Sintió que le tocaba suavemente la entrada con el dedo y notó que su coño estaba húmedo. Tenía el vello púbico enmarañado contra la piel. Tomó su mano y le metió el dedo hasta el fondo. —¡Sí! —susurró—. ¡Mueve el dedo! ¡Ahora! ¡Rápido! Steven respondió. "¡Un poco más rápido! ¡Sí! ¡Otro dedo! ¡Rápido!" Steven también reaccionaba a su pezón y a ella le encantaba. Le excitaba aún más. Theresa empujaba sus caderas contra la mano de Steven con cada movimiento rítmico que él le daba. Después de un par de minutos, sintió que Steven le tocaba el clítoris con el pulgar, presionando suavemente y frotándolo. Eso la hizo perder el control. Unos momentos después... Lanzando sus caderas hacia arriba contra los dedos y la mano de Steven, con cada espasmo que la consumía, ella gritó: ¡Ohhhhhhhhhhh

