ALARIC
Kaelin se alejó, con Rhea y Jasper siguiéndola para asegurarse de que llegara bien a la cabaña de mamá. Mi lobo comenzó a aullar mientras ella se alejaba de mí. Dolía su ausencia y arañaba para tomar el control y hacerme seguirla. Lo retuve.
Me hubiera encantado tener a Kaelin en mis brazos otra vez, pero sabía que un poco de espacio nos haría bien a los dos. No estaba seguro de ella, pero mis emociones aún estaban demasiado intensas. Me sentía tan frágil.
Me volví hacia Dom, que estaba cerca de la puerta principal. La vista de su estúpida sonrisa me molestó. No necesitaba entrar en su mente para saber exactamente lo que estaba pensando. No podía decir que entre Kaelin y yo no pasaba nada, no en este momento. No podía negar que mi lobo y yo éramos extremadamente protectores con e
