CAPÍTULO 3: Un Largo Proceso

2640 Words
[Emily Wilson] Semanas antes… Los días han sido un poco trajinados en la empresa últimamente. Hay en juego millones, si la corporación japonesa “Toyota” no nos acepta el trato. Mariana ha estado tensionada en estos días debido a la actitud frívola del Sr. Stewart, pues no solo se encontraba nervioso por ello, sino según lo que me comentó ella, es que él también llevaba los nervios de punta debido a que su hermano menor se casó el día de ayer, yo no entendía el porqué de su actitud, pero al parecer no se llevaba bien ni con su propia familia. Me alegro mucho de trabajar alejada de él, ya que sinceramente pienso que chocaríamos demasiado. Aunque en realidad suelo ser muy paciente, la forma de ser de mi jefe por alguna razón me enoja y creo que sería despedida en menos que cante un gallo. Yo soy muy amable, cálida y sociable, pero cuando siento que algo es muy injusto, por más que me aguanto no puedo quedarme callada y más si se trata de un hombre con alta arrogancia. Hoy me tocó revisar unos documentos importantes, y después de haber verificado que todo andaba bien, debía llevarlos al escritorio de Mariana para que dé la aprobación, cuando de repente aparece de la nada en frente de mí, "Don renegón". ¿Pueden creer que me dijo escoria? Y ni siquiera me ayudó a levantarme, ni mucho menos se disculpó, y eso que fue por su culpa el habernos chocado, pero él se mostró como víctima e incluso pasó por encima de los documentos ensuciándolos. Era la primera vez que teníamos algún tipo de contacto y definitivamente fue la peor, “ahora debo hacer las impresiones otra vez”, refunfuñaba dentro de mí. “IDIOTA” se me escapó en altavoz sin querer, cuando me di cuenta de lo que había hecho, casi me quería morir, pero para mi buena suerte no me escuchó. Después entró a su oficina y comenzó a gritar como desquiciado llamando a Mariana, no puedo creer que pueda existir un hombre tan explosivo y malhumorado. A veces me compadezco de ella, sin embargo, ella siempre me dice que lo aprecia así como es y que a pesar de que tiene ese carácter, al fondo es un hombre noble. "¡Pff!" No pude contenerme al hacer aquel gesto cuando me dijo eso. ¿Noble? ¿Por dónde? En fin, ella dice que lo conoció desde muy joven y que el Sr. Stewart no era así, antes sonreía mucho y era amigable, ¿Qué le habrá sucedido para convertirse en lo que es? Hay muchos rumores sobre ello, una de esas es que encontró a su prometida en la cama con otro hombre, otra, que su novia de muchos años lo abandonó en el altar, también dicen que la frustración de no ser un gay liberado debido a la presión de su familia, lo volvió de esa forma. Quién sabe, cuál será la verdad… Por el día de hoy terminó la hora de trabajo y salgo de la oficina para regresar a casa. Cuando llego, trato de desestresarme el mal día que me hizo pasar esa persona con una lata de cerveza, mientras observo la televisión, cuando de repente me llega otro correo electrónico de la clínica. Después de haber recibido la aceptación de la inseminación artificial, me habían citado a otra entrevista presencial dentro de un par de semanas. Yo me sentía muy felíz, cada vez estaba más cerca de lograr mi esperado sueño. … Pasaron las semanas, y asistí a la entrevista con la doctora encargada, éramos varias chicas solicitando lo mismo; algunas habían venido con sus esposos, otras solas, pero ya tenían quien serían sus donantes y por último fuimos pocas las que vinimos para la inseminación anónima. Nos volvieron a explicar detalladamente el proceso que afrontaríamos y los cuidados exactos que debíamos tener, todo fue muy interesante y emocionante. Al final, nos dijeron que solamente nos quedemos las que haríamos el proceso anónimo, nos avisaron que debíamos venir a una cita más con el doctor especialista, pero que esta vez sería en privado ya no grupal. Me imagino que para nosotras era más riguroso el proceso debido al requerimiento anónimo. Nos dieron distintas fechas para regresar, y por aquel día, me fui a casa muy extasiada en emoción. … Pasaron los días, y llegó la fecha de mi cita. Ya en la clínica, en la entrada del consultorio para ser más específico, el doctor salió a recibirme y se me quedó mirando unos segundos, era un hombre muy atractivo, alto, cabello rubio, ojos claros y de una sonrisa tan hipnotizante. Él removió su cabeza y me invitó a pasar. –Buenos días, Señorita Wilson, soy el doctor Larry Grant y seré el que la acompañará gustosamente en todo este proceso. –Mucho gusto. –Estrechamos nuestras manos para luego tomar asiento cada uno en su respectivo lugar, frente al escritorio–. Gracias por su arduo trabajo y por adelantado, gracias por la paciencia que me tendrá. –No se preocupe, sé que todo saldrá como usted lo desea. Me comenzó a hacer preguntas personales; del porqué quería tener un hijo, cuáles eran mis planes, mis propósitos, si