capitulo 14

2149 Words
- ¿A quién de nosotros elegirías como compañero en un apocalipsis zombi? -pregunta Jake completamente ebrio. Comúnmente le hubiese gritado por imbécil, pero aquella pregunta con el calor de la cerveza se me hizo muy importante. - ¿Sam? -digo algo confuso. -Ni siquiera lo pensaste-chilla Dante algo ofendido-Sam es grande y musculoso, pero no tiene lo necesario. Creo que lloraría primero antes de matar a un zombi. -Yo elegiría a una chica-Jake confiesa repentinamente-Piénsenlo, una sexy luchadora con quien tener sexo en pleno apocalipsis. Me echo a reír por sus estupideces. Algo de ACDC sonaba por las bocinas mientras que tres idiotas bebían y jugaban cartas en medio de la carretera. Aquel se había convertido en nuestro lugar favorito desde hace casi un año. Los tres nos podíamos alejar de la casa y sus dramas con novias. Desde que las chicas habían llegado nuestras rutinas fueron diferentes y las peleas de novios parecían nuestro pan de cada día. Y la verdad estaba cansado. No me eran de mi incumbencia, pero más de unas veces me vi obligado en participar. -Aquí les va otra-Jake toma otra lata de cerveza quien hace un ruido al ser abierta- ¿Tienen a una persona favorita en este mundo? -deja salir mientras se recuesta sobre la hierba seca. - ¿Eres marica? -fue la respuesta de Dante- ¿Luego de que hablaremos? ¿De nuestros sentimientos? Le doy un ligero toque al grandulón con mi codo y con mi cabeza señalo a Jake. Él no estaba nada bien. Ya iba por su octava cerveza y la evidencia estaba esparcida a su alrededor. Dante se encoje de hombros un poco confundido y como respuesta siento con mi cabeza. -Mis hermanos-digo en un intento de no congelar aquella conversación. - ¿Tienes hermanos? -ambos dan un respingo impresionados. -Dos, para ser exactos. Uno tiene 15 años y el menor tiene 8 años. Son mi persona favorita en este mundo. En mi cabeza por un segundo se dibujó el rostro pecoso de Leah. De cierta manera ella también se había convertido en alguien con quien me gustaba pasar el tiempo. -Pues yo tengo-Dante respira profundo y da un trago para luego hablar-a mi abuela. Jake y yo nos miramos enseguida en una especie de asombro. -Tu abuela-ahora nosotros somos lo que hablamos al mismo tiempo. Aquello había sido una enorme revelación. Dante evitaba dar detalles de su antigua vida a como dé lugar y que ahora nos confiese que su abuela era la persona favorita nos sorprendió y también nos divirtió demasiado. Nuestras sonoras carcajadas fueron evidencia de ellos. -Cierren las bocas, imbéciles-él se golpea la frente-No debí decirles nada. -Vamos, amigo-Jake se acerca y le da suaves palmadas en la espalda. Dante como respuesta intenta golpearlo con el codo, pero Jake es más rápido y se escapa. -Sé que es tonto. Pero mi abuela me crio desde la muerte de mis padres. Miro hacia el cielo. No había ninguna puta estrella en este lugar. Todo estaba encapotado de nubes fluorescentes mientras dejaban apenas un ligero espacio para la luna brillante y redonda. Dante aplasta la lata vacía y continua con su relato-Es la mejor. La única que pudo soportar mi carácter. -Me imagino una dulce anciana-Jake deja salir. -Mi abuela no es ninguna dulce anciana-Dante replica-tienes que verla, ni siquiera parece una abuela tradicional que teje gorritos y te hace pasteles. No como la abuela de Sam. Mi abuela es totalmente diferente y a veces un gran dolor de cabeza. -Esto ya me está deprimiendo-Jake deja la lata en el suelo y la patea con todas sus fuerzas hasta que se pierde en la oscuridad- ¿y si mejor vamos de fiesta? -Es la mejor idea que has tenido en toda la noche-Admite Dante. Y ahí estábamos los únicos tres del grupo sin preocupaciones. Tomo las llaves de Jake quien estaba demasiado ebrio para conducir y nos dirigimos a una de esas zonas rosa de la ciudad. Me detuve a tan solo 8 autos atrás de donde provenía la música. Muchas personas bebían a los alrededores de la casa de dos plantas. Todo parecía estar algo tranquilo. Solo había chicos hablando, varias parejas besuqueándose