Bueno, la ciudad, toda iluminada por las luces nocturnas, estaba viendo cómo se armaba el conflicto entre Alexandra y Daniel. El matrimonio de mentira, que empezó como una especie de solución a sus propios rollos, ahora se estaba enfrentando a una tormenta que estaba a punto de desbaratar toda la onda de estas dos almas. Los días pasaron con una tensión que se sentía en el aire. La onda de revelar secretos que antes estaban guardados resonaba como un eco en la cabeza de los dos. Alexandra, con la mirada llena de preguntas, le tiró a Daniel sobre las sombras que oscurecían su pasado. Las palabras se quedaron flotando entre ellos mientras él, con una mezcla de culpa y decisión, contaba los capítulos oscuros que había mantenido bajo llave. La bronca, como una tormenta que se estaba armando,

