Princesa Nirvana

Eom Hyo-ri quien desde niña sufrió el abuso de sus hermanos y madrastra. Un padre indiferente a los maltratos de su hija. Eom Hyo-ri perdió a su madre a la edad de tres años, su padre se volvió a casar unos meses después de la muerte de su esposa sin importarle el luto. — Eom Hyo-ri, ¿qué crees que haces pequeña perra? —su madrastra quién la trata peor que un perro hablo señalando el plato que la pequeña sostenía en sus pequeñas y delicadas manos. — Yo... tengo hambre madre —la mujer se paró de un salto y zass golpeó la mejilla de la pequeña niña. — Cuando no haya nadie frente no vuelvas a llamarme madre, ¿quién daría a luz a una mocosa como tú? La mujer arrojo la comida de Eom Hyo-ri al suelo y se fue con la cabeza en alto llena de arrogancia. Eom Hyo-ri lloraba cada día en su habitación si así se le puede llamar la pequeña había sido enviada al ático y su habitación le fue dada a su hermana menor. Al ser mayor que sus hermanos ella asistía ya a la academia, su padre solo para aparentar ser una familia perfecta que cuidaban con gran cariño a la niña que a perdido a su madre la inscribió en la mejor academia de la ciudad. Al ser una familia acomodada y de prestigio se preocupan mucho del que dirán. Su padre era exigente con sus notas y cada que la pequeña sacaba un punto menos de la perfección era azotada cruelmente en su espalda. Hyo-ri apretaba sus pequeños labios del dolor porque al hacer el más mínimo sonido se le agregaban otros diez azotes. Su padre un hombre cruel el cual solo mira el dinero y prestigio de su apellido los Eom que por décadas han sido una familia destacada y capaz teniendo descendientes competentes, solo podían aceptar la perfección. Pero la pequeña niña se pregunta¿porque solo ella debe esforzarse por traer prestigio a la familia mientras que sus hermanos son amados de cualquier manera? Un destello de tristeza se vio reflejado en Hyo-ri. ¿Cómo una niña de tan sólo diez años puede ser capas de resistir este calvario? — Jaja, Hyo-ri la perrita muéstrame como los perros beben del escusado —su hermano menor junto a sus amigos sostenían a la Hyo-ri para que bebiera la sucia agua del inodoro. Este era un día normal para Hyo-ri, todos los días en la academia eran así. Hyo-ri una niña tan delgada a la cual no se le tenía permitido comer los tres tiempos o por días había sobrevivido todos estos años con una gran tenacidad pero la pequeña al cumplir sus quince años ya no pudo más y quiso dejar de existir corto sus muñecas y cayó al suelo. Cuando Hyo-ri recupero la conciencia se topó con una habitación ilumina de color blanco su olor era particular era como a desinfectantes. — ¡¡Eres una ingrata!! ¡¡no te dejare morir hasta que me pagues los años en los que te e criado!! —su padre grito al entrar a la habitación y ver que la joven había despertado. — Señor le pido que le hable con calma a la joven, acaba de despertar y se encuentra aturdida y lo que usted está haciendo solo empeora las cosas —el doctor que se encontraba de guardia reprochó al arrogante padre de la joven. Eom al ser reprochado por el doctor salió hecho una furia de la habitación.