Ella agarró la parte de atrás de su cuello y sus hombros y comenzó a empujar y tirar de sus caderas sobre él, deslizando su polla hacia adelante y hacia atrás dentro de ella... frotando su ahora sensible botón contra su pubis. "Sí", siseó. James la sujetó suavemente y le permitió disfrutar de sus placeres. No tardó mucho en que Angela empezara a jadear y gemir con más fuerza. El ritmo de sus manipulaciones aumentaba. "Oh, Dios mío, James... Mmm", gimió. "Qué rico... ummf". Se estiró sobre su pecho y colocó las manos detrás de su cuello y cabeza para hacer palanca. Su frente sobre su cuello. Sus caderas comenzaron a acariciarlo con más agresividad y sus jadeos y gemidos se volvieron más intensos. Su aliento abrasador en su cuello. Sentía calor por todas partes, pero abajo casi ardía. "Síí