en los jardines y adentro mucha cerveza gratis para nosotros. -Dante-chilla una chica bajita con cabello teñido de rosa. La chica alegremente corre hacia Dante y da un gran salto para abrazarlo. Sus piernas rodean las caderas de mi amigo quien la atrapa y la besa. -Me alegra que vinieras y con amigos-ella chilla de emoción al ver a un Jake tambaleándose y mi persona-Bienvenidos a mi casa, beban lo que deseen. Y así lo hicimos. Abandonamos a Dante con la chica y me abrí paso a la cocina. En el mesón había varias botellas a medio servir y un gran barril de cerveza. No dudo de buscar un vaso y servirme. Necesitaba más alcohol en mi sistema esta noche para ver si tan solo así dejo de pensar en Leah Cooper. -Grandote-unos dedos delicados se deslizan por mi pecho. Su dueña me saluda con la más sensual de las miradas. -Señorita Tessa Williams-no puedo evitar devolverle la sonrisa. - ¿Por qué tan solo? -ella pregunta mientras se acerca a mí. Su pecho toca el mío en un gesto atrevido. Nuestros rostros se acercan y cuando me inclino para besarla ella solo se desvía mientras me enseña un vaso. Buena jugada. - ¿Qué te hace pensar de que he venido solo? -alzo mi ceja y me apoyo sobre la encimera de cerámica blanca-Mi acompañante quizás me esté esperando por ahí-doy una mirada hacia Jake. El parece estar bien jugando en una mesa con otras chicas. -No sabía que te ha dado por sucumbir a las tentaciones masculinas-su sonrisa traviesa tiene algo que me hace sonreírle. -Lo mío son las caricias femeninas, cariño-admito orgulloso. Me acerco hacia ella, esta vez no dejaría que se escapara. Me fijo en sus carnosos labios rojos como la sangre y sin pedir permiso me sirvo de ella. Tessa me responde muy rápido a mi beso, sobre todo cuando la tomo por su cintura y la acorralo entre el microondas y la nevera. Su cuerpo se agita y de una manera experta sabe dónde es que debe tocar. Enseguida siento mi bragueta abultada así que no dudo en acercarla a su vientre plano para que sepa cómo me está volviendo loco. - ¿y si vamos a otro lugar? -pregunta alejándose de mi luego de un buen rato. Su idea me fascino. Tessa toma de mi mano y sin vergüenza a que nos vean solo me conduce a la parte de arriba. Abre la puerta a una enorme habitación. Lo primero que observo es la gran cama de madera roja con sabanas vino tinto. A su lado un par de mesitas de noche con sus fotografías. - ¿esta es tu casa? -pregunto un poco confundido. -Técnicamente la de mi prima-ella sonríe mientras se desata sus sandalias de tacón alto. Me siento en su cama y en silencio observo como se acerca hacia mí. - ¿Qué ves? -pregunta divertida. - ¿No puedo? ¿Tengo he puesto nerviosa? -clavo mis ojos en aquel vestido. - ¿crees que si estuviera nerviosa podría hacer esto? -sus dedos deslizan suavemente las tiras sobre sus hombros para que se deslice la tela fina al suelo. Mis ojos contemplan las curvas doradas de Tessa. Su piel de oro brillante se acerca hacia mí. Mis ojos hipnotizados se enfocan en sus senos grandes y perfectos. Tessa apoya una rodilla sobre la cama y se coloca suavemente ahorcajadas sobre mí. Sus brazos rodean mi cuello mientras nuestras bocas hablan por nosotros. Dejo que mi lengua toque la suya mientras la hago estremecer. Era fácil hacer que Tessa temblara, me gustaba como tomaba la delantera y sin ninguna vergüenza se deshiciera de mi camisa y se ensañara con mi cuello. Podría durar horas con esto. Cierro mis ojos y me concentro en sus besos hasta que mi teléfono vibrando nos interrumpes. - ¿Qué? -pregunta ella un poco sorprendida cuando intento separarla. -Tengo que ver quien es-sé que no lo entendería. Podía ser mis hermanos. Saco de mis bolsillos mi teléfono. La pantalla me señala un número desconocido. Intento recordar los dígitos, pero nadie viene a mi mente. Todo parece nublado cuando los dedos de Tessa se adentran a mi pantalón. -Deja eso-me ordena y yo asiento obediente. ………….. Buena noche. Sonrió mientras siento el rastro de las uñas de Tessa en la espalda arder por mi sudor. Yo no estaba en la comodidad de