Serendipia

Capitulo 9

¿Alguna vez te has sentido gorda y de verdad decides no comer mas pasteles, pero alguien deja una rebanada de pastel de limón en la nevera y sabes que no vas a resistir esa tentación?

Alex se estaba volviendo ese pastel de Limón que no debía comer. Se supone que debe estar prohibido para mí y no por ser el amigo de mi hermano. Había algo más que lo hacía peligroso. Conocía a Alex desde que era una niña. Sabía que era una mala idea enamorarse de él. Su personalidad era auto destructible. Desde que era un muchacho ya estaba condenado a romper o fracturar todo lo que este a su paso, no era de extrañar que hiciera lo mismo con las mujeres.

¿Acaso estaría yo lista para eso?

No sé si me encontraba preparada para todo lo que conlleva a Alex Green, pero si sabía una cosa. Los besos de aquel imbécil tenían el efecto de derretirme como un helado en un día soleado. Toda mi piel se vuelve liquida cuando entra contacto con sus manos ásperas y enormes. Me enloquecía la forma en como me tocaba mientras que su lengua se apoderaba de mi boca.

«Estas jodida, Leah Cooper».

¿Realmente lo estaba?

- ¿Qué creen que deba hacer? -pregunté a las gemelas una vez que estaba a solas con ellas.

Ambas eran expertas en estos temas y mis únicas grandes amigas.

-Cógetelo/ Déjalo-gritaron al unísono y sus miradas se repelieron.

-Eso no ayuda-confieso una vez que me desparramo en banquillo de la universidad.

La tarde era realmente bochornosa. No había ni una sola nube y el viento parecía haberse ido a otra parte. Le doy una probada a mi helado de naranja mientras aguardaba debajo de la sombra del árbol con tan solo una simple y corta camiseta que me había dejado luego de salir de mis clases.

- ¿Cómo puedes decir que lo deje? -la dulce de Katty habló un tanto sorprendida-Es obvio que se gustan-sus labios se tornaron azules por la paleta sabor a chicle que devora sin contemplaciones-Tienen que estar juntos.

-No seas estúpida, Katty-Gruñe su gemela malvada a la vez que le da una calada a su cigarrillo-Tiene que dejarlo. Ese imbécil solo juega con ella, es obvio que no quiere nada serio con nadie ¿o porque la besaría luego de que Tessa le mandara una foto de sus tetas?

Eso era un muy buen punto.

Alex Green estaba completamente enloquecido por la belleza azúcar morena de Tessa Williams. Todos los de la universidad lo estaban. Era casi imposible que pudiese competir con alguien como ella. Tessa era algo así como el rey de los chocolates en helado, mientras que yo era la aburrida e insípida vainilla olvidada.

-Sana, no seas bruja con Leah. Tienes que animarla.

-Tengo que ser realista. No voy a permitir que crezcan sus esperanzas por un idiota que es súper toxico. Es preferible que esté con el ñoño de David. Es dulce, tranquilo y completamente seguro. Tu puedes con él, amiga.

Sip, estaba aquel otro detalle.

Yo era la novia oficial de David. Digo oficial porque él había posteado una foto de nosotros en las redes. Toda la universidad nos había visto abrazados como una pareja feliz en la fiesta luego de que me diera esa gran sesión de besos con Alex.

-Creo que te vas arrepentir, Leah-Katty soltó como una romántica empedernida-puedo ver en tus ojos que de verdad te gusta Alex y es obvio que tú también le gustas a él- su cabeza rubia señala a su derecha, justo al lado de la fuente donde Alex nos observa desde la distancia a pesar de estar rodeados de chicas.

-Hola, nena-el tono meloso de David me hace aterrizar en la realidad.

Él se acerca y me da un ligero beso en los labios mientras se incorpora entre Katty y yo en la banca.

- ¿Qué tal chicas? -su voz amable hace que Katty sonría por educación, pero Sana solo lo ignora botando la colilla de cigarro y encendiendo otro con fluidez.

- ¿Cómo te ha ido en las clases? -intento hacer que se esfume el silencio incomodo entre nosotros.

-Genial, tu novio nerd ha sacado excelente en todos los exámenes.

-me alegra mucho-me inclino hacia el y lo beso de nuevo. Esta vez dura un poco más el beso. Sus labios se mueven lentamente mientras que su saliva se enfría cuando muevo mi boca.

-Tortolos, compórtense-Sana suelta secamente. Conozco su tono lleno de sarcasmos-Van hacer que avergüence.

