pacífico comparado con los siguientes.
El dolor recorrió mi sangre, incendiando mi cuerpo. El dolor era blanco, ardiente, cegador, tan intenso que mi lobo, desespe