su habitación. El olor a cerveza rancia y vomito me señalan que estaba en el interior de la furgoneta de Jake. Con un fuerte dolor de huesos por la mala posición de mi cuerpo, me cuesta levantarme. Con un gran esfuerzo abro la portezuela, busco sujetarme con algo para no caerme cuando el césped sin cortar nos saluda. Suspiro de alivio por estar en la casa. Dante está dormido y desnudo en el jardín. La vecina arruga su nariz y me regala una mirada despectiva y luego ve el trasero tatuado de mi amigo ser libre como el viento. -Buenos días-sonrío amablemente. No puedo evitar reírme y sacarle una foto, esto me serviría más adelante. Ahora solo me despido de la vecina y camino hacia la casa. Jake está plácidamente dormido en el mueble con una lata de cerveza acurrucada sobre su pecho como si fuese un bebé. -Qué asco, borrachos-Bea suelta mientras tomaba su desayuno. -Buenos días-sonrío y le tomo su taza de café. -hay más en la cafetera-ella ruge. -Bien, entonces me quedaré con este. Casi siento llamas de odio por parte de ella. Me aplasto en la silla y tomo un poco de pan que estaba en la bolsa y la unto con la salsa, mostaza y el jamón en rodajas. -Sé que no es mi problema, Alex ¿pero ¿dónde estabas anoche? La pregunta me congela de pronto. Bea no era una de esas entrometidas que le gustaba controlarte. Casi siempre evitaba a como dé lugar socializar con nosotros, y escucharla preguntarme algo como esto resultaba incómodo. Ella también lo estaba. Casi podía jurar que había una especie de tic nervioso en su ojo por el esfuerzo que hacía por mirarme. - ¿Sucede algo? -pregunto mientras relleno mi emparedado. -Mejor olvídalo-a continuación, se levanta y para caminar hacia el fregador. - ¿Segura? -insisto un poco más, pero solo me responde el silencio. ¿Cuál era su problema? No le prestó atención. Tomo mi desayuno y con la taza de café de una rata amarilla subo a mi habitación. El lugar está completamente silencioso. Mi cama me esperaba perfectamente tendida. Me echo sobre ella, coloco el plato en mi pecho y mientras reviso mis redes desayuno sin ninguna preocupación. Empiezo a mirar fotos de chicas posando en la fiesta. Veo una de Tessa con un impresionante vestido del mismo color de su piel adherirse en sus curvas. Junto a ella están otras dos chicas arrojando un falso beso. Decido desviar mi atención en algo más. Paso varias fotos de chicos en viajes o fiestas lujosa hasta encontrarme con una foto de un hombre besando a otra chica. Al principio mis dedos lo pasan de largo, pero mi ojo capta el pequeño tamaño y el cabello oscuro de Leah. Regreso la foto, la observo y en la descripción estaba su usuario etiquetado. @leahcup22 la roba novios. Mi ojo se ensancha y siento como brota un puñado de celos cuando veo a la otra persona. Silver. -Maldición-se escapa de mis labios. Siento como mi corazón golpea con fuerza. Aprieto mis puños, siento como tiemblan y tienen gana de golpear a alguien, partirle la cara a Silver por tocarla. Arrojo mi plato al suelo. El emparedado se abre y mancha lo que ve a su paso. Aún sigue en mi cerebro aquella imagen fresca de Silver y Leah devorándose. La ira que tengo por dentro hace que golpee la pared con fuerza. Mis nudillos truenan contra la dureza. Suelto una mala palabra y caigo al suelo mientras me dejo llevar por el dolor. - ¿Estas bien? -pregunta Vivi acercándose. Ella se detiene antes de pasar la cama, pero percibo su miedo. - ¿Qué pasa? -Sam llega más atrás y se detiene frente a mí- ¿Alex? -Necesito estar solo. -Pero tu…-Vivi interrumpe viendo mi mano lastimada. -será mejor que salgamos, bebé-fue la respuesta de Sam. -No, ¿acaso no ves que está mal? -Vivi, metete en tus propios asuntos-llego a decir. Aquello es lo suficiente para sacármela de encima. El silencio llena mi habitación luego de portazo. Quizás había exagerado, sé que lo estaba haciendo. No tenía derecho de enfadarme con Leah, pero aquella imagen, la mirada de ambos y las manos de Silver sobre su cuerpo revolvían mi estómago.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD