El sol pegando fuerte en París, pero ni toda esa luz podía despejar la sombra que nos rodeaba a Alexandra, Daniel y Emily. Después de una noche de pasión, la ciudad estaba en la antesala de una tormenta interna al mediodía. Las decisiones que tomamos en la encrucijada del destino dejaron un rastro de conflicto y drama que iba a explotar en este nuevo capítulo que estábamos viviendo. La mañana avanzó con una tensión que se sentía en el aire. En el desayuno, el silencio era como una nube negra flotando entre nosotros. Las decisiones, impulsadas por la pasión, habían destapado preguntas y preocupaciones que ahora pedían respuestas. Alexandra, con cara seria, le plantó cara a Daniel sobre las sombras que aún rondaban en su pasado. El conflicto estaba por explotar, como una tormenta que se ave

