BROKEN

Hacia tiempo que no sentía este dolor en el pecho. Tras la perdida de mi madre, me quede solo, mi padre se perdió en el alcohol, las drogas... Y ahora esta muerto. Hace dos años que murió y parece que yo también me fui con ellos. Tengo 17 años vivo solo, trabajo y estudio para poder salir adelante, apesar de que tengo a mis amigos y a mi tío me siento muy solo... Jamás me había sentido tan solo como ahora y no sé porque, mis amigos dicen que no queda rastro del chico alegre, inquietó, sonriente y travieso que era...  Perdí a mis padres, lo perdí todo, me perdí a mismo e incluyendo lo a él. —¿Prometes nunca dejarme? —Lo prometo... No tendría el valor de dejar a lo mas hermoso que tengo en este momento que eres tú Me aferre más a su cuerpo, como si esto solo fuera un sueño del cual pronto voy a despertar. —Te amo  —Yo te amo aún más pequeño. —Me has ayudado tanto, has estado cuando más te necesito...  —Y siempre lo voy a estar... No se que será de mi, sin ti. Te amo tanto que no soportaría si me dejas... Y todo fue una mentira. Un estúpido juego, sólo fuí su diversión. Me dejaste el mismo día que me dijeron que mi padre estaba muerto, todo fue una estúpida mentira, nunca me amaste realmente. —No sé porque sigo recordándote...—suspire—precisamente hoy son dos años y sigues en mi mente—dije para mi, mientras terminaba de levantarme  Hoy es mi día de descanso y agradezco por eso, lo necesitaba tanto; a pesar de que mi jefe es mi tío es bastante cansado el trabajo de su asistente medio tiempo en su empresa, aunque en vacaciones es tiempo completo, eso me ayuda a no pensar tanto. Son pasadas las diez de la mañana así que veré que hay para comer. Me dirigí a la cocina a paso lento pero antes de siquiera llegar a mi destino, el timbre me hizo desviarme de mi camino, con pereza abrí la puerta encontrándome con James. —Buen día Tay—sonrió y entró  —Buen día, ¿Que haces aquí tan temprano?—cerré la puerta y lo seguí hasta la cocina, fue ahí donde me percate de la bolsa que trae con sigo—¿Que es eso? —¿No es obvio? Te traje el almuerzo, dijiste que no había nada en tu nevera, que hoy irías de compras No puedo creer que lo haya olvidado. —Gracias Minnie—trate se sonreír —Vamos Tay no me gusta verte así. Ánimo. —Lo siento... Yo... No es un buen día... —Oh... No, perdoname tú a mi, olvide que día es hoy, ¿Estás bien? ¿Quieres ir...?  Negué rápidamente. No tengo animos de ir al panteón. —Esta bien, vamos a almorzar y después te bañas, te pones bonito y nos vamos por lo que te haga falta  —¿¿Que hice para merecer alguien como tú?  —Ser un ángel Tayler [...] —¿Seguro llevas todo?  —Si, en la lista que hicimos está todo. Ahora ¿Podemos ir por mis chucherías?  —Si, vamos anda Nos dirigimos al pasillo donde están las galletas, esas a las que me hice adicto gracias a cierta persona. Cuando llegamos al pasillo pude verlo, ahí de pie tomando una caja de aquellas galletas. Quiero irme de aquí, ya. ¿Porque hoy? ¿Porque carajo hoy tenías que aparecer nuevamente en mi vida?. —Tay ¿Que pasa? Reacciona... La dulce voz de James me saco de mis pensamientos. —L-lo siento vámonos de aquí  —Pero... ¿porque...?—no deje de ver hacia dónde esta aquél chico pelinegro—Oh dios mio, no puede ser... ¿Tay?  —Vamonos de aquí James.