estaba de acuerdo al 100% de realizar la inseminación anónimamente. Y cuando me preguntó en donde trabajaba mientras apuntaba todo lo que le decía, se quedó en silencio un minuto para luego sonreír muy pícaro, no entendía su extraño comportamiento, pero de seguro él era así. … –Muchas gracias por habernos preferido, esté segura de que no se arrepentirá, todo irá a la perfección. –Sí doctor, le agradezco, pienso también que todo irá muy bien. –Bien señorita Wilson, nos vemos el día de mañana para el inicio de la primera etapa, "La estimulación de la ovárica", durará por lo menos doce días para luego realizar exitosamente la inseminación, ya sabe cómo será el proceso completo, así que prepárese mental y físicamente. –Estoy más que preparada doctor –respondí con ánimos. –Bien... –Estrechamos las manos de despedida mientras sonreímos a la par. Me sentía la mujer más feliz del mundo sin dudarlo. En los días siguientes iba después del trabajo para mis sesiones diarias, el Dr. Larry estuvo siempre al pendiente de mí cada día. Los días pasaron muy rápido y al treceavo día, me dijeron que estaba preparada, me dieron otra cita más para el día esperado y fui junto con Ruth (mi mejor amiga). Estábamos súper nerviosas, ella estuvo a mi lado en todo el momento, mientras yo ya me encontraba en la camilla con una bata lista para el proceso. El Dr. Larry inspeccionaba cada detalle desde una ventana enorme de la habitación realizando apuntes, agradecí que no fuera él, el que me hiciera esto, ya que me avergonzaba a morir. Después de todos estos días viéndonos seguido nos volvimos algo allegados, era muy amigable y me hacía sonreír cada vez que me ponía nerviosa. Las enfermeras no demoraron más que pocos minutos para realizar la inseminación, pero debía quedarme al menos una hora con las piernas alzadas en esa posición sobre la camilla. Al final de la sesión, me felicitaron, y me desearon buena suerte, debía esperar 20 días más para confirmar mi embarazo y comenzar a realizar mis citas con una obstetra normal. El Dr. se acercó y me dio sus buenas vibras –Querida Srta.Wilson recuerde de no hacer muchas actividades de alta intensidad, por favor, yo seguiré aún personalmente cada movimiento suyo. Este es mi número personal para que me pueda avisar, o preguntar de cualquier cosa que le ocurriera fuera de lo normal. –Muchas gracias Dr., usted es muy amable. –Él sonrió como siempre de coqueto y salió de la habitación. Por ese día descansé en casa, me sentía algo estresada del largo proceso que pasé, por ello había pedido el día libre. Me relajé en casa y no podía con la enorme ilusión. Todo esto lo mantenía en secreto, al menos hasta que sea totalmente positivo mi embarazo, para poder darles la noticia a mi familia y amigos cercanos. ... A la mañana siguiente ya fresca y descansada, me alisté y me fui rumbo a la empresa. Hoy Mariana tenía que viajar con el Sr. Stewart, tenían una reunión de alta importancia en California. Llegué muy temprano por ello, eran las 7:30 exactamente. Viendo que Mariana no llegaba, me adelanté a preparar los documentos, y así ella ni bien llegara se vaya lista. Esto era lo que le gustaba a Mariana de mí, que siempre me adelantaba a la situación, era un gran apoyo para ella definitivamente. Llegaron las 8:30 am y no aparecía ya me estaba preocupando cuando de repente unos minutos después, ella me llama pidiéndome el favor que la reemplace en el viaje. Eso me sorprendió, ni siquiera estaba preparada, pero ella me dijo que se encontraba mal en el hospital y aún no sabía que tenía, no se sentía nada bien. Debido a ello era un hecho que no me podía negar, aunque sabía que iba a ser super difícil con la hostil personalidad de mi jefe. Di un enorme suspiro, y le dije: “no te preocupes yo me encargo, recupérate por favor”. Ella se disculpó por adelantado, ya que sabía que quizás pasaría por malos momentos, pero la traté de calmar diciéndole que seré paciente, al menos si me lo propongo sé que lo haré. Ella me agradeció y seguí sus instrucciones. Alisté todo rápidamente, aunque no llevaría ningún cambio de ropa, algo se me ocurriría, me dije a mí misma animándome. Bajé inmediatamente ya lista con el maletín de documentos y me apresuré a la salida como ella me lo había indicado, aún no veía al Sr. Stewart por ningún lado, esperé unos minutos hasta que después apareció, me acerqué y él me llamó. Estaba algo nerviosa no lo podía negar, pero decidí reflejarme como si no sucediera nada, le respondí y él volteó. –Buenos días, Sr. Stewart. –Bajé mi celular y estire mi mano para estrechar la suya–. Mi nombre es Emily Wilson, es un placer –dije, pero su expresión fue extraña, él rodó los ojos e ignoró mi saludo y se volteó dirigiéndose al auto. –Apúrate que no tenemos tiempo. –Yo me quedé completamente fría de lo tonto que podría ser esta persona, me apuré y a punto de abrir la puerta del copiloto, me