David suelta una carcajada. El piensa que Sana intenta ser simpática con él, lo cual es triste. Era obvio que Sana solo deseaba que se fuera para que las tres siguiéramos con nuestra platica de porque él sería mejor opción que Alex.

¿No era raro eso?

-Hoy en la noche el bar va a presentar la banda de mi hermano, quiero que vayas para que lo conozcas. Creo que le encantaras.

- ¿A cuál bar? -pregunto un poco nerviosa.

-A ese mismo bar-me guiña el ojo-Creo que ya es hora de que yo conozca a tu hermano también.

-Suerte con eso-Susurra Katty algo lúgubre.

- ¿Qué? -David se sobresalta un poco nervioso.

-Ignórala, solo bromea contigo-intento sonreír-Esta bien, esta noche nos vemos en el bar.

Trague con dificultad. De pronto siento como aquel día caluroso se transforma en una fuerte tormenta que va a arrebatarme algo esta noche.

Repaso una vez más mi labial carmesí en el espejo del retrovisor. Respiro profundo. Las botas negras de esta noche no me ayudan con mi equilibrio, pero me hacen sentir bonita y confiada y esta noche necesitaba mucha confianza y valor para lo que se avecinaba.

Conocía muy bien a mi hermano. Él era una especie de ruleta rusa en emociones y no sabía casi nunca cuando iba a explotar.

La falda negra de cuero me queda algo ajustada, pero resalta con las lentejuelas de mi blusa sin mangas y ligero escote. Sabía que no se sentía bien estar aquí. Creo que no solo el problema sería que Neil estuviese en ese bar o que David fuese mi novio. Sabía que había algo más oculto en aquella extraña rivalidad entre las bandas y David y yo estábamos en medio de ella.

-Perfecto para deslumbrar a tu cuñado-Katty sonríe mientras me da una vuelta en la entrada-Me gusta tu blusa, quizás la tome prestada.

Aquello viniendo de la experta en moda era un completo halago. Katty amaba los vestidos con brillantes y la moda, por eso siempre lucia impecable a cualquier lugar donde iba a diferencia de su gemela que prefería mas el estilo punk o gótico en sus trajes y con su cara de pocos amigos le asentaba muy bien.

El bar lucio como siempre. Había muchas caras conocidas. Casi todos compañeros de la universidad o conocidos de la escuela. Muchos se enfocaban en mi cuando me lograban reconocer. Se suponía que la Dulce Leah no le gusta este tipo de cosas, pero ahí estaba. Nerviosa, con ganas de vomitar y salir corriendo de aquel lugar.

-Vaya-suelta Dante acercándose.

Arrugo mi rostro cuando lo primero que veo es a él. Eso indicaba que aquí estaba la banda, como todo los fines de semana.

-La pequeña Leah Cooper ha crecido-observo mis piernas y mi cuerpo de forma casi grosera-Y vino con un par de sexys acompañantes.

-Vete de aquí, fenómeno-Gruñe Sana cuando ve como sus ojos se salen de sus cuencas al ver el profundo escote en el vestido rosa de su hermana.

-Ustedes son lo que siempre he soñado-soltó para las gemelas.

-Eres un baboso-chillo dándole un golpe en el hombro.

-Vamos, Leah. Solo quería ser amable con tus lindas amigas.

Katty suelta una sonrisita tonta. Ya la conocía. Siempre lo hacía cuando le gustaba alguien y al parecer aquel chico de pelo n***o y largo con piel oscura no pasó desapercibido para ella.

¡Por Dios, Katty no caigas en su juego!

Era tarde. Katty alzo su mano y se presentó con una voz un tanto empalagosa que le gustó mucho a Dante.

- ¿Por qué no se sientan con nosotros?

-Creo que no es buena…

Otra vez tarde. Katty me había ignorado y botando baba por aquel patán lo siguió hacia la famosa esquina oscura. Sabía que aquel sitio era el de la banda. Sam estaba ahí sonriendo con la alegría de siempre mientras sonreía para la foto de Vivi. Y Jake con su típico cabello azul bebía y fumaba de forma un tanto despreocupada.

- ¿Qué onda? -saluda el chico hacia nosotras. Puedo ver el brillo en la mirada de Sana y sé que aquel muchacho es su víctima de la noche.

-Leah, que hermosa estas-Vivi corre hacia mí, besa mi mejilla y me envuelve entre sus brazos y aquel costoso perfume que siempre usaba-Me alegra que vengas con nosotros, siéntate.