dijo–: súbete atrás por favor. Yo apreté los puños, solo estaba minutos con él y ya me estaba enfureciendo, respire hondo y boté todo en un gran resoplido. Me subí en la parte de atrás y traté de estar lo más relajada posible. Esto definitivamente iba a ser un enorme reto para mí. .......... [Oliver Stewart] Apenas llegamos al aeropuerto, caminamos apresurados para el avión, un enorme suspiro de tranquilidad pude dar, al estar ya dentro me saqué el saco... –Toma mujer. –Se lo lancé a ella sin mirar, mientras yo tomaba asiento cómodamente. Ella me quedó mirando, yo le volteé la cara y a los segundos se acercó. –Sr. Stewart, mi nombre es Emily. –Sí, sí, como sea… –respondí y cogí la revista de al lado ignorándola por completo. Ella se fue a sentar a su asiento, y yo me sorprendí a su relajación. –¡Hey!, ¿no deberías estar revisando los documentos? ¿Viendo si está todo en orden? –Es algo que ya hice señor desde muy temprano. –No me esperaba su respuesta, pero solo hice un chasquido y cruce las piernas mientras seguía mi lectura. ... Fueron 4 enormes horas, habíamos llegado, al fin. –¡Hey tú!, ¡levántate! –Me dirigí a la mujer que dormía boca abierta, no sé si debía reírme o enojarme más por estar durmiendo en un momento tenso como este–. ¡Hey! –Volví a gritar con mi voz grave ya que no despertaba, y ella, esta vez si dio un salto. –Sí, sí señor, estoy despierta. –Se levanta y comienza a sobarse los ojos, tratando de verse mejor. –Mi saco por favor... –No lo veía en el perchero, siempre Mariana lo solía dejar ahí, la fijo seriamente y ella se avergüenza porque se había dormido con mi saco en mano. –¿¡PERO ERES TONTA!? –Perdón Sr. Stewart. –Comenzó a sacudirlo, tratando de estirarlo. –Está todo arrugado –exclamé fastidiado, definitivamente Mariana se había equivocado, esta mujer era demasiado idiota–. ¿Cómo piensas que me pondré esto? Ya no quise discutir más, estábamos con la hora, hice un gesto desagradable junto con un enorme resoplido y simplemente salí del avión. Estaba totalmente preocupado, si el día de hoy no damos una buena exposición delante de los ejecutivos para convencerlos, todo el mes dedicado a este proyecto será en vano. Toyota tenía que aceptar nuestro jugoso trato y estaba dispuesto a lograrlo, espero esta mujer sepa defenderse cuando deba explicar nuestros puntos importantes. Llegamos a la reunión, solo me presenté en camisa, no tenía tiempo ni de comprarme otro traje. Llegamos realmente a las justas, saludamos a todos y comencé con mi presentación. Después que acabé, la Srta. Wilson debía realizar la explicación profunda de cada uno de nuestros convenios, me la quedé observando atentamente con las piernas cruzadas desde que inició, y la verdad que me dejó anonadado. Pensé que se equivocaría en algún punto, en cambio, fue muy fresca y espontánea, parecía que hubiese estado preparada desde días. Se notó claramente que había impactado a los ejecutivos, "al menos en ese aspecto hace las cosas bien", vacilé dentro de mí. ... –Estamos honrados de iniciar a trabajar con usted Sr. Stewart. –Estrechaba la mano del Sr. August–. Tiene una excelente secretaria, se nota lo capacitada que está, no tardó en pocos minutos en convencerme. –Gracias Sr. August. Sí, es la mejor que tenemos en la empresa. –Mentí debía quedar muy bien–. Será un placer también para mí, ser socios. Era un hecho habíamos firmado al fin un trato multimillonario para vender esta grandiosa marca, todo definitivamente iba a mejorar para nuestra empresa. –Buen trabajo Srta. Wilson. –Le dije mientras nos adentrábamos por los pasillos del hotel, y ella al parecer se sorprendió por mi cumplido. Hay algo que jamás puedo dejar de reconocer y es cuando las personas hacen un buen trabajo, es por ello que no podía quedarme callado a su impecable esfuerzo. –Gracias, Señor. –Hoy nos quedaremos aquí, sé que no haz traído vestimentas pero tendremos una cena importante, e imprevistamente nos quedaremos por 2 noches. –Se... señor no lo sabía, pero no se preocupe, iré a comprarme ropa para estar bien vestida en la noche. –Bien. ¿Cuál es mi habitación? –Esta señor, yo me encontraré al lado de usted si necesita cualquier cosa. –Ok. –Me entregó la llave y me fui a descansar un par de horas a mi cuarto. … Ya por la noche, luego de haberme dado un agradable baño; rasuré mi barba para verme más fresco, ya que la tenía un poco crecida, me eché la loción y después endose mi traje gris, el más elegante para la ocasión, peiné mi cabello, acomodé mi saco y por último acomodando el reloj de mi muñeca, cojo mi celular para llamar a la asistente. Sin embargo, justamente en ese instante tocan el timbre, entonces al momento de abrir, ella estaba delante de mí en un hermoso vestido pastel. Yo tragué saliva, no sabía que vestida de esa forma se podría ver increíblemente tan esplendorosa.
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