Algo incomoda me coloco en una esquina muy lejos de las nuevas parejas nacientes y Sam y Vivi que a casa cinco minutos se daban sus arrumacos.

Tomo mi teléfono nervioso. Mensajero a David, pero no tenía aun respuesta de él. Mis manos están sudorosas, sobre todo cuando Alex se acerca lentamente en medio de la multitud junto a Bea y Neil.

- ¿Qué haces aquí? -pregunta mi hermano sin quitarme la mirada- ¿Qué diablos estas vistiendo? ¿Acaso es noche de brujas?

-No te comportes como un imbécil esta noche, Neil-ladró Bea intentando darme una mueca de sonrisa.

- ¿Qué tal todo? -ella se sienta a mi lado ignorando los gruñidos de su novio.

Sin duda alguna Bea tenía un efecto calmante y anti locura para mi hermano. El con tal de no discutir con ella solo cerraba la boca y dejaba los conflictos.

-Muy bien, Bea-intento sonreír.

- ¿Puedo saber qué haces aquí? -pregunta Neil inquieto. Siento que intenta contener su tono grosero por su novia- ¿papá lo sabe?

-Sí, papá lo sabe-afirme-y te recuerdo que tengo 19 años, puedo valerme por mi misma.

-bien, solo pregunto, Leah-dice calmando sus palabras-Solo intento adivinar porque estas tú en un bar como este.

-Pues por su novio-Suelta Sana sin contemplaciones.

Todos quedan en silencio por un momento y aquellos pares de ojos están sobre mí y mi hermano cuyo color de rostro se torna purpura con manchas rojas por la ira.

- ¿Tie…enes novio? -tartamudeo lentamente.

-Sí, novio ¿acaso eres sordo? -Sana volvió a responder por mí.

Mis piernas tiemblan un poco. Quiero levantarme, pero pierdo el equilibrio y cuando siento que voy a caerme, Alex me sostiene. Sus manos toman mis hombros con cuidado y me ayuda a incorporarme sin verme a la cara.

-Leah ¿es cierto lo que dice la aprendiz de bruja?

-Neil, cierra la boca ya-Bea alza la voz-Ella no es una niña y puede tener novio.

-Ese no es un tema que no estoy dispuesto a discutir.

-y yo tampoco-digo mientras salgo con grandes pasos lejos de su mesa.

El barbullo de las personas me marean un poco, todos corean y bailan una canción lo cual hace que sea engorroso traspasar la pista e irme afuera, pero luego de un poco de trabajo puedo hacerlo y cuando soy por fin libre solo respiro por la tranquilidad de la calle.

Tomo mi teléfono, aún no había señales de David así que estoy dispuesta a llamar algún taxi.

- ¿Estas bien? -pregunta Alex a mi espalda.

Me giro con rapidez y de pronto me encuentro nerviosa por estar frente a él.

-Te ves realmente bien esta noche-dice sin despegarme los ojos de encima-Lastima que te vistas así para ese ñoño.

-Mi novio-le recuerdo algo enfadada.

-o Futuro Ex, si Neil lo encuentra primero.

-Que se vaya al diablo. Él no es ni mi padre ni mi dueño, puedo hacer lo que quiera.

- ¿ah, ¿sí? ¿Por qué?-se me acerco de nuevo.

«Dios. Aquello era realmente irritante, porque todo control sobre mis emociones los perdía cuando lo tenía a él realmente cerca».

-Yo no soy una niña-al fin exploto.

-Eso me queda claro.

¿De verdad?

Alex no me ayudaba mucho mirándome de aquella manera tan directa.

su mano tibia sobre la piel desnuda de mi espalda se sintió muy bien. Era como una calidez en medio del frio, como cuando los pies están helados y te colocas media calientes. O como un beso de tu madre luego de que te cayeras y te rompieras las rodillas, solo que con eso había otra cosa que no podía descifrar. El tenía ese poder de sacarme de mis cacillas o de reconfortarme en cualquier segundo.

-Ahí estas, nena-soltó David a mi rescate.

Sus labios fríos me congelaron. Siento los ojos de Alex sobre nosotros. Su presencia no pasa desapercibida para el David quien con una amable sonrisa lo saluda.

-Hola, tu rostro se me hace conocido ¿Nos hemos visto de algún lado? -luego observa aquella camiseta negra cuyas mangas habían sido destrozadas pero la valquiria desnuda seguía firme y presente.

Diablos.

-Ah, ya se. De la universidad ¿No trabajas allá?

-Sí que tienes muy buena memoria-él se burló, pero David parece no darse cuenta de eso.

-Sí, siempre me acuerdo de todo-sonríe con una pizca de orgullo- ¿por cierto, me encanta tu camiseta. Yo tengo una exactamente igual, la compré en noruega cuando fui a ver a la banda.

-Qué casualidad, yo igual.

- ¿Podemos irnos? -interrumpo su plática sobre viajes y moda.

- ¿Tan rápido? -David arruga sus labios decepcionado-Si mi hermano apenas va a subir a cantar. De verdad para mí es muy importante conocerlo.

Para mi era muy importante conservar a mi novio en una pieza, pero aquella mirada de cachorro herido hacia muy difíciles las cosas.

- ¡Si, Leah! -Alex imito su forma de hablar-Y él tampoco ha conocido a Neil. Mira que se muere por conocerle.

¡idiota!

Como quería brincarle encima y reventarle su sexy sonrisa triunfadora. Alex disfrutaba mucho que yo estuviera a punto de perder mis nervios justo ahora.

David toma mi mano y con mucha dulzura me adentra de nuevo aquella cueva ruidosa llena de alcohol.

Necesitaba mucho de eso.

-Quiero vodka-logro decir intentado no desmayarme en el intento.

-Tus deseos son mis órdenes, princesa-de nuevo besa mi mejilla.

David era tan tierno conmigo. Me gustaba mucho pasar el tiempo con él, pero por alguna razón tenía esa sensación de que no estaba completa.

David va por las bebidas y para mi suerte nos ubicamos al otro lado del bar, muy lejos de mi hermano y sus amigos gorilas. En la mesa redonda veo a Tessa tomándose una foto junto a otra despampanante chica de cabello súper largo de forma sexy.

Ella se da cuenta de mi presencia y alza su ceja. Es obvio que aún no me perdonaba por mi torpeza del otro día.

-David, cariño-ella se levanta y besa en la mejilla a mi novio-Me alegro de que vinieras y mira-finge felicidad al notarme-Que tierna es tu novia, la pequeña Leah Cooper. Vamos, siéntense con nosotros.

- ¿Quién es? -pregunta su amiga la despampanante.

-Leah Cooper, hermana de Neil Cooper.

-Oh, si-ella gruñe con cara de pocos amigos-Tu hermano me dejo sola en una habitación de hotel, se fue sin pagar.

- ¿Lo siento? -no sabía cómo manejar aun las fanáticas heridas de mi hermano.

-Es un imbécil de lo peor. Sabía que no debía irme con él, pero es que su forma de tocar la batería tenía algo que…en fin, fue el mejor sexo de mi vida.

Intento pensar en otra cosa mientras ignoro a la despampánate cuyo nombre este Stacy.

-Únete a nosotras, nena-Tessa me jalo con fuerza y me obligo a sentarme a su lado para tomarnos fotos-Nosotras somos las chicas de la banda y por lo tanto debemos estar unidas y ayudarnos mutuamente cuando cualquier zorra se meta con nuestros novios.

Aquello había sonado realmente muy extraño. «Las chicas de la banda». Claramente yo no veía a Bea o Vivi mantenerse unidas para acabar con las zorras que les caían a los chicos. Bueno, sé que Vivi si les quitaba a sombrerazos las seguidoras a Sam, pero Bea…ella sí que le daba igual o fingía no prestarle atención. Tenía un temple tan envidiable. A veces me preguntaba que sería de la banda si más chicas se integraran. No puedo pensar en qué clase de chica podría gustarle a Jake o Dante. Ambos eran unos mujeriegos empedernidos y Alex…pues, el solo tenía ojos para los pechos de Tessa. Claramente era difícil un espacio para las novias de Black Rock.

La banda de mi hermano sube al escenario y como siempre la cantidad de admiradoras se concentra lo más cerca de ellos.

Dante le lanza un beso en el aire a Katty y la muy tonta suspira cuando finge recogerlo.

Sin perder el tiempo Alex empieza con el ritmo de su guitarra la nueva colección de canciones. La melodía me había sonado en algún lado. Había escuchado a mi hermano tararearla días atrás cuando me había topado con él por casualidad.

Las chicas empiezan a gritar apenas Sam da rienda suelta a su hermosa voz y Dante junto a Jake solo empiezan a agitar la música con aquel ritmo y palabras. Mi corazón flota en un instante. Casi puedo sentir los ojos de Alex contra los míos y eso me estremece. Luego me giro disimuladamente y ahí estaba Tessa con aquella expresión de loba hambrienta que casi devora a Alex.

-Aburridos-suelta un chico de cabello largo y plateado cuyo delineador lo hacía parecer un ser del otro mundo.

Había visto a Silver múltiples veces, pero esta era la primera vez que lo tenía de cerca. El poseía una especie de expresión etérea y a la vez tan salvaje que te impedía respirar. Sus uñas estaban pintadas de n***o y había algo de brillo rojo sobre sus labios lo cual le daba un aspecto natural.

-No deberías decir eso de la banda de mi cuñado-David bromea y al fin aquel hombre se dio cuenta de que existía.

- ¿Con que tu novia? -pregunto mientras se mordía el labio de forma firme.

Sentí como si estuviese inspeccionando, como si fuera un objeto y necesitaba ver de qué material estaba hecha.

-Buen trabajo, hermano.

Ambos chocan sus puños y el solo se acerca hacia mí. Su tamaño era casi impresionante. Parecía del mismo tamaño de Alex pues se tuvo que inclinar para rodearme con sus brazos en un profundo e incómodo abrazo que me atrapo por cinco eternos segundo.

-Eres digna novia de alguien de mi familia. Te apruebo-da un par de aplausos y los demás miembros de su banda que se habían instalado lo siguen-Leah, bienvenida a mi familia. Siéntete como en casa con nosotros. Desde ahora yo voy a cuidarte-y una vez más me da otro abrazo de oso que más que hacerme sentirme especial solo me incomodaba.

-Amor, la estas asfixiando-Tessa fue a mi rescate, pero no por gusto.

Ella toma a su hombre y lo marca con un explosivo beso para que viera que era de su propiedad.

Cuando estuve libre de su contacto me siento junto a David y me tomo mi trago y luego el suyo muy rápido.

Mierda ¿en qué me he metido justo ahora?

-Con calma, nena-David besa mi sien.

-Necesito otro de estos-susurré casi desesperada y enseguida tuve el tercero y el cuarto trago.

Intente reírme de sus chistes personales sin participar en sus conversaciones. Silver era realmente el centro de atención de aquella banda. Todo giraba en torno a que le gustaba o le interesaba. Si el reía los demás lo seguían, había una especie de obsesión por gustarle tanto que me perturbaba.

David trato de ser gentil conmigo. Cuando me vía callada buscaba cualquier tipo de conversación para hacerme hablar. Me aferré a él como una garrapata todo el tiempo, incluso cuando se acercó a mí y me besó como si no hubiese un mañana. Incomoda y con la sensación de peligro latente de que Neil nos viera solo cerré los ojos y me dejé llevar hasta que me di cuenta de que era el turno de su banda.

David se alejó de mi. Sus ojos reflejaron orgullo cuando su hermano pisó el escenario con unas enormes alas negras de ángel. No me había dado cuenta pero un equipo de televisión llego lo más cerca que pudo para grabarlo.

-Esta canción se la dedico a mi musa-gritó y todos pusimos los ojos den Tessa quien sonreía con ínfulas de reina.

De pronto la canción explotó aniquilando las notas. Todos chillaban enloquecidos por la voz poderosa pero fuera de tiempo de Silver. Casi a nadie parecía importarles, todos estaban envuelto en una historia de fantasía y sexo donde un humano es elegido para tener sexo duro con una ninfa del bosque de cabello n***o.

Para la tercera canción de su hermano, David aún seguía ignorándome y yo tuve que ir con urgencia al baño. Tambaleándome un poco borracha me las arreglo para llegar al sitio. Entro a un cubículo con urgencia y siento como mi cuerpo se relaja apenas logro sacar todo el liquido de mi vejiga. Intento salir pero la voz de alguien me detiene.

Escucho risas picaras y chasquidos babosos de besos llenos de saliva. El cubículo de al lado suena con un golpe y una chica suelta un gemido. Rápidamente corro hacia el lavabo para limpiar mis manos. La pequeña fiesta dentro del baño se volvía un tanto caótica así que me doy prisa, reviso mi maquillaje y mi cabellos aun intacto y cuando estoy a punto de marcharme la puerta se abre de un solo golpe para salir de ahí un Alex con los pantalones abajo y una Tessa cuyo vestido apenas cubría sus muslos.

Los tres nos miramos en completo silencio. Intento respirar, pero justo ahora era imposible. Quería salir corriendo, pero mis botas estúpidas me hacen lucir como bambi y caigo en el suelo apenas doy un paso.

-¿Estas bien, Leah?-Alex es el que va por mi ayuda.

-No me toques-logro pronunciar y completamente echa una furia solo corro lo mas lejos de él.